El nuevo alcalde de Mesina, Cateno De Luca, tiene ideas claras sobre el tema de la buena acogida a los inmigrantes. Invitado por la decisión de trasladar temporalmente a las víctimas inocentes de la enésima campaña fascio-xenófoba del ministro Salvini (los ciudadanos eritreos rescatados en el Mediterráneo por el barco Diciotti de la Guardia Costera) al gran punto de acceso de Bisconte, De Luca sugirió un «justo» intercambio de hospitalidad: los habitantes de los suburbios de Mesina en el hotel, los inmigrantes en las barracas peloritanas1.
En respuesta a la agencia AdnKronos, el alcalde, emulando al padre-padrone (padre-patrón) del Viminale, dijo que estaba dispuesto a poner a disposición de los solicitantes de asilo «las barracas donde actualmente viven diez mil mesinenses entre el asbesto, las alcantarillas al aire libre y la suciedad. «¿Alguien me acusará de racismo?», pregunta De Luca. «Primero, sin embargo, tendrá que explicarme por qué en esas estructuras en ruinas puede vivir un italiano, pero un inmigrante no. Para mí, estas personas tienen prioridad sobre los inmigrantes. Así que hagámoslo, saquemos a estas familias de allí y pongámoslas en el hotel y traslademos a los inmigrantes a las barracas. Les doy todo…».
Una sola salida, la del alcalde-histriónico, que además de conocer el populismo y la demagogia, carece casi por completo de fundamento. Sólo un pequeño grupo de inmigrantes, de hecho, se aloja actualmente en Mesina en estructuras que una vez sirvieron como casas de huéspedes y hoteles, mientras que la mayoría de ellos se apiñan en las estrechas habitaciones del antiguo cuartel de Bisconte o en las barracas de zinc levantadas el año pasado en su interior (probablemente en violación de las normas urbanas y el PRG) para operar ahora como un punto de acceso, centro de archivo, detención y expulsión militar.
A título informativo, la única estructura hotelera de la ciudad convertida en centro de acogida para adultos extranjeros es el (antiguo) hotel Liberty, situado en la avenida 1° de Settembre, a pocos pasos de la estación central. Propiedad del poderoso grupo económico-empresarial Franza, tras su cierre fue transferido a la dirección de la Cooperativa «Liberty», una organización sin ánimo de lucro con la intención de construir una residencia de ancianos de cinco estrellas. Tras el fracaso del proyecto, esta organización, en manos de tres antiguos empleados de los conocidos servicios cooperativos del tercer sector «Nueva Presencia» (Maurizio Carbone, Filippo Guerrera y Massimo Dente), gracias a algunas cuestionables ordenanzas firmadas por el entonces alcalde Renato Accorinti, a partir de febrero de 2016 convirtió el antiguo hotel en el centro de menores extranjeros no acompañados (Casa Amal), primero para un número máximo de 60, y luego para 120 huéspedes, como excepción a las normas regionales. Gracias a un acuerdo específico firmado por la Cooperativa «Liberty» con la Prefectura de Mesina, desde el 1 de septiembre de 2017, el centro también ha estado abierto a los adultos extranjeros (la capacidad autorizada es de 64 personas). Según los informes de la misma Prefectura, ya se han pagado 59.745 euros por el alojamiento de los inmigrantes en 2017, mientras que la suma prevista para 2018 es de 466.579 euros.
Se registraron mayores números y beneficios en las instalaciones de acogida para adultos extranjeros propiedad de la siempre presente Cruz Roja Italiana. En Mesina hay dos centros CRI afiliados a la Prefectura: el primero se inició el 13 de julio de 2017 en el IPAB2 «Collereale» en Via Sardegna (desde hace casi dos siglos utilizado como una Casa de hospedaje para los ancianos) y tiene una capacidad para 98 personas (46 huéspedes actuales); el segundo, inaugurado el 11 de agosto de 2017, se encuentra en un edificio de Salita Villa Contino, perteneciente a la Empresa Hospitalaria «Piamonte – Centro Neurológico Bonino-Pulejo» (capacidad para 30 personas, pero inactivo desde el pasado mes de julio). ¿Cuánto ganan los gerentes de estos dos centros para inmigrantes? Los pagos autorizados por la Prefectura para el bienio 2017-18 ya se acercan al millón de euros: se trata de un total de 978.775 euros…
Veinticinco adultos extranjeros son acogidos en el antiguo Instituto de Formación Profesional de la avenida Príncipe Umberto, junto al Santuario de Cristo Rey, gracias al acuerdo del 29 de septiembre de 2017 entre la Prefectura de Mesina y el Consorcio de Solidaridad Humana de Palermo (178.585 euros de pagos previstos para 2018). El Consorcio es una de las entidades más activas en la gestión de centros de acogida, SPRAR3 e instalaciones para menores extranjeros no acompañados en Sicilia occidental. Recientemente ha contribuido sin éxito a la gestión del CARA4 en Mineo, el mayor punto de acceso central para inmigrantes en toda Europa, en asociación con otros grandes del negocio migratorio, la compañía romana «Tre Fontane» (grupo La Cascina) y Medihospes en Bari (anteriormente Senis Hospes). Votos conocidos de los gerentes-operadores de La Cascina y Medihospes: a partir de octubre de 2013, han gestionado de manera oligopolística los servicios de restauración y asistencia de casi todos los grandes centros de primera y segunda acogida de Mesina, para adultos y menores.
Las órdenes religiosas también tienen su parte. El 19 de julio de 2017, la Congregación de los Padres Rogacionistas (propietaria de algunos de los edificios alquilados anualmente por la ciudad para albergar guarderías, escuelas primarias y secundarias) firmó un acuerdo con la Prefectura de Mesina para la acogida de 24 adultos extranjeros en su Noviciado de Via Panorámica dello Stretto (65.240 euros de gastos previstos en 2017, 149.625 para 2018). Los Padres Rogacionistas también trabajan en la acogida de menores extranjeros no acompañados, en colaboración con el Departamento de Políticas Sociales del municipio de Mesina. La última decisión de gasto fue emitida por el Palazzo Zanca en la primavera de este año y se refiere a los gastos efectuados para los menores en el segundo trimestre de 2017 (45 euros per cápita): un total de 128.655 euros para las comunidades Alojamiento Ishmael, Casa Famiglia Cristo Re, Antoniana, Villa Sorriso y Antoinette.
El 27 de octubre de 2017 se inauguró un centro para 25 adultos en la Casa de Acogida de la Diócesis de Via Masse (Castanea) (pagos de 159.005 € en 2018); sin embargo, el servicio fue confiado a una sociedad anónima, la «Lighthouse Multiservice Company», con domicilio social en Via Università n.1, y el administrador fue el ingeniero Damiano Catania, administrador único y propietario de la empresa constructora Italrecuperi Srl (Via Ugo Bassi 161, Mesina). «Lighthouse» es la oficina técnica para el «diseño, construcción, mantenimiento extraordinario y ordinario» del patrimonio diocesano peloritano. La empresa ha conseguido la gestión de otras dos estructuras de recepción de adultos extranjeros en el municipio de Santa Lucia del Mela. El primero fue autorizado por la Prefectura el 18 de agosto de 2017 en el Instituto Canónico «Luigi Calderonio» de Piazza San Francesco (16 acogidos con un coste de 23.800 euros en 2017 y 92.295 en 2018); el segundo, en el antiguo Seminario Episcopal de Santa Lucia (25 emigrantes por un importe de 18.795 euros en 2017 y 226.415 euros en 2018).
Quién sabe si ahora el buen De Luca, en lugar de los escasos hoteles, invocará para los habitantes de los suburbios también el alojamiento en conventos o casas de reposo de antigua memoria…
1 peloritano=habitante de la provincia de Mesina
2 instituciones públicas de asistencia y beneficencia
3 Sistema de protección para solicitantes de asilo y refugiados
4 Centro de acogida de solicitantes de asilo
Traducido del italiano por María Cristina Sánchez