El candidato presidencial de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, se ganó gran parte de su reputación mediante una retórica chocante y sexista. Pero los comentarios resultaron contraproducentes entre una gran parte del electorado: las mujeres.
El índice de rechazo del ex capitán del Ejército aumentó al 50 por ciento entre las votantes, incluso mientras yace en una cama de hospital tras haber sido apuñalado por un fanático el 6 de septiembre. Una campaña en las redes sociales contra su candidatura está ganando popularidad con la etiqueta #EleNão, que significa ÉlNo en portugués. Las mujeres planean manifestaciones en todo el país para protestar contra el candidato el 29 de septiembre.
Entre sus comentarios indignantes, Bolsonaro dijo en el pasado que una congresista era “demasiado fea para merecer que la violaran”, describió el nacimiento de su hija como un momento de “debilidad” después de sus cuatro hijos, y dice que no hay problema si las mujeres reciben salarios más bajos que los hombres por el mismo trabajo porque ellas se quedan embarazadas. Su campaña cayó a un nuevo mínimo entre las mujeres la semana pasada cuando su elección para el cargo de vicepresidente, el general Hamilton Mourão, dijo que las familias pobres dirigidas por madres solteras y abuelas eran “fábricas de inadaptados”.
Bolsonaro posteriormente rechazó los comentarios de su compañero de fórmula. Si ningún candidato gana más del 50 por ciento en la primera ronda, los dos con más votos se enfrentarán en una segunda ronda, donde la alta tasa de rechazo de Bolsonaro podría ser un gran obstáculo. Las encuestas de opinión muestran que está igualado estadísticamente o que perdería ante sus posibles contendientes. Un portavoz de prensa de Bolsonaro dijo a Bloomberg que la campaña no deseaba comentar sobre el tema.
La campaña de Bolsonaro cayó a un nuevo mínimo entre las mujeres la semana pasada cuando su elección para el cargo de vicepresidente, el general Hamilton Mourão, dijo que las familias pobres dirigidas por madres solteras y abuelas eran “fábricas de inadaptados”.
“Mentalidad machista”
En las calles de la capital, Brasilia, el enojo entre algunas mujeres era evidente. “Me dan pena las mujeres que votan por Bolsonaro, no entienden la vida”, dijo Stefani Martins, estudiante de 27 años. “Tiene esa antigua mentalidad machista”.Incluso algunas famosas se unieron al coro. “No votaría por un candidato misógino y homófobo”, dijo la estrella del pop brasileña Anitta a sus 7,4 millones de seguidores de Twitter en un video, aunque no mencionó el nombre de ningún candidato.
La cantante británica Dua Lipa fue más allá y reenvió por Twitter una columna de opinión del New York Times contra Bolsonaro con la etiqueta “EleNão”. En tanto, una página de Facebook llamada “Mujeres unidas contra Bolsonaro” ganó alrededor de 3 millones de seguidores cuando sus administradores recuperaron el control del grupo después de un ataque informático.
Incomprendido
No obstante, el exparacaidista tiene un índice de aprobación del 20 por ciento entre las mujeres, según la última encuesta de Ibope, el más alto de todos los candidatos. Los partidarios de Bolsonaro tienden a pasar por alto sus comentarios polémicos. “Es muy elocuente y eso no siempre se entiende”, dijo Janaína Paschoal, profesora de Derecho y una de las autoras de la solicitud de destitución por el Congreso de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, que más tarde se unió al partido de Bolsonaro. “¿Qué prefieren las mujeres: un candidato más duro que continúe limpiando el país, o un candidato supuestamente amable que traiga de nuevo al Partido de los Trabajadores?”
A pesar de representar el 52,3 por ciento del electorado, las mujeres de Brasil estuvieron subrepresentadas durante mucho tiempo en la política del país. Poco menos del 10 por ciento del Congreso son mujeres y solo hay una mujer entre los 13 candidatos presidenciales que se presentan a estas elecciones. Sin embargo, según muestra la historia, las mujeres salen a votar el día de las elecciones, según el científico político Jairo Nicolau, profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro. “Ningún candidato en ninguna elección anterior tuvo una diferencia tan grande entre hombres y mujeres como Bolsonaro tiene este año. Este abismo es un gran obstáculo para él”, dijo Nicolau. “Además de la disparidad que ya existe, las mujeres están comenzando a movilizarse y estos movimientos están ganando impulso”.