El economista, profesor, representante de la Plataforma para el Desarrollo Alternativo de Haití (PAPDA) e integrante de la red Jubileo Sur/Américas Camille Chalmers, compartió con la Secretaria Regional JS/A sus impresiones sobre la grave situación que vive su país en la constante lucha por la independencia y autodeterminación del pueblo frente a la dominación imperialista.
El día 12 de febrero se cumplieron seis días de movilización en Haití, donde la gran mayoría de la población esta reclamando la salida del presidente Jovenel Moïse. Exigen castigo, transparencia y justicia por el desfalco de los fondos recibidos de Petrocaribe (más de 3000 millones de dólares) y un gobierno provisional para una transición que permita reorganizar el sistema y el régimen político.
Han sido movilizaciones de gran amplitud, centenares de miles de personas participando en las manifestaciones todos los días en todas las grandes ciudades del país. Existe la determinación de la gente en la mayoría de los barrios, de bloquear todo tipo de circulación. En todos estos días de movilización no hay circulación entre departamentos, la mayoría de los departamentos y las comunas están en situación de aislamiento y no hay posibilidad de pasar de una ciudad a otra.
Es muy impresionante el nivel de participación de la población y el nivel de determinación de esa población que viene de todo un ciclo de movilización que empezó en julio 2018, cuando el gobierno decidió subir los precios de la gasolina a un 51 %. La movilización siguió el 17 de octubre y también el 18 de noviembre y las últimas a partir de la fecha simbólica del 7 de febrero, el aniversario de la salida del Dictador Jean-Claude Duvalier, después de una gran movilización popular. Utilizamos este símbolo para señalar que muchas reivindicaciones no se han cumplido y que tenemos que seguir con el proceso de transformación del país.
Desde el 7 de febrero se contabilizan 52 muertos, 247 heridos y casi 600 arrestados. El gobierno trata de responder con la represión, pero esa represión no puede ser eficaz frente a la amplitud de la movilización.
Camille hace un llamado importante a que los movimientos sociales de América Latina puedan solidarizarse con el pueblo de Haití, explicando lo que esta sucediendo y apoyando la reivindicación central de la renuncia del presidente Jovenel Moïse. Se reivindica también que haya un proceso judicial de justicia y reparación frente a los crímenes cometidos contra el pueblo haitiano, no solamente por el desfalco, sino también por los crímenes cometidos por la MINUSTAH, una fuerza de las Naciones unidas que apoya a la policía y que también participó en la represión y matanzas en los barrios populares en diciembre pasado.
Importante mencionar que el Grupo CORE apoya totalmente el presidente Jovenel Moïse. Este grupo es un grupo de países que esta dirigiendo la misión de ONU en Haití; Dirigido por EEUU, Canadá, Francia, Brasil, Argentina, Chile, España, Alemania y la Unión Europea, ésta representa la máxima dominación imperialista.
Así que no solamente es un reclamo frente a un gobierno, sino un reclamo a todo un sistema de opresión. La población haitiana está muy indignada, furiosa y más todavía frente a la ultima decisión tomada por el presidente Jovenel Moïse en contra de Venezuela, traicionando una larga tradición de solidaridad entre Haití y Venezuela y del pueblo de Haití con todos lo pueblos que luchan por su independencia y autodeterminación.
Este proceso de movilización es muy interesante porque permite una acumulación importante de las fuerzas progresistas anti-imperialistas y también abre la posibilidad de un proceso de reconstrucción del país sobre bases distintas con una ruptura frente a la dominación imperial y frente a la dominación de la oligarquía.
Secretaría Regional Jubileo Sur Américas