15 autobuses enviados por el gobierno sirio al Líbano, están trayendo a más de 800 refugiados que habían huido del enfrentamiento bélico en Siria. La situación más estabilizada está haciendo que sean muchos los que vuelven al país. Sobre todo, los habitantes de las ciudades que habían estado bajo el control del Estado Islámico y otros grupos terroristas y que ya fueron liberadas.
Tres paso fronterizos han sido custodiados por las Seguridad Nacional libanesa para apoyar el retorno de los refugiados sirios, que no para de aumentar en volumen, según autoridades militares libaneses.
La Agencia de la ONU para los Refugiados comprobó que el regreso fuera por propia voluntad de los desplazados. Los representantes de ACNUR, que conversaron con quienes volvían, aseguraron que estaban “felices de regresar”.
La televisora libanesa LBCI informó que desde el domingo los agentes de la seguridad libanesa trabajaron en la preparación del retorno, a manera de garantizar agilidad en el proceso. En ocasiones anteriores los refugiados se encontraron retenidos durante días en la frontera, algo que busca evitarse.
El mayor general Abbas Ibrahim aseguró en septiembre que 50 mil refugiados se habían ido del Líbano y que según cálculos de la Seguridad General libanesa, podrían llegar a ser 200 mil los que abandonen el país antes de fin de año.
La mejora de la situación en Siria llama a los sirios a volver a su tierra, pero también la degradación de las condiciones de vida en los campamentos para refugiados y el estado de desgobierno que se vive en el Líbano, hundido en una grave crisis política desde hace años.