Ella es una de las intelectuales cuyas voces de rechazo a la intervención extranjera, por la paz y la solidaridad con Venezuela siguen recorriendo el mundo.
Es que Venezuela hoy, para Ana Esther Ceceña, se ha convertido en el centro de un debate y de una disputa internacional y geopolítica.
Según la economista mexicana, el problema con Venezuela no es principalmente por petróleo, “si fuese solo por petróleo implica no una guerra solo en Venezuela, sino en México, Brasil, Colombia, etc.”, indicó.
Para Ceceña la guerra que se está promoviendo en el país caribeño es por el control territorial total y es por el dominio social y político de la población, “de manera de que las reglas establecidas por los poderes dominantes sean la regla que rige todos los terrenos”, agregó.
La estrategia utilizada por el imperialismo norteamericano, concluye la especialista en geopolítica, es la de “introducirse en lugares en donde hay germen organizativo, incluso pudiendo ser de diferentes tipos, puede ser una favela, una organización revolucionaria o autonomista, muy particularmente del mundo urbano… para controlar el sentido de colectivo”.
“Eso ocurre en todos lados porque una dinámica social se impone de manera general… los beneficios de la producción y el desarrollo… cada vez es más para un colectivo que está restringido, cada vez más concentrada la riqueza y el poder implica que la mayor parte de la sociedad queda ajena a esa riqueza, en la pobreza, con problemas para resolver su propia subsistencia, pero también expulsada de las decisiones del poder” señaló.
Ana Esther expresó que, con la introducción de guerras irregulares, las sociedades han perdido autodeterminación sobre sus vidas y sus lógicas sociales. “Las guerras del siglo XXI son novedosas, porque no se desatan de gran envergadura, son guerras que entran por debajo, guerras reptantes y lo que hacen es ir colocando irruptores sociales en muchos lugares como para fragilizar el tejido social, la organización de la sociedad para ponerla a la disposición de los intereses del interventor”, dijo la investigadora.
Bases de Paz frente a bases de muerte
Para Ana Esther Ceceña, investigadora y especialista en economía, si no se defiende a Venezuela, “estamos entregando un continente, estamos entregando a América latina, no puede haber riesgo más alto para la humanidad que la discusión transcontinental de esa guerra que está promoviendo el gran poder industrial, militar… que tiene su sede principal en Estados Unidos pero comparte también con sus aliados intereses comunes”.
Ceceña argumentó que “en caso de que hubiese una guerra en Venezuela, sería una guerra hemisférica, no una guerra delimitada”, al mismo tiempo agregó que por esto es importante que se avance en la defensa de la paz, la cual es un abstracto universal. “Si defendemos la paz y el derecho de los seres humanos a vivir en esta, no importa si estamos parados en Venezuela, Siria, Afganistán, México o en cualquier otro lugar… defender la paz en Venezuela es defender la paz nuestra en cualquier otro lugar del planeta” indicó.
Para lograr esta defensa, la economista propone en concreto propone fortalecer el tejido social, para que no tener fracturas y evitar implantes de guerra irregular, además de rescatar la idea del comandante Chávez lanzada cuando Colombia quería implementar 7 bases militares norteamericanas en su territorio, las Bases de Paz.
“No hay ninguna propuesta más inteligente que esa, porque rescata la posibilidad de no convertirnos de algún modo en aquello que estamos combatiendo, aquello que nos está dominando, sometiendo. Es decir, no combatir la guerra con guerra decía Chávez en aquel momento, sino construir paz… para que allí no entre la guerra” concluyó Ana Esther.