Sólo hay una mujer entre los 24 candidatos a las elecciones presidenciales que se celebrarán en Malí a finales de este mes. Se llama Djeneba N’Diaye, para todos, Djébou, es madre de familia y empresaria. Inició la campaña electoral en Kidal, la capital del bastión septentrional de las milicias islamistas, donde ningún presidente candidato se había atrevido a celebrar un mitin.
Esta semana, la prensa de Bamako dedicó varios artículos a su primera conferencia de prensa. En evidencia el nudo de la seguridad y la «unidad» nacional, en un país donde en 2013 el avance de las formaciones islamistas había sido detenido sólo con la intervención militar bajo guía francesa y donde las emboscadas continúan contra los «cascos azules» de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU.
El otro compromiso de N’Diaye, informa el portal ‘Maliweb’, es para las mujeres: «Deben tener por ley al menos el 40% de los cargos públicos – dijo la candidata presidencial – y convencer a sus maridos de que hagan de la paz, un prerrequisito para cualquier desarrollo.»