Iván Duque arriba este viernes a su primer mes como presidente de Colombia, si bien el nuevo mandatario ha señalado su disposición a seguir a con el proceso depaz adelantado por su antecesor Juan Manuel Santos, el asesinato de líderes sociales y la revisión de las conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN ) muestran una realidad opuesta.
Negociación con el ELN
Este viernes terminó la evaluación por parte del gobierno del presidente Iván Duque a los 17 meses de negociación que el exmandatario Juan Manuel Santos adelantó con el ELN.
El pasado jueves el comandante del ELN y jefe de la Delegación de Diálogos, Pedro Beltrán, presentó la evaluación de los alcances de la Mesa de Conversaciones en el marco de la semana de la paz establecida del 2 al 9 de septiembre de este año.
Beltrán expresó el deseo de seguir avanzando en las conversaciones de paz con el nuevo Gobierno de Iván Duque, con la participación de la sociedad.
En este sentido el pasado 29 de agosto los integrantes de la Comisión de Paz del Congreso de Colombia instaron al presidente Duque a que no abandonar los esfuerzos de paz en el país y mantenga el diálogo con el ELN.
A pesar de la disposición del ELN, el Gobierno de Duque ha establecido condiciones para el proceso formal de diálogos de paz.
Asesinato de líderes sociales
Durante el primer mes de gobierno, Iván Duque no ha tomado acciones para garantizar la seguridad de los líderes sociales en Colombia a pesar de los recientes asesinatos.
Durante el 2018 al menos 158 líderes sociales han sido asesinados, 364 desde la firma de los acuerdos de paz el 24 de noviembre de 2016 y 465 desde el primero de enero de ese año.
A pesar de su compromiso de avanzar en el proceso de implementación del acuerdo de paz entre el Gobierno y las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la falta de atención por parte de Duque a la ola de asesinatos a líderes sociales pone en duda su disposición a seguir el proceso de pacificación.
Acuerdos de paz
En los primeros días de su mandato Duque expresó su compromiso de avanzar en el proceso de implementación de los acuerdos de paz firmados con el exgrupo insurgente FARC-EP, actualmente el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Durante su campaña electoral, el entonces candidato era un fuerte crítico del Acuerdo de paz y apostaba por la revisión del mismo.
A pesar del anuncio de Duque el proceso de implementación de los puntos del acuerdo han tenido un lento avance en el Congreso.
La FARC exigió nuevamente al Gobierno colombiano el cumplimiento del Acuerdo de Paz que, luego de casi dos años de su firma, no se ha podido aplicar por completo.
“Su cabal implementación es absolutamente necesaria y urgente para el futuro del país y sus nuevas generaciones”, apuntó este domingo el Pleno del Consejo Nacional de los Comunes en su declaración política.
Lucha anticorrupción
En una reunión en la Casa de Nariño, el presidente Duque logró reunir a todas las fuerzas políticas del país con el propósito de construir un gran acuerdo en contra de la corrupción.
Después de varias horas, se fijó un plan en conjunto con los promotores de la fallida Consulta Anticorrupción que, aunque no logró pasar el umbral de más de 12 millones 140 mil votos en la convocatoria del 26 de agosto, obtuvo la nada despreciable cifra de 11 millones 671 mil participaciones.
Tras la reunión, el pasado 28 de agosto Duque radicó en el Congreso un nuevo proyecto de ley para combatir la corrupción. Con ese gesto, la agenda anticorrupción se convierte en la principal asignatura de su gobierno.
Sin embargo la elección del contralor Fernando Carrillo Flórez desató una serie de críticas por la vinculación al expresidente Álvaro Uribe Vélez quien mantiene causas en su contra por parte de la Justicia Colombiana.