Desde hace varias semanas, centenares de personas se encuentran en huelga de hambre, en Turquía y en varios países más, pidiendo al gobierno turco que ponga fin al confinamiento solitario del dirigente kurdo Abdullah Öcalan, prisionero en la isla de Imrali durante los últimos 20 años.
Por otra parte, la vida de la diputada kurda Leyla Güven, presa en Diyarbakir, Turquía y en huelga de hambre desde hace 70 días, corre peligro inminente.
En un llamamiento urgente rubricado por decenas de personalidades de todo el mundo se convoca a la opinión pública a tomar conocimiento del hecho, a difundirlo y a apoyar con la propia firma.
El texto señala que «la supresión de los partidos políticos kurdos, el encarcelamiento de sus máximxs representantes y de miles de activistas políticos, se han convertido en la norma a medida que la democracia turca ha retrocedido para dar paso a un gobierno de neto corte autoritario.»
La política carcelaria en Turquía es alarmante: 260.000 prisionerxs distribuidos en 437 cárceles, incluidxs al menos 1.500 presos enfermos y 4.000 niñxs. Las organizaciones de Derechos Humanos informan que las violaciones de los Derechos Humanos básicos contra lxs presxs es sistemática y está en aumento. El aislamiento (confinamiento solitario) es una de las más graves de estas violaciones.
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel indicó que una delegación internacional, incluyendo a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, visitará Turquía a mediados de febrero para intentar ver a Öcalan y presionar por estas mismas demandas.
Sin embargo, agregó que «no podemos esperar para expresar nuestra solidaridad y pedir al gobierno de Turquía que cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos para permitir que levanten las huelgas.»
Ver aquí el texto completo del Llamado internacional para terminar con el aislamiento de Öcalan y de todas las y los presos políticos en Turquía.
Para sumar firmas, mediante este formulario.
Para mayor información y contacto
http://kurdistanamericalatina.org/
Fuente: Diálogo 2000