El 29 de agosto es el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, por eso hoy se realizó en la Asamblea General de Naciones Unidas un evento del que participó el secretario general del organismo, el portugués António Guterres.
La reunión de alto nivel busca darle impulso a la campaña contra los ensayos de armas nucleares y encaminar la desnuclearización de los países.
Con un poco de retraso se realizó esta reunión que continúa destacando la necesidad de la aprobación definitiva del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares. Hasta hoy se han generado moratorias que permitieron eludir la prohibición mundial que existe y que es jurídicamente vinculante.
Hace 22 años de su aprobación, pero sigue sin entrar en vigor por la influencia y los votos decisivos con los que cuentan las potencias nucleares en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“La historia de los ensayos nucleares está llena de sufrimiento que no entiende de límites ni de condiciones humanas: sus devastadoras consecuencias afectan al medio ambiente, la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico”, señaló Guterres, quien expresó que desde 1945 se han realizado casi dos mil.
“La moratoria voluntaria nunca es un sustituto de una prohibición legal completa. Exhorto a los estados restantes a firmar y ratificar”, expresó Miroslav Lajcak, presidente de la Asamblea General de la ONU en su 72 período de sesiones.
El 10 de septiembre la Conferencia de Desarme de Ginebra aprobó este tratado, que fue ratificado por 166 países y fue firmado por 183. Sin embargo su vigencia se diluye al no haber sido ratificado por los ocho países con capacidad nuclear: China, Egipto, India, Irán, Israel, Pakistán, Corea del Norte y los Estados Unidos.