Tras 743 días y numerosos llamamientos de Amnistía Internacional, Moussa Biram y Abdallahi Matallah Saleck, dos activistas del movimiento mauritano contra la esclavitud, fueron puestos en libertad el 18 de julio. Moussa Biram y Abdallahi Matallah Saleck fueron detenidos el 29 de junio de 2016 en Nouakchott, la capital mauritana, tras una protesta contra una serie de desalojos forzosos en los que no habían participado.
Torturados en los primeros días de la detención secreta, el 23 de noviembre de 2016 los dos activistas fueron condenados a tres años de prisión, uno de ellos suspendido, por incitar a la revuelta y la rebelión contra el gobierno.
Tras el juicio, Moussa Biram y Abdallahi Matallah Saleck fueron trasladados a una prisión a 1.200 km de la capital, que suele albergar el pabellón de los condenados a muerte y no incluye visitas de abogados ni familiares.
Durante el juicio, la fiscalía no pudo presentar ni una sola prueba sobre sus presuntos delitos. Por esta razón, Amnistía Internacional adoptó a Moussa Biram y Abdallahi Matallah Saleck como presos de conciencia e inició la campaña para su liberación.