El pasado domingo 18 de Junio en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se impuso el candidato del uribismo, el anti-humanista Iván Duque, con un 53,98% de los votos, mientras que el candidato izquierdista del Movimiento Colombia Humana, Gustavo Petro, obtuvo el 41,81% de los votos.
La campaña electoral colombiana transcurrió en medio de la polarización de los votantes, debido a las grandes diferencias de los dos candidatos que compitieron en la segunda vuelta. Duque, considerado como el heredero político del ex-presidente Álvaro Uribe, ha propuesto cambiar el acuerdo de paz porque considera que es «demasiado indulgente» con los ex-guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Luego de la elección presidencial ha recrudecido la violencia en todo el país, con una serie de asesinatos a líderes sociales, muchos de ellos miembros del Movimiento Colombia Humana y que trabajaron en la campaña de Petro.
En menos de un mes han ya asesinado a 24 líderes sociales en Colombia, según señaló el más reciente informe de la Organización Cumbre Agraria y el Congreso de los Pueblos. Sólo en la primera semana de este mes de Julio, cuatro líderes activistas y defensores de derechos humanos han sido asesinados. Se trata de Santa Felicinda Santamaría, en Chocó, Luis Barrios, en Atlántico, ambos asesinados este martes; Ana María Cortés, en Cáceres, Antioquia, y Margarita Estupiñán, en Tumaco. Algunos de estos líderes pertenecieron a la campaña presidencial del candidato Gustavo Petro.