Editorial Colectivo Mapuexpress
Nuestro lamngen Camilo Catrillanca luchaba contra esas expresiones extractivistas y colonialistas. Y su asesinato es parte de la histórica forma de actuar de la corrupta clase política chilena, la institucionalidad administrativa, el gobierno, y la prensa oficial.
La dignidad con la que la comunidad y familia de nuestro lamngen Camilo Catrillanca, asesinado por funcionarios estatales chilenos, han enfrentado este lamentable hecho, ha significado un fuerte remezón para mirar con mayor precisión histórica y política lo que está ocurriendo en el Wallmapu, y ha generado una simple, pero poderosa ruta para el Pueblo Mapuche.
Desmilitarización de nuestros territorios, establecer un estándar de verdad respecto al genocidio realizado por el Estado chileno, continuar la recuperación y control territorial, guiarse por el derecho a la Libre Determinación que “es superior a un eventual reconocimiento constitucional, al Consejo de Pueblos Indígenas y al Ministerio de Asuntos Indígenas”, es lo que ha dicho el Futa Trawun del 1 de diciembre en Temu kuikui. Como Colectivo Mapuexpress asumimos y compartimos estos planteamientos, en cuanto piso mínimo para una línea de trabajo a mediano y largo plazo.
Como decía por ahí un ñizol longko “hoy en día, no es fácil ser mapuche”. Los territorios de nuestra nación se encuentran sometidos bajo un régimen de colonialismo interno, situación que se manifiesta por medio de la ocupación militar encabezada por los Estados chileno y argentino, los que una vez “independizados” de Europa, actualizaron las lógicas de dominación empleadas por los conquistadores, profundizando aún más el despojo de Wallmapu y la fragmentación de la sociedad mapuche.
A esto se suman las sistemáticas políticas educacionales y culturales de estos Estados, tendientes a hacer desaparecer nuestro idioma, y con eso, nuestra forma de entender el mundo, la vida, el tiempo, e intentando distanciarnos de la comprensión de nuestra propia cultura, historia y sociedad.
El Futa Trawun de Temukuikui llamó también, a “terminar las acciones de domesticación, paternalismo y colonialismo”, lo cual se expresa en la anuencia con partidos políticos y religiones wingka y la aceptación de nefastos proyectos industriales, extractivos y energéticos.
Desde nuestra labor comunicacional, las dos décadas de experiencia y trabajo ininterrumpido de Mapuexpress, nos han mostrado que en el territorio mapuche las industria forestal, energética, pesquera y salmonera, y los vertederos instalados sobre nuestras comunidades, pero también y particularmente en Puelmapu, las petroleras y el método del fracking, entre otros proyectos, son los que deterioran o impiden el desarrollo de nuestra Itxo Fill Mongen.
Nuestro lamngen Camilo Catrillanca luchaba contra esas expresiones extractivistas y colonialistas. Y su asesinato es parte de la histórica forma de actuar de la corrupta clase política chilena, la institucionalidad administrativa, el gobierno, y la prensa oficial que ha venido instalando en el imaginario colectivo la imagen de que el conflicto que se desarrolla en Wallmapu es solo responsabilidad de las organizaciones mapuche. Por medio de un tratamiento informativo desigual, estos Medios de Comunicación no conciben como violencia la que proviene del Estado y los grupos de poder, la cual ha tenido como resultado el asesinato de numerosos activistas y miembros de comunidades mapuches. Ni que hablar de la casta empresarial y de la policía militarizada. Todo esto es una clara muestra de cómo ha sido la historia de siglos de genocidio, usurpación, asimilación y negacionismo.
En tiempos de Weichan, el Füta Trawün, nos llama a aumentar nuestras acciones, diálogos y reflexión, nos llama también a reconocernos: Inche kay Che anay – ¡Somos Gente!… A poner en alto y desarrollar en cada pu lagmien pu Peñi, los valores del Kümeche, Norche, Newenche y Kimche, poniéndonos al servicio de nuestra comunidad y sociedad ancestral.
Es clave defender estos valores, en momentos de crisis, en que pequeños pero poderosos grupos de la sociedad occidental hegemónica, legitiman la injusticia, el despojo, el abuso, e imponen una cruel y única forma de vivir y de entender el mundo. Bloquean y eliminan así el necesario diálogo que debe existir entre los pueblos en el marco de sus valiosas y legítimas diferencias.
No somos todos iguales, nuestras familias son diversas, en nuestros lofche y lofmapu, en nuestras formas de organización existen diferencias, eso es una potencia a fortalecer y desarrollar. Valoramos y defendemos la diferencia, aun cuando hoy más que nunca necesitamos de la unidad: kiñe rüpü ka kiñe rakizüam.
Hoy nuestro camino comunicacional es Weichan y Trawun, contexto en el cual el control territorial resulta ser fundamental, para la comprensión de esta nueva etapa en el proceso de liberación y reconstrucción Mapuche. Y no solo el control territorial de tierras, sino que del mar, de los bosques, del espacio, y por sobre todo, control territorial de nuestro pensamiento, nuestro Kimun, nuestro rakizüam.
Nuestros ünen, principales longko y werken, saben mucho de eso, y nosotros, apoyados en esta perspectiva, planteamos que hay que werkenizar las comunicaciones. Especialmente en estos tiempos en que nuestras dirigencias, nuestros/as estudiantes, nuestras familias, se encuentran conectadas a las tecnologías de información y comunicación, mientras continuamos estando en las montañas, en los bosques, en el mar, en el campo y en las ciudades… en nuestros territorios del Wallmapu – kom pule.
Lo que ha ocurrido con el asesinato de nuestro ünen, longko küpal, Camilo Catrillanca, nos lleva a avanzar en el discurso, pero principalmente nos exige avanzar en las acciones, tanto al pueblo mapuche como a los pueblos chileno y argentino.
Fin a la militarización del WallMapu | Amulepe Tain Weichan