Por Leonardo Fernandes / Brasil de Fato
Intereses particulares sobre territorios indígenas en la Amazonia brasileña
‘Cuestión de honra’ de Gral. Heleno tras propuesta de revisión de demarcación de Territorio Indígena Raposa Serra do Sol
En el Territorio Indígena Raposa Serra do Sol, viven cerca de 20.000 indios de las etnias macuxi, uapixanas, ingaricós, taurepangues y patamonas. La reserva fue reconocida en 1993 por la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), demarcada durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso y homologada en 2005 por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El área posee cerca de 1,7 millones de hectáreas y está localizada en el nordeste del estado de Roraima, en la frontera de Brasil con otros dos países: Guyana y Venezuela. La región ya fue objeto de disputa entre indígenas y hacendados, productores de arroz que ocuparon irregularmente áreas de la reserva.
En 2009, el Supremo Tribunal Federal (STF) confirmó la demarcación continua de la reserva y determinó la salida de los arroceros y no de los indios que ocupaban el área. En 2013, la corte decidió revalidar una vez más los criterios utilizados para la demarcación del Territorio Indígena Raposa Serra do Sol.
El lunes 17/12, el presidente electo Jair Bolsonaro defendió que el área de la reserva indígena Raposa Serra do Sol sea explotada. “Es el área más rica del mundo. Usted tiene como explotarla de forma racional. Y del lado del indio, dando royalties e integrando al indio a la sociedad”, dijo Bolsonaro a la salida de un evento de inauguración de un colegio militar, en Rio de Janeiro.
No es de hoy que Jair Bolsonaro manifiesta interés en permitir la explotación de niobio en áreas localizadas dentro de la reserva. “Yo sueño, quien sabe un día, que tengamos también el Valle del Niobio”, dijo el presidente electo en un vídeo que circula en internet.
Cuestión de honra
El tema de la demarcación de la reserva Raposa Serra do Sol también es de interés personal de otro personaje del gobierno de Jair Bolsonaro, el futuro ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), el general Augusto Heleno.
Según fuentes consultadas por Brasil de Fato, Heleno sufrió un “castigo” por declararse contra la política indigenista del gobierno de Lula, precisamente en la época de la demarcación de territorio indígena Raposa Serra do Sol, pasando a ejercer cargos burocráticos dentro de las Fuerzas Armadas, antes de pasar a la reserva. El castigo habría inflamado el “antipetismo” del general.
Todavía de acuerdo con las fuentes consultadas, uno de los argumentos utilizados por Heleno para posicionarse contra la demarcación era de que ese sería el “primer paso” para la creación de un “estado autónomo” en la frontera norte de Brasil.
En entrevista con el periodista Bernardo Mello Franco, del periódico O Globo, este martes (18), el ministro aposentado del STF, Carlos Ayres Britto, afirmó que no hay razón para el cuestionamiento. “Los territorios indígenas pertenecen a la Unión. ¿Cuál es el peligro para la soberanía nacional? Ninguno”.
Cortina de humo
Brasil posee el yacimiento de niobio más grande del mundo, localizado en la ciudad de Araxá (estado de Minas Gerais en el centro del país), explotado hace más de 50 años por la Compañía Brasileña de Metalurgia y Minería (CBMM). Solamente esa empresa abastece a cerca de 75% del mercado mundial, con una producción de 70.000 toneladas al año, a un precio de 40 dólares el kilo.
Según el periodista y gestor ambiental André Trigueiro, “dado que se estima un crecimiento económico mundial de 4% al año, esos yacimientos normalmente atenderían al mercado por más 400 años”.
De acuerdo con reportaje publicado por el periódico Valor Económico, el equipo del presidente electo prepara un decreto para revisar la creación de territorios indígenas.
Deuda histórica con pueblos indígenas
Ayres Britto, que ocupaba la presidencia del Supremo Tribunal Federal durante el primer juzgamiento del proceso relacionado a la demarcación de Territorio Indígena Raposa Serra do Sol, en 2009, afirmó que Jair Bolsonaro no puede alterar la demarcación de la reserva pues la cuestión ya agotó las instancias judiciales. “Fue una decisión histórica. Para los indios, es derecho adquirido”, dijo.
Según el magistrado jubilado, no hay motivo para revisión de una decisión que fue tomada buscando “conciliar los intereses de los indios con los intereses nacionales”.
El ex ministro criticó las declaraciones del presidente electo sobre “integrar” a los indios a la sociedad. Britto argumentó además que “después de que el Estado paga una deuda histórica, civilizatoria, no puede ahora anular el pago y volver a ser deudor”.