¿Servirá la miseria para despertar a un pueblo golpeado pero dormido?
¿Servirá la penuria del despedido, la desazón del desclasado, la marginalidad del postergado para que, ahora sí, mi pueblo dignamente se defienda?
¿Alcanzará la enfermedad del abuelo sin remedios, la desesperación de la madre sin alimentos, la angustia del padre sin empleo, para que, por fin, las amplias mayorías digan «Basta»?
¿Hasta cuándo los banqueros sin corazón ni patria arrasando con todo?
¿Hasta cuándo el poder financiero alzándose con lo público y fugándolo?
¿Hasta cuándo los depredadores especuladores encima nuestro violentándonos?
¿Hasta cuándo?