3 de agosto de 2018 ICAN
La próxima semana se cumplen 73 años desde que dos bombas atómicas fueron lanzadas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Cientos de miles de personas fueron asesinadas y mutiladas, y los efectos se siguen sintiendo hoy en día. Pero mientras las nubes de hongos se convirtieron en símbolos icónicos de la destrucción masiva, y las grullas de papel en un símbolo de esperanza para un mundo libre de armas nucleares, hay muchas cosas que tal vez usted no sepa – o que haya olvidado – que son realmente importantes si queremos asegurarnos de que esto nunca vuelva a suceder.
#1 Más de 210.000 personas murieron
A finales de 1945, el bombardeo había causado la muerte de unas 140.000 personas en Hiroshima y otras 74.000 en Nagasaki. En los años siguientes, muchos de los sobrevivientes enfrentarían leucemia, cáncer u otros terribles efectos secundarios de la radiación.
«Cada persona tenía un nombre. Cada persona era amada por alguien. Asegurémonos de que sus muertes no fueron en vano».
– Setsuko Thurlow, superviviente del bombardeo atómico de Hiroshima en agosto de 1945.
Discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz, diciembre de 2017
#2 Las bombas fueron detonadas en el aire
Las bombas no tienen que golpear el suelo para detonar. En el caso de las armas nucleares, su detonación en el aire hace que la explosión tenga un mayor impacto geográfico. Tanto «Little Boy» (la bomba de uranio lanzada sobre Hiroshima) como «Fat Man» (la bomba de plutonio lanzada sobre Nagasaki) fueron detonados en el aire. Puede obtener más información sobre el impacto que tendría una detonación en su ciudad, en el aire o en tierra, a través de la poderosa (pero aterradora) herramienta interactiva de la Fundación Outrider:
#3 Los primeros en responder no podían ayudar en ese entonces, y no podrían ayudar ahora.
Si hoy se detonara un arma nuclear sobre una ciudad, los primeros en responder -hospitales, bomberos, organizaciones de ayuda- simplemente no podrían ayudar. Este poderoso video de la Cruz Roja explica por qué: (Ver en la publicación original de ICAN)
La razón por la que sabemos esto es que la magnitud de los daños en Hiroshima y Nagasaki en 1945 hizo casi imposible proporcionar ayuda. En Hiroshima, el 70% de todos los edificios fueron arrasados y quemados, 42 de 45 hospitales quedaron sin funcionar y el 90% de los médicos y enfermeras fallecieron o resultaron heridos. En Nagasaki, las temperaturas del suelo alcanzaron los 4.000°C y cayó lluvia radiactiva. Como resultado, la mayoría de las víctimas murieron sin ningún cuidado para aliviar su sufrimiento. Algunos de los que entraron a las ciudades después de los bombardeos para prestar asistencia murieron más tarde a causa de la radiación.
#4 Los efectos duran hasta el día de hoy
La bola de fuego de una explosión nuclear tarda unos 10 segundos en alcanzar su tamaño máximo, pero los efectos duran décadas y se extienden a través de generaciones. Cinco o seis años después de los atentados, la incidencia de leucemia aumentó notablemente entre los supervivientes. Después de aproximadamente una década, los sobrevivientes comenzaron a sufrir de cánceres de tiroides, mama, pulmón y otros cánceres a tasas más altas de lo normal. Las mujeres embarazadas expuestas a los bombardeos experimentaron tasas más altas de abortos espontáneos y muertes entre sus bebés; sus hijos tenían más probabilidades de tener discapacidades intelectuales, retraso del crecimiento y un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Y para todos los sobrevivientes, los cánceres relacionados con la exposición a la radiación siguen aumentando a lo largo de su vida, incluso hasta hoy, siete décadas después.
#5 Las Grullas de Papel son símbolos de paz y acción
Las grullas de papel son un símbolo tradicional japonés de buena salud, pero también han llegado a simbolizar a los hibakusha, los sobrevivientes de los bombardeos. Desde la icónica historia de las 1000 grullas de papel de Sadako hasta los incansables esfuerzos de los hibakusha para librar al mundo de las armas nucleares hasta hoy mismo, sus historias son historias de esperanza y determinación que no deben perderse. Los supervivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki son testigos vivos del horror de la guerra nuclear y cuando hablamos de armas nucleares, debemos hablar de los verdaderos efectos -inaceptables- que pueden tener en los seres humanos. Las grullas de papel no son sólo un símbolo de paz, sino también una llamada a la acción. Son un recordatorio de que debemos seguir presionando para ver el #endofnukes (fin de las armas nucleares).
Para obtener más información, usted puede encontrar un gran número de testimonios de hibakusha en línea, pero un buen punto de partida son las historias de Hibakusha y el proyecto de 1945, así como estas fuentes del Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima y del Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki.
#6 Hay una manera de asegurarse de que no vuelva a suceder: el Tratado de Prohibición Nuclear.
El 7 de julio de 2017, la ONU adoptó el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares. Este tratado histórico prohíbe las armas nucleares y todas las actividades relacionadas con ellas. Una vez que entre en vigor, este tratado jurídicamente vinculante prohibirá a las naciones:
- Desarrollar
- Probar
- Producir
- Fabricar
- Transferir
- Poseer
- Almacenar
- usar o amenazar con usar armas nucleares
- o permitir el emplazamiento de armas nucleares en su territorio.
El tratado también prohíbe a los Estados ayudar, alentar o inducir a cualquiera a participar en alguna de estas actividades, y es el primer acuerdo internacional sobre armas nucleares que hace que los países tomen medidas sobre el legado sanitario y medioambiental de su uso y ensayo en el pasado.
Pero el impacto del tratado también va más allá de sus implicaciones legales. Con una prohibición en vigor, resulta más fácil para todos los que se oponen a las armas nucleares desafiar a los países e instituciones que llevan a cabo actividades relacionadas con las armas nucleares. Cada vez que alguien habla en contra de las armas nucleares y dice: «Creo que las armas nucleares son inhumanas, inmorales e ilegales. Todos los países deberían unirse al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares», les quita legitimidad. Este tipo de estigmatización ha tenido un éxito increíble en el pasado, desde la eliminación de otras armas -como las minas terrestres y las armas químicas- hasta el cambio de las normas sociales en torno a los comportamientos -como el tabaquismo-. Si todos seguimos presionando, podemos crear un mundo en el que las armas nucleares sean algo inaceptable, casi increíble, del pasado. Así que dígalo en voz alta y dígalo a menudo. Y si usted está en un país que apoya las armas nucleares, ¡exija un cambio! Puede encontrar aquí 5 maneras concretas de tomar acción
#7 Países de todo el mundo: escuchen los llamados de los Hibakusha, únanse al Tratado de Prohibición Nuclear
Tras decenios de campaña a favor de un mundo libre de armas nucleares, el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares reviste gran importancia para los hibakusha. Una encuesta reciente entre 6000 Hibakusha llevada a cabo por Kyodo News mostró que una gran mayoría cree que Japón debería unirse al tratado de la ONU que prohíbe las armas nucleares, subrayando su descontento con la oposición del gobierno al acuerdo. Adherirse al tratado representaría un reconocimiento por parte de Japón de los derechos y el sufrimiento de sus ciudadanos afectados; continuar oponiéndose a él, por otro lado, podría verse como un rechazo a los mismos.
El #nuclearban (prohibición nuclear) entrará en vigor cuando 50 países firmen y ratifiquen el tratado. Los líderes mundiales deben prestar atención a los llamamientos de los Hibakusha y de los ciudadanos interesados de todo el mundo, en favor de un futuro libre de armas nucleares.
Traducido del inglés por María Cristina Sánchez