Irán ha rechazado la “falsa e infundada” denuncia lanzada por Estados Unidos sobre presuntos esfuerzos de Teherán para socavar las elecciones estadounidenses.
“El principio de la política de la República Islámica de Irán se basa en la no injerencia en los asuntos internos de otros países”, ha declarado este sábado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi.
El viernes, las agencias de inteligencia y de aplicación de la ley de Estados Unidos expresaron que ciertos gobiernos extranjeros intentan influir en las elecciones de EE.UU., incluida la próxima votación parlamentaria a mediados de noviembre.
“Nos preocupan los esfuerzos de Rusia, China y otros actores extranjeros, incluido Irán, para socavar la confianza en las instituciones democráticas e influir en el sentimiento público y las políticas gubernamentales”, indicó en una declaraciónconjunta la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional.
El portavoz de la Cancillería iraní dijo que las acusaciones de los funcionarios estadounidenses sobre supuestos intentos de Irán de entrometerse e influir en las elecciones del Congreso de EE.UU. son básicamente falsas y tienen motivos políticos.
Qasemi tildó las acusaciones estadounidenses de un “ilusión desconocido” y agregó que la Casa Blanca además ha hecho similares acusaciones contra otros países con “propósitos políticos internos específicos, y que cada día agrega el nombre de un país a su delirante lista”.
Por otro lado, la reclamación se produce cuando las agencias gubernamentales de EE.UU. han dicho que todavía no tienen pruebas de un compromiso o una interrupción del equipo electoral.
Además de las acusaciones contra Irán, Washington ha acusado a las autoridades rusas de injerencias en los procesos democráticos del país.
Rusia, por su parte, tachó de ‘histeria’ las acusaciones de injerencia en el proceso electoral estadounidense en 2016 y advierte de que tal actitud daña las relaciones entre países.