Por Enric Llopis para Rebelion.org
En abril de 2017 Estados Unidos lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea de Al Shayrat, en la provincia Siria de Homs. Cada uno de los misiles tiene un costo de 1,4 millones de dólares. El día después del ataque las acciones de la empresa Raytheon, fabricante del Tomahawk, aumentaron el 1,7% en la bolsa de Nueva York, con lo que los inversores aplaudieron la decisión del presidente Trump. También creció el valor de las acciones de otras compañías del sector militar, informó la Agencia Efe, como Boeing, Lockheed Martin o Northrop Grumman. “Esto es el complejo militar-industrial”, afirma el investigador del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, Pere Ortega.
Según el Instituto de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI), las principales corporaciones por venta de armas y servicios militares en 2016 fueron las estadounidenses Lockheed Martin, Boeing, Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics; la británica BAE Systems y el consorcio europeo Airbus. Las cien mayores empresas de la industria global del armamento sumaron en 2016 ventas por valor de 374.800 millones de dólares, lo que supone un incremento del 38% desde 2002. Encabezan la ratio de ventas en 2016 las compañías norteamericanas (217.200 millones de dólares), seguidas por las de Europa occidental (91.600 millones) y Rusia (26.600 millones); las empresas chinas no figuran en el listado del SIPRI.
Una parte de la información se incluye en el documental “Los hilos del tablero”, producido por el Colectivo Miradas y Telesur en colaboración con el Centre Delàs, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)-País Valenciano y Desarma Madrid, entre otros colectivos. El audiovisual de 55 minutos, que culmina dos años de investigación, producción y montaje, indaga en el origen de las guerras, los responsables y da voz a las víctimas. El director, José Gayá, y el Colectivo Miradas han realizado asimismo los documentales “Cuando las gotas se hacen lluvia” (2015), sobre la crisis económica, los recortes y las respuestas ciudadanas; “Migración: desplazamiento forzoso” (2007); “La Sexta” (2006), sobre las asambleas del EZLN y la Declaración de la Selva Lacandona; “Plan Puebla-Panamá: la conquista sigue” (2005-2006) y “Guatemala: la tierra arrasada” (2004), entre otros. “Los hilos del tablero” fue emitido el 13 de mayo en Telesur, y durante el mes de junio se presentó en Madrid, Pedreguer (Alicante) y el Centre Social Ca Revolta de Valencia.
El gasto militar global alcanzó en 2017 la cifra de 1,7 billones de dólares, según el SIPRI, lo que supone un aumento del 1,1% respecto a 2016. Los países miembros de la OTAN totalizaron el 52% del desembolso mundial. Con un gasto en 2017 de 610.000 millones de dólares, Estados Unidos invierte en defensa una cantidad superior a la suma de los siete países siguientes en la ratio (además Trump ha firmado un presupuesto militar “record” de 716.000 millones de dólares para el año fiscal 2019. “Para entregaros los mejores aviones, barcos, tanques y misiles; nadie los hace como nosotros”, dijo en un acto con militares en la base de Fort Drum). En segunda posición en el listado del SIPRI se sitúa China, con un gasto en defensa de 228.000 millones de dólares (es el país que registra un mayor incremento); seguida por Arabia Saudí (69.400 millones) y Rusia (66.300 millones).
El documental del Colectivo Miradas introdujo la cámara y los micrófonos en el Salón de tecnologías de Seguridad y Defensa Homsec, que celebró la sexta edición (marzo de 2017) en la Feria de Madrid. Así, recoge las palabras del exministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, del PP, en la tribuna del certamen: “Ésta es una oportunidad real para crear una red de contactos y oportunidades de negocio entre las empresas y las instituciones, entre lo público y lo privado”. Según el Centre Delàs, el gasto militar “real” del estado español en 2018 se eleva a 54,6 millones de euros diarios, es decir, el 4,4% de los Presupuestos Generales. Asimismo España es el séptimo exportador mundial de grandes armas.
En el documental interviene el director comercial de MBDA-España, Fernando Mato: “Diseñamos y producimos todos los sistemas de misiles que necesitan las Fuerzas Armadas”. El grupo europeo MBDA, en el que participan como socios Airbus (37,5%), BAE Systems (37,5%) y Leonardo (25%), fabrica el misil de crucero naval MdCN, que Francia empleó por primera vez en el ataque a Siria del pasado 14 de abril. Durante la agresión militar, Francia y Gran Bretaña también lanzaron desde aviones de combate los misiles Scalp (en Reino Unido denominados Storm Shadow), producidos por MBDA. El gigante europeo presentó en la feria Homsec-2017 el Mistral ATLAS-RC, nuevo lanzador de misiles antiaéreos que ha ofrecido al Ministerio de Defensa español.
En la feria de tecnología armamentista, el Colectivo Miradas puso el foco en los anagramas de Indra, multinacional española cuyo principal accionista es un organismo público, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). En la página Web, Indra señala que sus sistemas de control “protegen” 5.700 kilómetros de frontera terrestre y marítima en diferentes países; entre las aplicaciones, figura la vigilancia contra la “inmigración ilegal” (sic). Esta empresa es, asimismo, una de las principales suministradoras de tecnología para el caza Eurofighter, que Arabia Saudí está utilizando en los bombardeos contra Yemen.
En el informe “Alerta 2018!” (Icaria), la Escola de Cultura de Pau contabiliza 33 conflictos armados en el mundo en 2017 (14 concentrados en África) y 88 “escenarios de tensión”. El 40% de los conflictos son de “alta intensidad”, es decir, con más de mil víctimas mortales al año y graves impactos en el territorio; por ejemplo en Libia, región Lago Chad, República Democrática del Congo (región de Kasai), Somalia, Sudán del Sur, Afganistán y Filipinas (isla de Mindanao). Asimismo, ACNUR calcula que hay 68,5 millones de desplazados forzosos en el mundo (44.400 nuevos desplazamientos diarios durante 2017) por los conflictos y la violencia generalizada.
El 68% de la población refugiada mundial en 2017 procedía de cinco países, entre los que estaba Somalia (986.400 refugiados). “¡Por favor no más armas para Somalia!”, exclama en el documental Haweya Alí, mujer somalí de 33 años; pide que se fabriquen “otros productos que no maten a la gente, como ropa, medicinas y comida”. Naciones Unidas atribuye al grupo terrorista Al-Shabab más de la mitad de las víctimas civiles en 2016 y 2017. Además de los bombardeos del ejército de Kenia, la Escola de Cultura de Pau subraya el “incremento sin precedentes de la presencia y ataques aéreos de Estados Unidos” en Somalia: 34 ataques en 2017 (concentrados en el segundo semestre del año), más del doble que en 2016 y el triple que en 2015. Pese a que las operaciones militares se dirigieron contra Al-Shabab e ISIS, señala el documento “Alerta 2018!”, “en cinco ataques perpetrados desde julio resultaron muertos o heridos más de 50 civiles”.
Otro testimonio que aparece en el trabajo de José Gayá es el de la refugiada colombiana Claudia García: “A raíz de mi trabajo político y social fui secuestrada por un grupo paramilitar; vivimos lo más duro que pueda vivir una mujer, en medio de unos sanguinarios; puedo contar cómo se cortaban los cuerpos de personas con motosierras; se me confundía la noche con el día, sé que fueron tres días de secuestro por la fecha en que logré escapar”. El Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia (CNMH) ha documentado, desde 1958 hasta hoy, 262.197 víctimas mortales (la gran mayoría civiles), 24.518 masacres y 1.532 ataques a poblaciones durante el conflicto armado; también se computan 80.514 desapariciones forzosas, cuyos responsables son en el 70% de los casos paramilitares o agentes del estado (sobre el total de desapariciones en que se ha identificado a los autores). Los Presupuestos Generales de Colombia en 2018 destinan el 13,4% del total a Defensa, partida que se sitúa por delante de Trabajo (11%), Salud (10%), e Inclusión Social y Bienestar de las Familias (4%).
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