Para la quinta semana, las manifestaciones en Serbia contra el presidente Alexander Vukic se prosiguen contra una política autoritaria que es aplicada en primera instancia sobre las fuerzas de la oposición y sobre el control de la prensa.
El sábado, 5 de enero, unos 15.000 manifestantes se movilizaron por las calles de Belgrado con destino al palacio presidencial, gritando consignas contra la modificación del sistema electoral, por la libertad de los medios de comunicación y denunciando los ataques contra miembros de la oposición y de organizaciones opuestas a las políticas de Vucic.
Miembro del partido progresista serbio conservador y nacionalista (SNS) al poder, Vucic asocia un discurso nacionalista y demagogo con un balanceo hacia Europa, consecuencia de contradicciones internas en su espacio político. Las manifestaciones del fin de semana son las primeras en expresarse de manera tan contundente contra la aplicación de una política de régimen autocrático.
Las reacciones de los ciudadanos y de las organizaciones han sido puestas en marcha por la paliza de un miembro de la oposición, Borko Stefanovic (N.d.T. dirigente del Partido de izquierda serbio), por grupos próximos de Vucic y del partido al poder.
El gobierno rechazó las acusaciones, pero este incidente puso en marcha una protesta mayor a causa de los abusos cometidos contra los medios de comunicación por Vucic a través de prácticas desleales. Los manifestantes también exigieron un cambio constitucional que democratice la Carta Magna.
Vukic ha sido elegido presidente del país en 2017, después de haber sido primer ministro durante años.