VI Simposio Internacional “Labrando Nuevos Caminos”
ENCONTRANDO CONSENSOS EN LA DIVERSIDAD
Ad portas del VI Simposio Internacional del Centro Mundial de Estudios Humanistas, entrevistamos a una parte del equipo organizador, a los locales, un grupo de humanistas que se ha propuesto poner en el tapete temas que aporten a la transformación del statu quo actual. Todo en conjunto, creando consensos, entre la diversidad y la unidad. Aquí las palabras de Walter Chung, Doris Balvín, César Huapaya, Riccardo Marinai, Olga Moreno, Erika Vicente y Judith Purizaga. Como dice su presidente: “No es que aquí se vaya a hacer la revolución, pero estamos empujando hacia los cambios”.
Pressenza: Entre el 24 al 26 de octubre se realizará en Lima – Perú el VI Simposio Internacional del Centro Mundial de Estudios Humanistas denominado “Labrando nuevos caminos”. ¡Lo que falla es el sistema! ¡El cambio está en la acción humana organizada! ¿Por qué un simposio para labrar nuevos caminos?
Walter Chung: Creo que estamos en una época muy especial de la humanidad. Está produciéndose un cambio de civilización, y en ese cambio se van dando una serie de dinámicas cuyo resultado no está garantizado para el mundo. Entonces, a nosotros nos parece que la dirección más positiva, más evolutiva, debiera ser hacia una cultura más integrada, lo que llamamos una nación humana universal.
Pero para lograr eso, se requiere la conjunción de muchas fuerzas. Por lo tanto, nosotros también tratamos de hacer nuestro aporte, y una parte importante de ese aporte tiene que ver con el ámbito psicosocial, es decir el ámbito de las ideas que están en las mentes de las personas. Por lo tanto, conversar sobre esas “posibles salidas” es importante para ir poniendo eso en la discusión, en el vocabulario de las personas, esas preguntas en las inquietudes de las personas. Ya que ninguno de nosotros tenemos las respuestas, queremos que esas preguntas se vayan rodando en una dirección.
P: ¿Qué temas tocará el VI Simposio?
Doris Balvín: Son tres ejes: El eje de Nuevos Paradigmas Culturales, que invita a tratar transformaciones culturales como ética, valores y creencias, derechos humanos, género y paridad, reconciliación social y personal, educación intencional para la paz y la no violencia, ciencia y tecnología al servicio de la vida, entre otros.
El otro eje es Nuevos Paradigmas Políticos y Sociales, donde invitamos a la gente a debatir temas como la construcción de una democracia real que lleve a la comprensión de que el cambio está en nosotros; la construcción de la unidad desde la base social, cómo se van vinculando estas iniciativas; derechos sociales para todos, la salud, la seguridad social, la renta básica universal debería ser para todos, es como el piso mínimo, básico de todo ser humano. Son derechos que a estas alturas, la humanidad debe darse el lujo de tenerlos, porque hay excedente suficiente como para que sea posible. Además, estamos pasando a una etapa en la que son las máquinas las que hacen el trabajo más duro; entonces los seres humanos están para explayar todo su potencial creativo. Es una época donde no tendríamos que estar sentados como automatizados, produciendo para que unos cuantos se enriquezcan. Eso ya no tiene sentido. Imaginar una nueva estructura y arquitectura institucional que, respetando las diferencias, podamos ser como una nación humana universal. Con su diversidad, porque cada cultura tiene su diversidad, pero que nos une como ciudadanos de una sola nación humana.
Y el tercer eje, es la aspiración de la Nueva Relación de la Economía, Naturaleza y Sociedad. Uno de los más difíciles, porque se cree que la economía va diferenciada del tema ambiental, y entonces se trata de esa manera. Actualmente, se trata el desarrollo sostenible, que tiene que ver lo económico, lo social y lo ambiental. Pero lo que manda es lo económico. Se organiza en función de lo económico. Y como digo, los parámetros que se miden son producto bruto interno, que significa seguir creciendo, cuando eso no se sostiene, desde el punto de vista ambiental. Entonces, si no se vincula la sostenibilidad del medio ambiente respecto a la economía, no hay salida posible. Por eso, tenemos que imaginar temas como salidas al neo liberalismo, un sistema económico que coloque al ser humano como valor central y un sustrato base ambientalmente sostenible, economía social solidaria, la lucha contra el cambio climático, ecológica. Imaginar un mundo en el cual todo lo que se utiliza, se reúse; la acción social organizada, ambientalmente responsable, el aporte de las distintas culturas, sobre todo las culturas originarias, a la crisis ecológica global. O sea, está muy abierto para que estos tres ejes se puedan discutir y la gente proponga. Por eso se está invitando a distintas instituciones y organizaciones a sumarse a este evento.
P.: El VI Simposio también se denomina en parte de su título “Lo que falla es el sistema”… ¿qué es lo que está fallando en el sistema, en el aspecto del medio ambiente, por ejemplo?
D.B.: Que nosotros hemos utilizado el mundo más allá de su capacidad de carga, le dicen los especialistas. Con toda la basura que se ha generado, con el calentamiento global, la forma cómo la economía está organizada hacia un crecimiento del producto bruto interno, lo que significa extraer más recursos naturales… O sea, son cosas que ya están fuera de lugar. ¡No podemos seguir en esa tendencia! Porque esa tendencia lleva a la destrucción.
Y por otro lado, vemos la incapacidad de los gobiernos de tomar al toro por las astas. Los avances que se han dado en la Cumbre de París luego han sido desechados por el gobierno norteamericano. Bueno la cuestión está bien grave y creo que lo interesante es saber que la gente común y corriente comienza a darse cuenta que el sistema es el que está fallando. El sistema como está no es viable y, que como nosotros hemos aceptado ese “contrato social”, de organizarnos de esa manera, nosotros tenemos que desmontarlo. Está en la capacidad de la gente, porque nosotros somos los que sostenemos este sistema. Sino, vamos en automático.
P.: ¿Quiénes? ¿La sociedad civil organizada, ciudadanos de a pie?
W.Ch.: Todos, los organizados y los nos organizados. Tal vez debiéramos agregar ¿qué es el sistema? Creo que una forma de ver es, que el sistema es un conjunto de creencias que soporta que el valor principal de toda la sociedad es el dinero, el capitalismo en alguna de sus formas. Pero ese conjunto de creencias, las llevan personas, y esas personas van generando una institución como dice Doris, o instituciones que van soportando todo lo demás. En este vértice, de este conjunto de ideas, está ahora la banca y todo el sistema financiero. Pero evidentemente se han creado creencias que soportan eso y cada uno de nosotros está jugando roles que facilitan que eso se mantenga. Entonces, ¿cómo eso se desmonta? Ese es un poco el lío, y por eso, como la gente lo ha armado, no se trata tanto de desarmar, sino transformar, armar otro.
P.: Es que esa quizá la importancia del VI Simposio actualmente. Por un lado, se sabe que el sistema está fallando porque no corresponde a todas las realidades, que beneficia a un sector poblacional muy pequeño del 1%, frente al 99% de la población que presenta muchas necesidades. Es por eso que este tipo de eventos sirve precisamente para poner en agenda esta realidad y buscar soluciones. Desde el punto de vista educativo, ¿cuál es la agenda de las universidades?
César Huapaya: Lo que pasa es que, frente a las necesidades que tenemos que resolver, a las urgencias, a los problemas que tenemos, el conocimiento es pieza fundamental. Entonces, todo el esfuerzo que se pueda poner en esa dirección se debe dar, pero es importante que no solo se valore como valor propio, sino más bien con una mirada diferente. Quizá una de las cosas que se hacen necesarias, es decir, tener una mirada donde el valor central sea efectivamente el ser humano.
Hoy en día existe el conocimiento, la tecnología, para resolver tantos problemas de salud, de educación, de comunicación, que uno a estas alturas realmente no entiende todavía que existan grandes sectores de la población que no tienen acceso a los servicios. Se necesita este cambio de mirada, y es importante, porque precisamente la urgencia es alta, porque se necesita resolver muchos problemas. Pero hay que cambiar la mirada.
En todo caso, un poco lo que el VI Simposio busca es, justamente, tener una reunión donde todas estas iniciativas puedan ayudar a cambiar esta mirada, a buscar propuestas de solución; nos puede ayudar a mirar el futuro con más optimismo, saber que se puede… ¡y que se puede en conjunto! Es importante por eso esta reunión de personas, cada una en lo suyo aportando sus habilidades para, en conjunto, resolver.
Judith Purizaga: Y es cierto, en los últimos años hemos visto la participación de los estudiantes universitarios, precisamente manifestándose pidiendo calidad educativa, que la educación llegue a más, porque la educación hoy orienta al ser humano hacia la productividad, no los orienta a la felicidad, a superarse como seres humanos, sino solo a lo productivo, por un lado. Y por otro lado, se ha privatizado tanto que, se ha vuelto excluyente, limitando las posibilidades de aportes de muchos, o la gestión de capacidades.
P.: Desde el punto de vista internacional, hay muchos retos como el tema de migraciones por ejemplo, la política migratoria de Donald Trump, la migración forzada que se está viviendo en Europa, precisamente por las crisis que se vive a nivel mundial; están los temas étnicos, los religiosos, entre otros. ¿Este es también un tema importante para el VI Simposio?
Riccardo Marinai: Estamos en el mismo fenómeno. Migración por crisis económicas, humanitarias, guerras y muchas más razones. O sea, que los gobiernos que son responsables de esta “fuga” de la gente se aprovechan de la migración para manipularla también. Y dirige a la opinión pública poniendo temas como que los inmigrantes vienen a “robar” el trabajo de los nacionales o que son personas que producen violencia, por su condición de vida que tal vez no es de las mejores. Y en todo caso, de la misma manera, explotan y se aprovechan de la migración para pagar poco a los trabajadores, explotarlos. En definitiva, el tema es cómo aclarar en el aspecto social, el tema de la migración y crear mecanismos de información menos manipulada, básicamente. Porque al final, en todo el mundo, siempre ha habido inmigrantes, en todas las épocas siempre se ha migrado. No hay culturas puras en ninguna parte del mundo, tal vez en Siberia, al fondo, donde nadie va. Pero al final, siempre, en toda la historia del ser humano, siempre hubo migración. Así que, digamos desde nuestro punto de vista, básicamente es un tema de aclarar y poner un punto de vista alternativo sobre este fenómeno normal y humanamente natural.
W.Ch.: En realidad ya somos una nación mundial, universal todavía no, pero ya estamos interconectados. Tú hablabas de los estudiantes y las manifestaciones y es que eso, se va a ir expresando en distintos niveles y en todos lados, porque la gente está tomando conciencia que los Estados no responden a las expectativas y demandas de la gente, porque aparecen nuevas herramientas que los hacen empoderarse aún más; entonces la cosa cada día va a aumentar más. Porque el descontento de las creencias de que sí se puede lograr lo que el sistema capitalista propone se están cayendo. Entonces, con todos los altibajos del caso, yo creo que la cosa va a seguir. Pero la cosa es, en qué dirección van a ir esas protestas. Ahí también queremos aportar. En la dirección. Bueno, el VI Simposio y el Centro de Estudios Humanistas lo que hace es poner los contenidos y las direcciones que nos parecen a nosotros más positivas.
P.: El sistema está enraizado en la mente de los seres humanos. Por ejemplo, no queremos ser machistas, pero a las mujeres y hombres nos han educado machistas, y eso se evidencia en nuestras acciones. ¿Cómo cambiar el chip? Los humanistas proponen el tema espiritual…
Olga Moreno: Respecto al cambio de estructuras, como por ejemplo cómo se educa el machismo. A lo largo del tiempo hemos visto que antiguamente, hemos sido vistas hasta como desalmadas, como mujeres sin alma, sin derecho a voto. Es más, el hombre tomaba posesión de las mujeres, y no teníamos derechos. En ese estado hemos ido evolucionando muy poco, porque todavía hay gente muy primitiva que sigue pensando que la mujer es su propiedad. Y ese tipo de creencias hace que el hombre se sienta perdido, al ver o sentir que la mujer se está empoderando en sus derechos. Ellos reaccionan de la manera más brutal, salvaje y violenta como lo último que hemos estado viviendo acá en Perú. Formas muy primitivas como el feminicidio.
Erika Vicente: He ahí el tema: ¿cómo cambiar eso? Bueno yo creo que se tiene que dar un cambio porque el sistema está fracasando, como lo que comenta Olga. La violencia avanza cada vez más y esta situación nadie la quiere, porque trae mucho sufrimiento. Solo por mencionar un ejemplo, en el caso de género, las prácticas de sometimiento hacia las mujeres son cada vez peores, ya ninguna mujer se siente segura en ninguna parte; van por encima de los derechos humanos. Y no solamente ocurre con la violencia hacia las mujeres, ocurre con la violencia en sus distintos modos. Esa violencia que ejerce el que tiene poder contra el que no lo tiene. ¿No? Entonces tenemos también a los ricos, avasallando a los pobres, y un gran etcétera. Pero en realidad, los avasallados somos la mayoría. Yo creo que el cambio de estas creencias se va a dar por experiencia y por necesidad profunda y este es un momento en el que se vienen experimentando ambas cosas.
P.: ¿Esto es porque el sistema no va más, o porque el sistema es violento?
E.V.: Las dos cosas. Porque la gran mayoría de la población a nivel mundial es la que está sufriendo las consecuencias de un sistema fallido que se basa en la violencia. Por eso el título del simposio; “lo que falla es el sistema”…
C.H.: Justamente ahí es la necesidad de un despertar. Y se cree erróneamente que otros van a solucionarlo, los gobiernos, las autoridades. Y no. Más bien, como sociedad, cada uno empezar a empoderarnos y empezar a justamente llevar las cosas hacia aquello que para ti tenga futuro. Entonces es ahí el trabajo. Hay un nivel de conciencia que justamente pasa por la mirada hacia el otro. No una mirada dispar, sino una mirada como de uno en uno, en un mismo nivel.
W.Ch.: El tema de que el sistema no va más, eso se ha dado muchas veces en la historia. Como cambios epocales. Porque siempre ha habido opresores y oprimidos. Pero lo nuevo en esta época es que todos estamos interconectados, eso no se ha producido antes nunca. Las sublevaciones han sido geográficamente parciales digamos, separadas. En este caso, hoy ya todo está conectado. Si bien es cierto, todavía hay la intermediación de los medios de comunicación que son manipulados por el mismo poder económico, pero ya los medios alternativos que están saliendo, está generando un desbalance importante en esa labor de conexión de todos estos enojos.
O.M.: Hay un cambio cualitativo, un paso gigante, que tenemos que dar nosotros como humanidad, que además ya toca, como dice Erika. Este sistema violento está fracasando, como agonizante y por eso, suceden este tipo de hechos. Pero este gran salto cualitativo que nos toca dar como humanidad, y que ya lo están haciendo en otros países como Japón, con su espiritualidad y el hecho de mirar al otro como complementario, hacen que se tenga un gran respeto por la humanidad de la mujer y del hombre. Cualquier persona ahí es digno, cualquier persona es valiosa. Y entonces, jamás se podrían cometer estos actos de violencia tan profunda. Si vemos las estadísticas de violencia de Japón, vamos a ver con lo que nos vamos a encontrar. Y eso pasa por el grado de espiritualidad que tienen ellos. Por el grado de conocimiento de uno mismo y de su valía. Entonces, eso es algo que es digno de imitar.
P.: ¿Cuál es el aporte que se quiere brindar a través del VI Simposio en el tema de Espiritualidad…?
W.Ch.: Yo creo que está presente en todas las culturas. Que se hablen de unas u otras en un determinado momento, no tiene mucho que ver, pero todas las culturas han desarrollado esa conexión con el universo, con su universo. Y lo ha traducido de alguna manera. Y ahora también, por esta interconexión que hay entre todas las culturas, desde hace unos 30 años o un poco menos, se está volcando también toda una sensibilidad hacia el cuerpo o hacia la naturaleza. Tal vez, por la crisis ambiental también. Y entonces, son fenómenos muy amplios que son difíciles de aprender, pero es un movimiento y una dirección de uno mismo, de su búsqueda que va hacia lo eterno. Si no tienes otras salidas, la mente o el psiquismo busca soluciones, y esas preguntas se han ido orientando hacia el interior. Ahora eso, también puede ser una fuga. Pero evidentemente, muchas corrientes van a ir aportando a resaltar esos valores que siempre han estado. Yo creo que, en distintos países, cada uno tiene distintas expresiones positivas y negativas; Japón también tiene una serie de líos que tiende al tema de intercomunicación, es una sociedad sumamente estructurada, rígida, pero nada… Este movimiento se está dando en todos lados, hay fuertes expresiones, aun en países como Noruega que tiene altas tasas de suicidio, pese a tener en una muy buena situación económica. Entonces, es interesante la época…
P.: Parte del título del VI Simposio es “El cambio está en la acción humana organizada” y actualmente estamos viviendo una situación que a nivel mundial, la gente se está manifestando. Niños en Estados Unidos, estudiantes en Chile, acá en Perú por la mujer, manifestaciones por temas laborales… El abuso hacia los inmigrantes en Estados Unidos, donde se les trata como delincuentes… Acá en Perú van a participar seguro colectivos, gente que está en las calles actualmente reclamando sus derechos, porque las autoridades no funcionan, hay mucha corrupción, y no solo acá, sino en todo el mundo. ¿Es la acción humana organizada una de las características del VI Simposio?
C.H.: Yo creo que sí. Puede dar la oportunidad de confluir diferentes colectivos, diferentes grupos humanos. Creo que una de las cosas que está sucediendo a pesar de todas esas manifestaciones, es que muchas veces estamos divididos. Cada uno ve la diferencia y no ve lo que nos une. ¡Y es más bien, empezar a encontrar los consensos que se puedan tener para avanzar en cosas pequeñas, pero fuertes! El poder que puede tener la gente organizada es muy grande, son las que han hecho todas las transformaciones a lo largo de la historia. Pero también hay gente que lo sabe, y tratan de evitar todo tipo de organización. Pero es ahí, ahí está la clave. Y eventos como este deben precisamente, buscar en la diferencia, aquello que nos une.
R.M.: A propósito, el tema que proponemos no es solamente juntar a las personas, así no, porque eso ya lo vienen haciendo de forma organizada más o menos grupos, partidos, movimientos, en todo el mundo. Lo que a nosotros nos interesa, es juntar a la gente de una forma que compartamos propósitos, también desde el punto de vista espiritual. Proponer una forma de “meditación” que podemos hacer juntos. Más bien, para aclararnos si queremos cosas parecidas. Lo que nos une, no solamente desde un punto de vista externo, sino interno. Y eso, no es que lo hacen todos, o sea, podemos empezar y seguir en ese tema, porque básicamente es lo que le da fuerza a un conjunto. Y a cada uno de nosotros, nos da sentido a lo que estamos haciendo, nos da una dirección. Para ver las aspiraciones que tenemos y qué tipo de mundo queremos. Interno y externo. Porque ya tenemos un conjunto de derechos que tenemos, pero también esa parte espiritual para tener más fuerza, más fe en el ser humano. Muchas veces falta la fe en el ser humano.
W.Ch.: Ahora, este VI Simposio es un paso más dentro de un proceso. Este simposio es parte de una organización, del Centro Mundial de Estudios Humanistas, es decir, estos simposios se hacen en todos lados, coincidimos con los foros humanistas que se hacen en Europa, algunos en América Latina, es un grano más de arena. No es que aquí se vaya a hacer la revolución, pero estamos empujando hacia los cambios. Por eso, estamos invitando a los jóvenes en estos temas, es un apoyo conjunto; y en conjunto, yo pondría también organizaciones que también están tratando de aportar en esa dirección y que no nos conocemos; entonces quisiéramos conocernos para colaborar con ellos.
P.: ¿Quieren invitar a participar a los lectores?
W.Ch.: Los invitamos a entrar a la página web www.simposiocmeh2018.com y anotarse, comenzar a ponerlo en la agenda, ver si pueden participar con algún colectivo, hasta clubes de barrio, hay que pasar la voz y utilizar este ámbito, que la gente lo use. No es para nosotros, es para la gente. La idea es que vayan y se enriquezcan con la convivencia. Porque cuando preguntabas cómo cambiar el chip, la única manera de cambiarlo es con la experiencia, con la convivencia, por las ideas un poco, pero es la convivencia con lo diverso lo que va produciendo esa experiencia.
E.V.: Y es lo que quiere brindar el VI Simposio, un ámbito donde se exprese la diversidad y el intercambio para que podamos ayudarnos entre todos a salir del embrollo en el que estamos. Es importante que se invite a participar con ponencias, a proponer conversatorios y talleres. Entonces, invitamos a los colectivos, las organizaciones sociales, también a los académicos que quieran presentar sus investigaciones y, además, están invitados a escuchar los paneles, donde diversas personalidades nos van a dar cuenta del estado de la cuestión de los temas señalados como ejes temáticos.
Cabe señalar que el VI Simposio Internacional del Centro de Estudios Humanistas tiene el apoyo de la Oficina de Lima de la UNESCO y se realizará en el LUM, que es el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social, lugar emblemático y relevante en el tema de derechos humanos y diálogo. ¡Los esperamos!