Por Evelyn A. Buenaño Ramírez (Perú)
Reflexionar acerca de la situación de las niñas afroperuanas es una tarea relevante y compleja a la vez, dado que se trata de una realidad poco abordada. En los planos político y social, tanto la niñez afrodescendiente en general como las niñas afroperuanas en particular son sujetos invisibles en la agenda pública del Estado, de la Sociedad Civil y de la Cooperación Internacional.
Actualmente, más de 31 millones de niñas y niños en América Latina son afrodescendientes. Los países con mayor cantidad de niños y niñas afrodescendientes son también aquellos que presentan las mayores desigualdades en relación con los derechos a la información, educación y servicios básicos (Cepal, 2012). En el Perú, tal como es la tendencia en toda América Latina, aproximadamente siete de cada diez niñas y niños afrodescendientes viven en zonas urbanas (Cedet, Grade, Plan, 2013), frecuentemente ubicadas en grandes bolsones de pobreza y situados en la costa del país, lo que en la mayoría de los casos los mantiene invisibles para los promedios nacionales.
Uno de los problemas centrales que afecta la vida de las niñas y los niños afroperuanos es el racismo y la discriminación racial de la que son víctimas a lo largo de su vida, problemas que pretenden definir el color y el alcance de sus sueños y que se manifiestan en el relacionamiento que sostienen ellas y ellos a lo largo de su vida. La discriminación racial reduce sus posibilidades de acceder a servicios de calidad, los convierte en víctimas de violencia, les demanda renunciar a su identidad cultural, bloquea sus oportunidades de acceso a una educación de calidad y a construirse una forma de vida que trascienda los estereotipos asignados históricamente.
Existe una tarea pendiente en relación con la protección, el bienestar y el desarrollo de la niñez afroperuana, así como con su visibilización no solo como receptor pasivo de las luchas y conquistas del movimiento afrodescendiente sino como actor estratégico y protagónico en la configuración de nuevas prácticas de resistencia, inclusión y desarrollo, las cuales respondan a las formas en que se recrean el racismo, las desigualdades y la exclusión social. INFORMACIÓN COMPLETA AQUÍ.