Los bahá’ís de España y del mundo, junto con amigos, vecinos y organizaciones afines, celebraron este pasado fin de semana el nacimiento de las dos figuras proféticas de la Fe bahá’í: Bahá’u’lláh y El Báb.
El nacimiento del Báb y de Bahá’u’lláh, según el calendario bahá’í, se celebra en días consecutivos, como si se tratara de una sola celebración dual, aunque nacieran en 1819 y 1817 respectivamente.
Los bahá’ís consideran al Báb y a Bahá’u’lláh dos mensajeros de Dios que, por un lado, renovaron el acervo espiritual de la humanidad, y que, por el otro, trajeron a la humanidad una visión, una energía y unas enseñanzas pertinentes para ayudar a la humanidad a avanzar hacia un estado de madurez caracterizado por la federalización del mundo, por la reciprocidad de las relaciones, por la paz y por la justicia globales.
«Estos ideales, no obstante, tienen que ser trasladados a la realidad a través de un proceso de aprendizaje colectivo, gran parte del cual se está dando en los barrios y aldeas», mencionaba Leila Sant, representante de la Oficina de Asuntos Públicos de la comunidad bahá’í de España. «Mucha gente lo desea, pero carece de motivación, de confianza en su posibilidad y de una imagen clara de futuro, algo que solo se logra con perspectiva religiosa», concluía.
Desde Madrid hasta Chicago y desde Barcelona hasta Tokyo miles de localidades han conmemorado este doble natalicio. Inspirados en los principios y en el mensaje que aportaron estas figuras relevantes, los bahá’ís extendieron la invitación a las celebraciones a sus vecinos y amigos, junto con los que ya realizan esfuerzos por fomentar comunidades vibrantes en los barrios principalmente.
«Es emocionante ver cómo los niños, los adolescentes y sus familias, independientemente de sus creencias y religión, participan en los esfuerzos que está realizando la comunidad bahá’í por mejorar la sociedad y juntos se esfuerzan en lograr la transformación de sus barrios», resalta Dunia Donaires, tras la celebración del barrio de La Guindalera en Madrid.
A pesar de la intensa persecución que sufrieron El Báb y Bahá’u’lláh a lo largo de toda su vida a finales del siglo XIX en Irán, doscientos años después sus enseñanzas han movilizado a una plétora de personas de diferente procedencia, trasfondo cultural y origen social a unirse para recordar Sus vidas y contribuciones a la causa de la paz y la justicia.
«Muchas de las enseñanzas que trajeron son aceptadas ampliamente por la sociedad actual, enseñanzas como la necesidad de reconocer la unicidad del género humano, la abolición de los extremos de pobreza y riqueza, la igualdad entre el hombre y la mujer, la importancia de una educación universal o de una sociedad pacífica y justa como requisito para el avance de la civilización», señaló Nabil Sant, quien participó en la festividad en Barcelona.
Breve reseña sobre las figuras de El Báb y de Bahá’u’lláh
El Báb (1819-1850) –La Puerta– es considerado por los bahá’ís una Manifestación de Dios independiente, cuya misión fue la de inaugurar un nuevo ciclo en el desarrollo espiritual de la humanidad. Sus escritos prepararon el camino para la venida de Bahá’u’lláh (1817-1892) –la Gloria de Dios–, quien anunció pocos años después de la muerte de El Báb ser el portador de una nueva revelación de Dios para la humanidad que vendría a cumplir las promesas de todos los pueblos y tradiciones del pasado. Por cuatro décadas, mientras era exiliado y prisionero de los Imperios persa y otomano, miles de versos, cartas y libros fluyeron de su pluma, alcanzando unos 100 volúmenes considerados por los bahá’ís escritos sagrados.
Los bahá’ís consideran que en los escritos de Bahá’u’lláh se encuentra de forma potencial un ideario para que la humanidad avance hacia una nueva etapa en su proceso de evolución colectiva, etapa que asocian con el surgimiento de una civilización global. Bahá’u’lláh enseñó que todas las religiones del mundo representan una misma fe, que toda la humanidad es una sola raza destinada a vivir en paz y armonía y que el propósito de la vida es desarrollarse espiritualmente y contribuir al avance de la sociedad, todo ello como preparación para una posterior existencia eterna:
Este es el tiempo para alentar y refrescar al abatido por medio de la tonificante brisa del amor y la fraternidad, y por las aguas vivas de la amistad y la caridad….
Los seguidores de la Fe bahá’í, religión mundial que cuenta con más de 5 millones de seguidores en todo el mundo, y que tiene 175 años de historia, tienen como institución suprema a la Casa Universal de Justicia. Esta Institución, a través de sus cartas, directrices y labor, orienta, inspira y anima a la comunidad mundial bahá’í, a fin de desarrollar su capacidad para aplicar las enseñanzas de Bahá’u’lláh a la mejora del mundo.
Comunidad Bahá’í de España