En los últimos días, las autoridades Houthis han tomado varias medidas preocupantes contra los bahá’ís en Yemen, poniéndoles aún más en peligro.
Los Houthis están ejerciendo presión sobre los funcionarios para que convoquen precipitadamente el juicio ante el tribunal de apelación contra Hamed bin Haydara. En enero del año pasado Haydara fue condenado a muerte por un tribunal en Yemen in absentia. A pesar de su frágil estado de salud, Haydara sigue detenido en Sana’a a la espera de una resolución a la apelación. Altos representantes de derechos humanos de la ONU han pedido en repetidas ocasiones que se ponga fin a la sentencia de muerte dictada contra Haydara.
Asimismo, los Houthies están acelerando los esfuerzos para que se emita un veredicto en el juicio en curso, por motivos religiosos, contra otros 24 bahá’ís y sus amigos —de los cuales cinco están detenidos en Sana’a—. Todos ellos han sido acusados falsamente de espionaje y apostasía —cargos por los que pueden ser castigados con la pena de muerte— tras una serie de juicios simulados en Sana’a este año. Su caso está presidido por el mismo juez que condenó a muerte a Haydara.
Estos acontecimientos han tenido lugar poco después de que los Houthis, respaldados por la República Islámica de Irán, se negaran a incluir a los seis bahá’ís detenidos en Sana’a en el intercambio de unos 15.000 prisioneros supervisados por la ONU junto con el gobierno yemení.
«Estamos muy preocupados por la seguridad de la comunidad bahá’í yemení tras estos últimos acontecimientos, y esperamos sinceramente que las autoridades judiciales de Sana’a juzguen al Sr. Haydara con justicia y le absuelvan de estas acusaciones falsas» ha declarado Bani Dugal, Representante Principal de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas.