Pedro Rojo, integrante del Observatorio de Islamofobia en los medios de comunicación españoles.
Al Fanar es una expresión árabe que significa “el faro” y que ustedes desde la Fundación tratan de dar a conocer el mundo árabe en España y en español, ¿verdad Pedro?
Si esa es la idea, nosotros empezamos traduciendo el árabe al castellano para que periodistas, personas interesadas en el mundo árabe pudiesen leer de primera mano lo que los propios árabes escribían ellos mismos, nos encontramos que periodistas e incluso compañeros arabistas míos, escribían sobre el mundo árabe sin citar a los árabes, nadie pensaría aquí en España, que ningún periodista alemán escribiese sobre España sin escuchar la voz en español, ya sea de periodistas o analistas y eso es un poco lo que pasaba y sigue pasando en el mundo árabe.
Y si estamos hablando del mundo árabe, ¿por qué se refieren ustedes y están estudiando y están acuñando el término islamofobia, qué tiene que ver, qué es la islamofobia?
Nosotros empezamos a trabajar con la islamofobia en 2015 porque si bien el mundo árabe es un mundo o un entorno geográfico plural y muy variado, donde hay cristianos, ateos, judíos, distintas ramas del islam. En España se vincula directamente lo árabe con lo islam y es una de las cosas que queremos trabajar y trabajamos en reducir o combatir los estereotipos y explicar sí la mayoría de los musulmanes que hay en España son de origen árabe, fantástico, pero no es lo único y que la islamofobia que es un término muy complicado que como terrorismo, yo creo que nunca se va a llegar a un acuerdo sobre su definición, lo que no puede hacer es marcar o marginar a toda una comunidad, ya sea porque sea musulmana o porque se lee como musulmana. Que es lo que le pasa a muchos árabes, que aunque no sean musulmanas o sean ateos, no practiquen la religión en la que nacieron, se les margina o el resto de musulmanes que sí son practicantes se les compara o se les carga con el sambenito de ese 0,0001 de musulmanes que se autollaman yihadistas y cometen actos terroristas.
Yo creo que el concepto realmente no es solo hacia los musulmanes, sino al islam como concepto o como ideología, no es solo que a este musulmán en concreto yo lo margino o creo que es inferior o que lo odio por x o y. Ese discurso que puede ser en los medios de comunicación como analizamos nosotros, pero también institucional, social, retroalimenta una parte de esas comunidades, que son más conservadoras, más rupturistas que alimentan esos extremos con ese discurso y, a su vez, construyen ese discurso anti occidental, contrario a las sociedades donde otras partes de la sociedad se intentan acoger a esas comunidades musulmanas. Y ese es el peligro, por eso entramos nosotros en un campo que, a priori, a nosotros nos correspondía, que es trabajar como hacemos en institutos para que no se marginen a chavales musulmanes, aunque sean ya nacidos en España, porque esa marginación de parte de las sociedades española entendemos que beneficia a esos sectores más radicales y a esas redes de captación de extremistas y que termina creando una ruptura dentro de la sociedad.
¿Y qué hechos o qué acontecimientos están disparado esta islamofobia?
Por supuesto los atentados terroristas, son utilizados por una parte y por otra de estos extremos para avivar ese discurso y por otro, las migraciones. Muchas noticias falsas, muchos bulos distribuidos a través de las redes sociales y, en general, sentimos que hay como una facilidad para creerse noticias que son absurdas en las redes sociales, no hace falta tener conocimiento del islam, ni de las comunidades musulmanas, para darte cuenta que una manifestación jovial de familias totalmente festivas, como ha pasado hace poco en España se circule en las redes como “grupo de yihadistas en Zaragoza pidiendo la implantación de la ley islámica”. Entonces, para nosotros ese es el problema que realidades concretas que no se explican en un contexto adecuado son explotadas por industria muy bien financiada y que estamos intentando, desde nuestra organización y de otras organizaciones europeas, reconocer y alertar que hay una agenda para alimentar todo este discurso de odio contra los musulmanes y, a su vez, que crezcan los discursos populistas y de extrema derecha.
Esa agenda entonces es previsible, ¿cómo están analizando?, ¿cuál es esa relación entre las agendas de los partidos de la ultraderecha europea con la islamofobia, con el impregnar en la gente también esos discursos y esos términos que a veces de forma automática se utilizan sin saber es que islamófobo?
Lo que tenemos claro es que uno de los temas cruciales, como ya ha pasado en las elecciones de Andalucía, va a ser migración-identidad nacional o seguridad-musulmanes-xenofobia, esas ecuaciones que son muy fáciles de alimentar, van a ser utilizadas por determinados partidos, lo preocupante no es que haya partidos como Vox o como otros partidos de extrema derecha en Europa, sino como ese discurso cala en partidos supuestamente etiquetados de centro derecha, que asumen en su propio programa político, esas ideas islamófobas, ese concepto de seguridad o de patria cerrada a cal y canto. Parece que solamente hay dos debates o las puertas abiertas hacia la migración o, el muro de Trump o de Vox en toda Europa. Esos discursos extremos son los que se alimentan con este ambiente, con este caldo de cultivo en torno a los musulmanes, que son el punto de mira Nº1 de todos estos partidos de extrema derecha y de centro, como partidos como el que gobierna ahora mismo en Holanda, que ha asumido mucha de esa carga ideológica de partidos de extrema derecha y todos en Europa nos felicitamos de que no ganase la extrema derecha en Holanda, cuando lo que no sabemos o no queremos analizar es que efectivamente que el partido que ha ganado las elecciones lo ha ganado con un programa de extrema derecha pero mimetizado en el centro derecha tradicional.
Y desde la Fundación Al Fanar, por ejemplo, ¿frente a las elecciones municipales europeas qué se están planteando, están trabajando, están buscando aliados para trabajar quizá con la prensa, los medios y bajar el nivel de discursos racistas o discriminatorios?
Estamos trabajando en un proyecto europeo para hacer un seguimiento de lo que queremos acotar como islamofobia institucional, en la cual en las elecciones europeas y municipales, queremos hacer un seguimiento de los programas políticos de todos los partidos, analizar muy bien como decías tú el lenguaje, al igual que hacemos con la prensa decirles “oiga, es que este tipo de formulación es islamófobo”, “está usted denigrando a toda una comunidad de dos millones de ciudadanos en España, de los cuales un millón ya es español, entonces tenga usted en cuenta de lo que esta haciendo es marginar, insultar, fomentar el odio contra una parte muy importante de nuestra población” y elevar, o poner de relieve que el discurso seguritario actual no es el único. Que se puede hablar de modelos de seguridad, se puede hablar de como controlar los grupos terroristas sin necesidad de apuntar o estigmatizar a toda una comunidad, en el caso español de dos millones de personas, pero en Europa de muchos millones de ciudadanos europeos, mal llamados de tercera y cuarta generación. ¿Hasta cuándo personas que no tienen ningún contacto con Argelia, con Marruecos, con Turquía, que han nacido sus abuelos y bisabuelos en territorio europeo se les sigue poniendo una etiqueta de extranjeros?
Cuéntanos un poco del Observatorio de la islamofobia de la prensa en España. Ustedes hicieron un estudio, han analizado miles de noticias de varios periódicos del país, de los que se supone tienen más influencia. ¿Qué han encontrado? ¿En qué mejoraron desde ese estudio que hicieron y en qué siguen siendo pésima la prensa española?
Yo creo que es muy importante que nosotros empezamos en 2017, como dices, a analizar seis diarios españoles, con la intención de que fuese un arco tanto representativo, como de diversidad y lo hicimos con una metodología académica por primera vez, cerca de dos mil artículos analizados, detectar si existe o no islamofobia en la prensa española. Cerca del 65 % de los artículos de todos estos periódicos del 2017 son artículos islamófobos. Por lo tanto, por primera vez podemos decir, con un estudio académico, científico, que la prensa española es mayoritariamente islamófoba.
Pon algún ejemplo, Pedro. Aterriza un poco ese concepto de islamofobia en las noticias de la prensa española.
Uno de los temas más preocupantes son las generalizaciones. Cuando hay un ataque terrorista y se habla de “el islam es una religión violenta”. 1.600, 1.800 millones de personas que son musulmanas en el mundo, no puedes etiquetar a su religión que, al final no de ja de ser una ideología, un credo, como algo violento. Sobre todo, cuando estamos hablando de un país católico históricamente, aunque oficialmente no queramos reconocerlo, donde la religión cristiana ha sido muy violenta en nombre de la religión. Entonces, si equiparamos a musulmán con la utilización violenta de una religión, deberíamos hacer lo mismo con todos los cristianos y el uso que se ha hecho históricamente de la religión, llámese cruzadas, llámese “civilización” de América Latina… Eso para nosotros es lo más peligroso, porque ese dato y que el 90 % de las noticias que se escriben sobre el islam en España, ya estén bien escritas o mal escritas, son noticias negativas. Si tú tienes sobre un tema el 90 % de la información que recibes de ese tema negativo, no puedes tener muy buena imagen de, no de un tema baladí, sino de tu vecino Mohamed, de tu tendera Fátima, porque al final, automáticamente, ese imaginario te cala. Simplemente concienciar a los periodistas de que esa generalización está creando un discurso islamófobo.