Las nuevas observaciones revelan flujos suaves de chorros de electrones de alta energía que se mueven a una velocidad de más de 15.000 kilómetros por segundo.
La Misión Multiescala Magnetosférica (MMS, por sus siglas en inglés), un proyecto espacial formado por 4 satélites que fueron lanzados por la NASA en 2015, ha detectado una explosión magnética en el lado nocturno de la Tierra, lo que permitirá entender mejor el fenómeno de la reconexión magnética, según se desprende de un artículo publicado este jueves en la revista Science.
La misión tuvo la oportunidad de obtener imágenes en alta resolución del lado nocturno de nuestro planeta, una perspectiva novedosa que proporciona a la NASA información sobre el funcionamiento de la reconexión magnética, «un proceso de conversión de energía que ocurre en muchos contextos astrofísicos [en todo el universo], incluida la magnetosfera de la Tierra».
Se trata de la primera vez que los científicos consiguen observar este fenómeno gracias a una corriente de partículas alineada simétricamente en forma de cola que, según explica el portal Science Alert, es una «versión más tranquila» de la caótica actividad que se registra en el lado solar de la magnetosfera terrestre. «Cuanto más sepamos acerca de estas reconexiones, más podremos prepararnos para los eventos externos que son posibles a partir [de este fenómeno] alrededor de la Tierra o en cualquier punto del Universo», dijo Roy Torbert, investigador principal adjunto de la MMS.
Los científicos, que ya habían mapeado en octubre de 2015 los detalles de este fenómeno en esta parte de nuestra atmósfera, ahora lo han podido ver, con forma de cometa, en el lado oscuro de la Tierra, lo que les proporciona una visión nueva del mismo, pues revela flujos suaves de chorros de electrones de alta energía que se mueven a una velocidad de más de 15.000 kilómetros por segundo.
La superficie de la Tierra se encuentra protegida de la lluvia constante de electrones y protones de alta velocidad que se desprenden del Sol por medio de «un paraguas magnético«, cuyo «tejido se retuerce y ondula con energía a medida que arrastra las partículas a lo largo de los canales en bucle» y, finalmente, regresa al espacio, recuerda Science Alert. En caso de darse una gran acumulación de estas partículas ello podría «provocar un caos para las redes y sistemas eléctricos».
Lanzada el 13 de marzo de 2015, la MMS es una formación tetraédrica de satélites que tiene por objetivo recopilar información sobre la microfísica de la reconexión magnética, la aceleración de partículas energéticas y la turbulencia, así como los procesos que ocurren en muchos plasmas astrofísicos.