El barco de la organización Proactiva, Open Arms, atracó en el Muelle de Crinavis, en la Bahía de Algeciras (Cádiz-España) el día 28 de diciembre, después de permanecer 8 días con 304 personas, rescatadas frente a las costas de Libia, y tras ser denegada la entrada del barco a ningún puerto cercano (Malta, Italia, Francia o Túnez).
El barco de la organización Proactiva, Open Arms, atracó en el muelle de Crinavis, en la Bahía de Algeciras el día 28 después de permanecer 8 días con 304 personas rescatadas, frente a la costa de Libia, y tras ser denegada la entrada del barco a ningún puerto cercano como Malta o los intentos por llevarles hasta Italia, Francia o incluso Túnez fueron infructuosos. Así que, tras varias negociaciones con Salvamento Marítimo de España, el barco fue autorizado a dirigirse hasta aguas españolas y poner rumbo al puerto de Algeciras (España) para llevar a cabo el desembarco de los migrantes, en otro gesto humanitario del Gobierno que preside Pedro Sánchez.
Antes de poner rumbo a España, un guardacostas italiano recogió a un menor somalí con una grave infección en la cara para evacuarlo hasta la isla de Lampedusa. Horas antes, una mujer y su bebé recién nacido fueron evacuadas en un helicóptero de salvamento de Malta. Ha sido la única ayuda que ha ofrecido el gobierno de Malta.
Tras una travesía de una semana, la tripulación y los voluntarios a bordo del Open Arms cumplieron con la difícil tarea encomendada: salvar vidas. En esta ocasión, en su vigilancia del Mediterráneo en la zona SAR* encontraron tres pateras en muy malas condiciones y a punto de naufragar a unas 50 millas náuticas al noreste de Trípoli, pateras en las que viajaban mujeres y niños de muy corta edad. Ahora están sanos y salvos en España.
Con la respuesta afirmativa de España, que ofreció el puerto de Algeciras el 22 de diciembre, el barco de salvamento español puso rumbo a España. Les esperaban 6 largos días de navegación para recorrer las más de1000 millas de travesía, apoyado por el Astral, el otro barco de la ONG que les suministró víveres. “Ha sido una misión larga y complicada, pero positiva”, resumió Gerard Canals, jefe de misión y al mando durante este último viaje.
Llegada a Algeciras
(Imágenes: Antonio Sempere)
Eran las 08:50 de una fría mañana cuando asomaba cerca del rompeolas del muelle de Crinavis, en San Roque, el mástil del Open Arms. En la cubierta, se podían divisar las siluetas de los náufragos rescatados envueltos en mantas. Desde los teleobjetivos de las cámaras se podían intuir las sonrisas y las caras de agradecimiento. Mientras, la tripulación preparaba lo necesario para la maniobra de atraque; pronto podrían pisar tierra. A pie de muelle, un dispositivo de emergencia les esperaba: Policía Nacional, la Guardia Civil, y Cruz Roja, encargados de comprobar el estado de salud en primera instancia, y personal del ACNUR, CEAR, y Save The Children que se ocuparían de dar asistencia a los menores. Les esperaba la pesada tarea de identificación antes de ingresar en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Crinavis.
Un rescate de 19 nacionalidades
(Imágenes: Antonio Sempere)
Los rescatados suman un total de 19 nacionalidades distintas: 101 de Somalia; 62 de Costa de Marfil; 37 de Malí y 32 de Sudán, los más numerosos. También viajaban 9 de Camerún, 7 de Chad, 5 de Egipto, 5 de Gambia, 4 de Senegal, 3 de Palestina, 2 de Ghana, 2 de Siria y 1 de Liberia, Togo, Níger y Sierra Leona. Estas cifras fueron aportadas por Proactiva Open Arms tras el desembarque.
Oscar Camps esperó al Open Arms en Algeciras
Oscar Camps, director de Proactiva Open Arms, se desplazó hasta Algeciras para recibir al barco y ayudar en las tareas de desembarco. A media mañana y cuando todavía estaban desembarcando, compareció ante los medios en un improvisado espacio fuera del muelle, ya que a los medios no se le permitió entrar y poder informar con la calidad y rigurosidad que el momento precisaba.
“La llegada ha sido tranquila, el mar nos ha acompañado y hemos atracado a las 8:55, una vez hecho el trámite administrativo estamos comenzando el desembarco”, -declaraba Camps- “…Primero bajamos las mujeres y los niños, las familias y después los adultos. Todos han llegado fatigados porque el viaje ha sido largo. El único puerto que había disponible ha sido el que estaba más lejos. Han navegado por el Mediterráneo 1.100 millas en invierno y sobre la cubierta de un barco y hemos tenido que hacer milagros para dotarles de mantas y medicamentos. Dar de comer a más de 300 personas durante 8 días se hace complicado, es mucha comida”, apostillaba Óscar Camps, que a pesar de lo difícil de la misión, mostraba cara de satisfacción y se sentía orgulloso de los voluntarios y la tripularon del Open Arms, además del Astral (el otro barco de la onegé) que hizo labores logísticas de avituallamiento.
Camps también quiso compartir una reflexión sobre la situación de las personas que tratan de huir de Libia, “estoy seguro que si no los llegamos a encontrar, estas personas hubieran muerto; de hecho, teníamos constancia de una embarcación con 100 personas de Eritrea que no sabemos nada de ellos, esto es lo que está pasando en el Mediterráneo”.
Para el director de Proactiva Open Arms, el hecho que haya habido países que no respondieron a la llamada del Open Arms para recalar en puertos más cercanos responde a la inacción de la Unión Europea con respecto al drama de las pateras, que tienen que salir huyendo desde África. Malta ha sido el único país que ha contestado por escrito a la petición negando incluso el avituallamiento de víveres. “Hemos tenido que hacer 1200 millas para poder llevar vivieres al barco, aun teniendo una nave en Malta con mantas y provisiones. Hemos pasado de la inacción al bloqueo humanitario”. Sobre los demás países que no han contestado a la llamada, como Francia e Italia, “es impropio que los guardacostas, no contesten. Es impropio que la Unión Europea no de respuesta a este drama. Lamentamos esta situación a la vez que pedimos a los paises europeos que cumplan con los convenios internacionales que ellos mismos han firmado”.
Con respecto a las personas que han llegado, Óscar Camps asegura que muchas de ellas han abandonado sus países huyendo de la guerra y que en 6 días de travesía les ha dado tiempo a conocer las historias de vida de muchas de ellas. Incluso han escrito cartas relatando sus vivencias, que Camps piensa que acabaran en algún despacho de Europa: “Proceden de guerras y persecuciones por lo que alguna tendrá derecho a solicitar asilo”.
(Imágenes: Antonio Sempere)
Los recién llegados ya han comenzado s ser distribuidos por distintos centros de Andalucía para seguir con los tramites de identificación. Según los servicios de asistencia la mayor parte de los migrantes están bien de salud, salvo algunos cuadros de fatiga y alguna embarazada con alguna dolencia menor. Se teme especialmente por un grupo de chicas adolescentes, cuyo número no se ha determinado, procedentes de Somalia. “Habrá que investigar si han ido víctimas de violación o abusos”, explicaba Vicente Raimundo, director de programas de Save the Children en España.
Salvini a lo suyo
El Ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha vuelto a reiterar que Italia no acogerá ni a un solo inmigrante que los barcos de las organizaciones rescaten en el Mediterráneo y ha vuelto a arremeter contra las oenegés que operan en el mismo, calificándolas como “negreros al servicio del tráfico ilegal de seres humanos”. Estas declaraciones se producen por la petición del barco Sea Watch 3 de desembarcar 32 migrantes en un puerto italiano. “Mi respuesta es la misma: los puertos italianos están cerrados” ha afirmado el dirigente ultra derechista.
Mientras, en el Mediterráneo siguen rescatando embarcaciones con personas procedentes del infierno libio. Además del Sea Watch 3, hay otro barco de la organización alemana Sea Eye que en la mañana del sábado rescató 14 personas frente a la costa de Libia. A la hora de escribir este artículo, el domingo 30 de diciembre, todavía no había recibido respuesta y sigue a la espera de que algún país autorice el atraque para desembarcar a las personas rescatadas. El Profesor Albrecht Penck es el primer barco bajo bandera alemana que está operando en la zona de rescate frente a Libia.
* La Zona SAR es una zona protegida por el Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimos (Convenio SAR, 1979), adoptado en una conferencia celebrada en Hamburgo, que tuvo por objeto elaborar un plan internacional de búsqueda y salvamento, de modo que, independientemente del lugar en donde ocurra un accidente, el salvamento de las personas que necesiten auxilio sea coordinado por una organización de búsqueda y salvamento y, cuando sea necesario, mediante la cooperación entre organizaciones de búsqueda y salvamento vecinas.