El pasado jueves 16 de agosto se aprobó en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Santa Rosa la ordenanza que instituye el Presupuesto Participativo y que pone a consideración de los vecinos y vecinas un porcentaje del presupuesto (mínimo del 1 %) para la presentación de proyecto de obras, servicios y Políticas sociales. En la presente semana el ejecutivo municipal presidido por el intendente Leandro Altolaguirre de la UCR, promulgó la implementación de dicha ordenanza.
El proyecto fue presentado por la Concejala humanista Alba Fernández del Frente Pampeano para la Victoria junto con su equipo de trabajo. Dicho proyecto establece en los considerandos un primer abordaje sobre de que se trata esta propuesta, definiendo al Presupuesto Participativo como una herramienta de gestión asociada en el marco de una estrategia política orientada a democratizar la relación Estado-sociedad, construir ciudadanía, redistribuir recursos públicos con criterio de justicia social y propiciar la organización comunitaria y participativa en pos de que el pueblo sea activo sujeto de la vida política comunal, provincial y nacional.
Esta propuesta nacida en Porto Alegre en el año 1989 y difundida por el resto del mundo, contando con más de 40 municipios donde se está implementando en nuestro país, tiene características especiales que fueron consideradas para su adaptación a nuestra ciudad. En particular la posibilidad de que la partida asignada a cada barrio tenga en cuenta el incremento del pago de tasas en relación a la recaudación de ese barrio en el año anterior.
Esta particularidad apunta a un tema central en Santa Rosa, que tiene que ver con la baja recaudación en concepto de pago de tasas, y busca reconstituir con lazo con la ciudadanía dañado por la falta posibilidades de dar respuesta por parte del ejecutivo municipal en un contexto de deterioro significativo de la ciudad.
También considera una implementación gradual a través de las Comisiones Vecinales, para que el Presupuesto Participativo pueda empezar a consolidarse en algunos barrios primeramente, que puedan servir de experiencia acumulada y así poder llevarlo paulatinamente al resto de los barrios de la ciudad. Se estipuló incorporar a dos barrios como mínimo por año.
De mayo a septiembre de cada año se realizarán las Asambleas participativas donde los vecinos y vecinas de nuestra ciudad podrán debatir sobre las problemáticas, definir prioridades de acuerdo a sus necesidades específicas, presentar proyecto que serán evaluados técnicamente para considerar la factibilidad de poder implementarse, y por último la votación de estos proyectos. También está prevista la posibilidad de controlar la ejecución de las obras a cargo del ejecutivo municipal.