La gran mayoría de la población mundial sigue en espera de una mayor seguridad laboral, mejores salarios y acceso a la protección social universal, advierten los sindicatos antes de la reunión de Ministros de Trabajo del G20 en Argentina, los días 6 y 7 de septiembre.
“La desigualdad es más alta que nunca y aumenta sin que se observen indicios de que disminuya, mientras que los salarios de los trabajadores y trabajadoras se estancan al tiempo que la productividad y las ganancias se disparan. El crecimiento económico mundial no llega a los bolsillos de los que trabajan. En cambio, la concentración de la riqueza cada vez es mayor, con 50 empresas que poseen juntas una riqueza equivalente a 100 países. El dominio de las empresas digitales cuyas descomunales cotizaciones en bolsa no se basan en beneficios reales es un riesgo para los trabajadores, la competencia, los ingresos fiscales y la economía en general”, señala Pierre Habbard, Secretario General, de la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC).
El actual modelo económico ha contribuido a la disminución de la participación laboral del ingreso en todos los lugares del mundo, así como a dejar los salarios sistemáticamente rezagados con respecto del crecimiento de la productividad, un modelo que niega a los trabajadores la parte justa que les corresponde de los frutos del progreso económico.
El noventa y cuatro por ciento de los trabajadores y trabajadoras de las cadenas mundiales de suministro tienen un empleo de bajos salarios, carentes de estabilidad y, a menudo, sin condiciones de seguridad. En el mundo, el setenta por ciento de las personas carecen de protección social, o tienen una protección social inadecuada mientras que 21 billones de USD se encuentran escondidos en paraísos fiscales.
“Elevar los salarios, fortalecer la protección social, mejorar la negociación colectiva y reducir la desigualdad puede aumentar las tasas de empleo, reducir el sector informal, fortalecer la demanda agregada y promover el desarrollo económico y el crecimiento en general», afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.
Sin embargo, los datos de las tendencias a cinco años del Índice Global de Derechos de la CSI muestran el declive de la negociación colectiva y los derechos de los trabajadores entre 2014 y 2018:
– la exclusión de la libertad sindical ha aumentado en un 15% (en 80 de 92 países);
– las violaciones de la negociación colectiva se han incrementado en un 32% (en 87 de 115 países);
– la violación del derecho de huelga ha aumentado en un 41% (en 87 de 123 países).
Los sindicatos piden a los Ministros de Trabajo del G20 que se comprometan a llevar a cabo un plan de nueve puntos, que profundiza y va más allá de los compromisos anteriores:
– Garantizar unos salarios mínimos vitales, establecidos y ajustados en función del costo de la vida;
– Promover los derechos fundamentales de sindicalización y negociación colectiva, en especial en materia de salarios;
– Reforzar e invertir en sistemas universales de protección social;
– Eliminar de las cadenas mundiales de suministro la precariedad, el trabajo informal, la esclavitud y el trabajo infantil, y garantizar la responsabilidad de las empresas respecto de sus obligaciones hacia los trabajadores, incluso mediante la incorporación de la debida diligencia en materia de derechos humanos en todas sus actividades;
– Abordar el cambio climático y contribuir a la realización de los objetivos del Acuerdo de París sobre el Clima mediante la promoción y aplicación de estrategias para una transición justa hacia una economía baja en carbono;
– Preparar a los trabajadores/as para una transición justa hacia un futuro del trabajo digital;
– Promover la igualdad de género en el mercado laboral e invertir de forma masiva en la economía del cuidado y en formación, para crear nuevos empleos y formalizar el trabajo de otros millones de trabajadores/as de la economía informal; también se tiene que abordar el problema de la violencia en el lugar de trabajo, en particular con leyes relativas a los permisos por violencia doméstica;
– Abordar los elevados y persistentes niveles de desempleo juvenil, por medio de políticas activas del mercado de trabajo e inversión en la formación formal; y
– Planificar la integración de refugiados y migrantes, eliminando los obstáculos a la inclusión social.
El G20 no debe perder de vista los compromisos asumidos sobre la participación de la renta del trabajo, los principios de salarios justos, los derechos de los trabajadores/as dentro y fuera de las cadenas mundiales de suministro, la participación igualitaria de mujeres y hombres en el empleo y los salarios, la inclusión de los jóvenes, la salud y la seguridad laboral y el desarrollo de competencias.
«En los últimos años, los Ministros de Trabajo del G20 declararon que la violación de los derechos de los trabajadores/as no podía formar parte de la competencia. Esta declaración debe hacerse realidad. Todos los empleadores deben asumir la responsabilidad del trabajo decente para todos sus trabajadores/as, ya sean empleados directos o contratistas en las cadenas de suministro”, comentó Sharan Burrow.
Las últimas conclusiones del índice de esclavitud Walk Free de 2018, hacen que el cumplimiento de este compromiso sea un imperativo. Los países del G20 importan anualmente más de 354 mil millones de USD en productos “de riesgo”, producidos en sectores de países donde las personas son sometidas a trabajos forzosos.
Según Walk Free, doce países del G20 aún no han promulgado leyes ni políticas formales para impedir que las empresas obtengan productos del trabajo forzoso. Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y EE. UU. ya han introducido o están tomando medidas para introducir leyes que aborden la esclavitud moderna; los demás países deben hacer lo mismo.
“Desigualdad, desempleo, esclavitud moderna, niveles históricos de desplazamiento de personas, violencia contra las mujeres, jóvenes marginados, aumento del conflicto militar con una escalada del gasto en armamento: vivimos en un mundo fracturado y corresponde al G20 mostrar liderazgo para efectuar el cambio. Es preciso reescribir las reglas de la economía mundial para dar paso al crecimiento de economías sostenibles, aseguró Burrow.
Labour 20 celebra una cumbre de dos días en Mendoza, Argentina, del 4 al 5 de septiembre, antes de una consulta con los Ministros de Trabajo y Empleo del G20.