Por Omar Zanarini/Radio Gráfica
El 9 de enero Carlos Pagni, en una nota del diario La Nación, da entidad a una denuncia que señala que a Campillo lo están apretando para que realice “denuncias artificiales” contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa de las fotocopias de Centeno. Es un tramo de la nota que adquiere relevancia ante la denuncia de extorsión que recae sobre el abogado Marcelo D’Alessio y Stornelli.
Juan Manuel Campillo es el ex ministro de Santa Cruz que está detenido en la causa de las fotocopias, y es el que, según el abogado servilleta Marcelo D’Alessio, hubiese implicado al empresario Etchebest ante Stornelli si no cedía ante la extorsión. El empresario lo registró todo, hasta el pago del chantaje de 15 mil dólares y lo presentó en la justicia de Dolores.
Hoy D’Alessio está en cana y de Stornelli, todo indica que ni siquiera va a ser investigado. La causa parece que se la llevan a Comodoro Py. Beneficios de pertenecer a la corporación judicial.
La denuncia por extorsión fue realizada el 28 de enero ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. El 7 de febrero allanan por primera vez la casa del servilleta D’Alessio. El mismo día por la noche, la diputada Elisa Carrio, anoticiada del allanamiento, tuitea – como de costumbre – que se viene una “operación” contra Stornelli por parte de “La Campora”. El 8 de febrero, es decir prácticamente un mes después de la nota editorial de Carlos Pagni, tras analizar 22 horas de audios, mensajes de whatsapp y fotografías, el portal que dirige Horacio Verbitsky, El Cohete a la Luna, saca a la luz el caso, con el título de “Extorsión“.
Allí está toda la información que aparece en el expediente contra servilleta D’Alessio y el comitente Stornelli.
Al igual que las otras causas armadas bajo la estrategia del Lawfare, como la “ruta del dinero k” y el“memorandum con Iran”, la causa de las fotocopias de Centeno se va desmoronando.
Tras la denuncia por extorsión del empresario Etchebest, se van sumando otras, como las que realizaran Sebastián y Pablo Barreiro, hijos de Ricardo Barreiro, ex secretario de Cristina, detenido en la causa de las fotocopias; quienes denunciaron ante el propio Stornelli, haber sido extorsionados por un emisario que hablaba en su nombre. Las declaraciones de los hermanos Barreiro ante el letrado no fueron registradas en el expediente ¿Casualidad?
Lo que ya es de público conocimiento es el “modus operandi”. Lo que ayer era un sotto voce en Comodoro Py, hoy solo la razón de las bestias intentan desmentirlo. Y entonces a la agenda que se impone la tapan con lo que duele (ayer detuvieron otra vez a Boudou).
Sabemos que las operaciones contra la ex mandataria a la larga se caen todas. Pero ahora, solo les queda obtener el desafuero y encarcelar sin causa a la ex presidenta y actual senadora o -si el Congreso (como es altamente probable aunque no totalmente seguro) se niega a desaforarla- hacer lo propio con su hija Florencia. A partir de ese hecho, los argentinos y argentinas ya pueden dejar de confiar en la justicia.
Quedará entonces al próximo gobierno popular hacerse cargo de las instituciones que aún se mantengan en pie, y bajo la doctrina Irurzun encarcelar a todos los funcionarios del régimen macrista. Y, utilizando contra ellos el mismo DNU de extinción de dominio que impusieron, expropiarlos para que la bandera que flamee sobre las ruinas que dejen de la Argentina vuelva a ser estandarte de soberanía. Hasta entonces, quede en claro, todos somos rehenes de un régimen que finalmente habrá desplegado por completo su pulsión totalitaria.
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En la nota titulada La sofisticada estrategia jurídica que le evitó a Macri un fracaso en EE. UU. nadie menos que Carlos Pagni, curándose quizás en salud, señala que la causa de las fotocopias, o de los cuadernos (que no existen), está siendo manipulada por la dupla Bonadio/Stornelli; y deja entrever la estrategia del Lawfare que busca encarcelar a CFK:
“La Cámara Federal habría dado crédito a esas versiones cuando ordenó a Bonadio estudiar a esa familia. La presunción de que la causa de los cuadernos pueda ser manipulada se agigantó en las últimas semanas. Colaboradores inmediatos de la señora de Kirchner prestan atención a la demora del juez en convalidar el testimonio del exministro santacruceño Juan Manuel Campillo. Creen que Campillo estaría siendo forzado a formular acusaciones artificiales. Les inquieta la proximidad al expediente del abogado Santiago Blanco Bermúdez, defensor del tenebroso Antonio Stiusso. Y un dato ínfimo: que Campillo estaría involucrando a Isidro Bounine, quien fue secretario de la expresidenta”.
LAWFARE, en inglés, significa guerra judicial. Es lo que está perpetrando Macri y su banda desde el inicio mismo de su mandato. Una guerra contra el pueblo argentino, haya votado por quien haya votado en las elecciones de 2015 y 2017.