Sudán del Sur es un país africano que poco le importa a los políticos, a las grandes organizaciones y a los medios de comunicación. Acumula un sinnúmero de cifras desalentadoras desde que se desató la guerra civil en 2013. Hoy, a cinco años de ese terrible comienzo, hay más de 15 mil niños desaparecidos o separados de sus familias.
De acuerdo con las cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cerca de cuatro millones de personas, la mayoría de ellas menores, se han visto desarraigadas debido a los combates, reseñó Europa Press.
En un comunicado, reiteraron la importancia de reunir a los menores desaparecidos con sus padres, porque mientras estén solos son un blanco fácil de la violencia, el abuso y la explotación.
“El sufrimiento que los niños han soportado durante los combates es inimaginable, pero la felicidad de ver a una familia unida de nuevo es una fuente de esperanza”, expresó Leila Pakkala, directora regional de Unicef en África Oriental y Meridional.
La organización ha logrado reunificar a 6.000 niños con sus respectivas familias, mientras 3.000 de ellos seguirán recibiendo ayuda de trabajadores sociales.
“Cada reunificación es el resultado de meses de trabajo, a menudo incluso años, para localizar a las familias en un país del tamaño de Francia pero sin ninguna infraestructura básica“, dijo la representante de la Unicef.
Pese a esos logros, el panorama para la infancia en general es desolador. De acuerdo con las estimaciones, 1,2 millones de niños sufren desnutrición aguda y 2,2 millones de niños no reciben educación.
La disputa empezó en 2011, cuando Sudán del Sur declaró su independencia de Sudán después de un referendo. La situación se complicó desde 2013 por una guerra civil que ha provocado la migración de la población y con la que se buscaba derrocar al mandatario sursudanés, Salva Kiir.
Los cálculos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dan cuenta de al menos 10.000 muertes y cuatro millones de desplazados, de los cuales 2,47 millones están refugiados en países vecinos.
Junto a la ONU, las partes comenzaron en 2014 las negociaciones para lograr la paz y en agosto de 2015 se logró la firma de un acuerdo que creó un Gobierno de unidad con Kiir y el principal líder rebelde, Riek Machar, el cual naufragó cuando las hostilidades se reanudaron a mediados de 2016, refirió EFE.
En agosto pasado, firmaron en Jartum un nuevo “acuerdo de reparto de poder” con el que aspiran poner fin al conflicto y formar otro Gobierno de unidad nacional.