Lejos de intentar salir del callejón golpista y ganar alguna legitimidad institucional, la campaña electoral en Brasil fue envenenada por un aluvión de acusaciones falaces y noticias lanzadas de manera organizada desde la candidatura de extrema derecha de Bolsonaro.
El discurso de odio esparcido por miles de cuentas falsas tuvo un severo impacto en el resultado electoral de la primera vuelta y saltó de las redes sociales a las calles, promoviendo un clima de intolerancia y violencia que llevó a ataques y asesinatos.
Para esclarecer la situación a pocos días de la segunda vuelta, el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica dialogó con la periodista brasileña Vanessa Martina Silva, de Diálogos do Sul, sobre la guerra sucia desatada a través de redes sociales digitales contra la fórmula progresista de Fernando Haddad y Manuela D’Avila.
En la entrevista participaron comunicadores de ALAI, ALER y Pressenza desde Ecuador y Argentina, estando la coordinación técnica a cargo de CORAPE (Ecuador).
El escenario ante la segunda vuelta electoral
Sobre el panorama general hacia la segunda vuelta y cómo se llegó allí, Silva calificó las presentes elecciones de fraudulentas e hizo un recorrido por las distintas etapas del golpe, destacando las movilizaciones de 2013, el no reconocimiento del resultado electoral en 2014, la destitución de Dilma en 2016, el encarcelamiento y proscripción de Lula. Ya desde entonces las redes sirvieron a los propósitos de la derecha.
En relación a la actual andanada de mentiras desatada fundamentalmente a través de la red de mensajería Whatsapp y que ha sido clave para la diferencia lograda por Bolsonaro, la periodista señaló la incoherencia en la actuación del máximo tribunal electoral, cuyo presidente había señalado con anterioridad que la elección sería cancelada si fuese ganada en base a fake news.
Millones de personas recibieron el impacto de la mentira y, aun cuando el Tribunal ordenó retirar parte de la propaganda falsa, aun cuando fantasiosa e inverosímil, persisten luego en la gente dudas sobre su veracidad. “El estrago ya ha sido hecho”, señaló Silva.
¿Por qué la gente da crédito a la información manipulada?
Interrogada sobre el motivo por el cual la gente da crédito a la información manipulada y cómo enfrentar el fenómeno, la periodista indicó que todo va por la vía emocional, a la que es difícil responder con argumentos lógicos. Por un lado, a través de la fe religiosa se conecta con los valores familiares, induciendo –todavía hoy– el temor a la “amenaza roja” o al comunismo.
También se usa la desmejorada situación económica, haciendo culpable al Estado y a los impuestos del desempleo o la baja del poder adquisitivo. Allí aparece la corrupción, difundida a través de los medios, estableciendo una conexión directa con el bolsillo del ciudadano. La conclusión ingenua es que “yo estoy más pobre porque los políticos (del PT) roban”. Se manejan sensaciones, sentimientos, lo puramente individual. “La gente no quiere mirar el todo, sino su propio beneficio, su bolsillo, su familia, su vida”, precisó.
La posibilidad de una contraofensiva
En relación a la posibilidad de una contraofensiva a esta guerra cibernética contra Haddad, la comunicadora brasileña afirmó enfáticamente que dicha acción, apoyada por militantes y muchos otros que ven la amenaza fascista, es posible y que el problema radica en perforar las burbujas, los círculos cerrados que crean los algoritmos en facebook y twitter. Sin embargo, estamos “peleando con piedras y ellos con misiles teledirigidos”. Se está trabajando a partir de los ámbitos más cercanos por las redes, pero lo que está funcionando muy bien, es la comunicación directa, hablar con la gente en la calle. Mucha gente se está movilizando para conversar y distribuir material en plazas, en terminales de trenes y autobuses, en escuelas, universidades. “Estamos perdiendo 7 a 1 [1] en las redes, pero en las calles la gente es todavía muy receptiva, se logra aclarar y hacer llegar nueva información que las personas no tenían antes. Ellos no ven los videos de Bolsonaro con expresiones racistas, machistas, homofóbicas, sino que reciben la información de que nosotros mentimos al señalarle esas características”. Estamos intentando romper eso con los medios a nuestro alcance, “como podemos”- indicó la entrevistada.
Prácticas ilegales en la campaña digital
En relación al escándalo develado de donaciones empresariales y venta de bases de datos prohibidas por la legislación vigente y la posibilidad de que ello invalide la candidatura de Bolsonaro, Vanessa Silva indicó que eso sucedería en un marco democrático, inexistente en la actual situación, marcada por fraudes de diverso tipo. “Por muchísimo menos, Dilma perdió su mandato”.
Se trata de un crimen electoral muy grave. Frente a eso se está actuando en tres frentes. Solicitando que la justicia invalide la candidatura, en la opinión pública –mostrando la corrupción de Bolsonaro– e intentando impedir el disparo de mensajes maliciosos en la semana previa a la segunda vuelta. “Muchos votantes se definen en los tres días previos, incluso el mismo día de la elección. El Tribunal Superior Electoral debe levantar esos mecanismos de la red, pero tardan mucho y sólo lo hacen cuando el mal está hecho”, apuntó Silva.
Aun cuando la derecha tiene “vacunas” a modo de antídoto, la revelación puede tener un impacto favorable para Haddad y puede hacer la diferencia.
Influencia militar y de las iglesias evangélicas
Con referencia a una posible intervención militar en la campaña de Fake News, la comunicadora señaló la creciente influencia militar sobre el gobierno Temer y el poder judicial, así como también el cerrado apoyo que ahora –luego de divergencias iniciales– recibe la candidatura de Bolsonaro desde del sector militar. Actualmente se baraja como hipótesis, sin contar con pruebas por ahora, que en esta guerra sicológica servicios de inteligencia y aportes financieros del exterior estén involucrados, más allá del explícito apoyo dado por Roger Stone, artífice de la campaña de Trump.
Respecto al significativo éxito electoral de sectores evangelistas no sólo en Brasil, sino en toda la región, esto se ha venido construyendo desde el concepto de salvación individual y de posibilidad de prosperidad económica a partir de la fe, muy similar a la ideología de las iglesias estadounidenses. Las iglesias evangélicas han crecido mucho a partir del “diezmo” y elaborado una estrategia de poder político que ha llevado a una fuerte presencia legislativa.
¿Restringir funciones para evitar manipulaciones? “No les interesa, es parte del juego”
Sobre solicitar a la red misma la restricción de algunas de sus funciones para impedir la proliferación de información manipulada –en lo que hay antecedentes– la comunicadora popular se mostró escéptica. Quizás hagan algo, pero siempre después, igual que sucedió con Facebook con posterioridad a la victoria de Trump. “A ellos no les interesa, es parte del juego”, concluyó.
El video de la entrevista completa está en el vínculo https://bit.ly/2Cv91fA
[1] En referencia irónica a la derrota sufrida por Brasil ante Alemania en la semifinal del Mundial de Fútbol 2014