Ayer comenzó una semana de debate en la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, cuando se multiplicaron los llamados a favor de una norma internacional que prohíba el desarrollo y el uso de armas totalmente autónomas.
Las voces de la sociedad civil y del mundo de la investigación se multiplican para que los Estados miembros de las Naciones Unidas decidan iniciar negociaciones sobre un Tratado que prohíba los sistemas de armamento que, una vez activados, fueran capaces de seleccionar y atacar objetivos sin intervención humana. La Campaña Internacional para “Detener a los Robots Asesinos” -de la que forma parte la Red de Desarme- insta a los Estados participantes de la Sexta Reunión Internacional sobre los Sistemas Letales de Armas Autónomas (LAWS, por sus siglas en inglés), que comenzó ayer en la ONU en Ginebra, a que voten a finales de esta semana sobre un mandato de negociación explícito para dicha norma internacional de prohibición.
«Cada vez está más claro que la opinión pública se opone firmemente a la idea de que se permita a las máquinas seleccionar objetivos y utilizar la fuerza letal sin ningún control humano significativo. Permitir tal evolución sería aberrante, inmoral y una afrenta al concepto de dignidad humana y a los principios de la humanidad«, dijo Jody Williams, Premio Nobel de la Paz en 1997 y presidenta de la Iniciativa de Mujeres Nobel. «Ha llegado el momento de que los gobiernos escuchen las crecientes demandas de un nuevo estándar internacional que prohíba los llamados Robots Asesinos.
Se espera que más de 70 países participen en la sexta reunión de la Convención de las Naciones Unidas sobre Armas Convencionales (CCW, por sus siglas en inglés) convocada para discutir los sistemas de armas autónomas letales del 27 al 31 de agosto de 2018. El debate debería proporcionar una serie de recomendaciones para los futuros trabajos sobre este tema. La CCW opera bajo normas de procedimiento para el consenso, de modo que cada estado individual puede oponerse y potencialmente bloquear una propuesta para iniciar negociaciones. Los graves problemas jurídicos, operacionales, morales, técnicos y de proliferación que plantean las armas letales totalmente autónomas han sido objeto de gran atención desde la primera reunión de la Convención sobre ciertas armas convencionales celebrada al respecto en mayo de 2014. Sin embargo, después de todo este tiempo, los Estados aún no se han puesto de acuerdo sobre la respuesta regulatoria necesaria para abordar el problema humanitario y los desafíos de seguridad internacional planteados por los Robots Asesinos. Recientemente, Austria y otros Estados propusieron iniciar negociaciones en 2019 sobre un nuevo tratado de prohibición, a fin de mantener un control humano significativo sobre los sistemas de armas.
La Campaña Internacional para “Detener a los Robots Asesinos” insta a los Estados a que apoyen las propuestas de un nuevo mandato en la reunión anual de la CCW, que se celebrará en noviembre próximo, con miras a negociar un nuevo Protocolo para finales de 2019. En la última reunión, celebrada en abril, la lista de países que han pedido explícitamente la prohibición de las armas totalmente autónomas se elevó a 26, con la adición de Austria, China, Colombia y Djibouti. Prácticamente todos los Estados que han intervenido en los debates hasta la fecha, incluida Italia con una posición clara al respecto, han subrayado la necesidad de mantener el control humano sobre los sistemas de armas y el uso de la fuerza. Francia y Alemania se han negado a cumplir la petición de una prohibición normativa proponiendo, en cambio, una declaración política demasiado débil sobre el concepto de control humano, que la campaña Stop Killer Robots (Detener a los Robots Asesinos) rechazó por considerarla como no apropiada y poco ambiciosa. Italia también considera hasta ahora que el camino a seguir es a través de declaraciones políticas en lugar de normas vinculantes.
Durante la última reunión, Francia, Israel, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos se negaron explícitamente a iniciar negociaciones hacia una nueva ley internacional sobre las armas totalmente autónomas. Estas y otras potencias militares están invirtiendo fondos considerables en drones armados y otros sistemas de armas con niveles decrecientes de control humano: la preocupación de la sociedad civil internacional es que los avances de la tecnología y la inteligencia artificial harán cada vez más práctico el diseño de sistemas de armas capaces de funcionar sin ningún control humano significativo. Si la tendencia hacia la autonomía continúa al ritmo actual a corto plazo, la intervención humana comenzará a desaparecer del ciclo de toma de decisiones para algunas acciones militares, tal vez manteniendo sólo una función de supervisión limitada o simplemente estableciendo parámetros amplios para cada misión. Una suma de dinero disponible para el desarrollo de armas completamente autónomas se incluirá en el Fondo Europeo de Defensa que se está negociando, a pesar de que el Parlamento Europeo ha votado recientemente una resolución que pide la prohibición de los Robots Asesinos. Una moción similar fue aprobada por el Parlamento belga: «La intención de la Red Italiana para el Desarme es pedir al Parlamento italiano que discuta el tema y promueva un liderazgo de Italia en la prohibición de armas completamente autónomas -subraya Francesco Vignarca, coordinador de la Red para el Desarme-. El año pasado celebramos un primer debate con resultados débiles e insatisfactorios. Esperamos que el nuevo Parlamento aborde la cuestión desde una perspectiva diferente, escuchando también las preocupaciones técnicas y militares de la comunidad científica internacional y las de carácter ético expresadas en varias ocasiones también por la Santa Sede».
«Las promesas de mayor transparencia y las declaraciones políticas débiles son insuficientes para abordar las consecuencias de gran alcance que se producirían con la creación de armas totalmente autónomas» – dijo Mary Wareham de Human Rights Watch, coordinadora de la Campaña Internacional – «nada menos que un Tratado de Prohibición será necesario para limitar efectivamente el desarrollo de la autonomía en las funciones críticas de los sistemas de armas y para evitar deshumanizar el uso de la fuerza.
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La Campaña para Detener a los Robots Asesinos (de la que la Red Italiana para el Desarme es miembro) es una coalición global de organizaciones no gubernamentales lanzada en abril de 2013 que está trabajando para prohibir preventivamente la producción y el uso de armas completamente autónomas «FAWS» (también conocidas como sistemas de armas autónomas letales «LAWS»). La campaña se opone fundamentalmente al hecho de que se permita a las máquinas disponer de la vida humana en el campo de batalla o en la intervención policial, el control fronterizo y otras circunstancias similares.
Desde el pasado mes de abril (fecha de la última reunión de la CCW sobre armas autónomas) se ha producido un aumento del número de solicitudes para hablar sobre los Robots Asesinos:
En su «Agenda para el Desarme» publicada en mayo, el Secretario General de la ONU, Antonio Gutiérrez, se ofreció a ayudar a los Estados a desarrollar nuevas medidas que incluyan «disposiciones jurídicamente vinculantes» para garantizar que «los seres humanos permanezcan en pleno control del uso de la fuerza».
El 4 de julio, el Parlamento Nacional belga aprobó una resolución por la que se prohíbe el uso de armas totalmente autónomas, que estipula que el ejército belga nunca podrá utilizar esas armas en operaciones militares.
El 7 de junio, Google difundió una serie de principios éticos que comprometen a la empresa no diseñar o desarrollar inteligencia artificial para su uso en armas. La decisión se tomó después de que Google accediera a poner fin a su participación en un programa del Pentágono llamado Proyecto Maven, cuyo objetivo era identificar objetos contenidos en imágenes de vídeo recogidas por drones militares.
Traducido del italiano por María Cristina Sánchez