«Necesitamos mostrarle al mundo lo que millones de personas en este país piensan sobre la intolerancia y el odio que él representa», dijo un organizador.
por Jake Johnson, redactor de Common Dreams
Mientras la «vergonzosa farsa de un gobierno» de la primera ministra británica Theresa May continuó su lento colapso el lunes con la renuncia del secretario de Relaciones Exteriores Boris Johnson, las autoridades británicas se apresuraron a prepararse para protestas «sin precedentes» contra la próxima visita del presidente estadounidense Donald Trump al lanzar una una gran movilización policial destinada a contener lo que los organizadores han denominado «El carnaval de la resistencia«.
«A Donald Trump le gusta hacerse pasar por un tipo duro internacional, pero parece que tiene demasiado miedo para enfrentarse a los manifestantes en Londres. Si es cierto, esto ya es una gran victoria para los manifestantes».
—Stand Up to Trump
Se espera que cientos de miles de británicos salgan a las calles en todo el país el viernes en oposición a Trump, que tiene previsto llegar al Reino Unido el jueves por la tarde. Se espera que las protestas, que incluirán un dirigible Trump enojado de 20 pies de alto volando sobre Londres, sean tan grandes que los funcionarios de la Casa Blanca están preocupados de que Trump, obsesionado con las multitudes, pueda arremeter contra sus anfitriones británicos.
«Necesitamos mostrarle al mundo lo que millones de personas en este país piensan sobre la intolerancia y el odio que él representa», dijo Owen Jones, un columnista de The Guardian que ayudó a organizar las manifestaciones contra Trump, a TIME el lunes. «Hemos visto el ascenso de la extrema derecha en Gran Bretaña y Europa, y la única lección que debemos aprender de la historia es que cuando los racistas y la extrema derecha se movilizan, luchas, no los dejas marchar y ascender al poder».
Según el British Sunday Times, los funcionarios de la Casa Blanca están planeando hacer todo lo posible para «proteger» a Trump de las manifestaciones manteniéndole en un calendario bien organizado, pero esto será difícil ya que los británicos han organizado enormes manifestaciones en las principales ciudades de todo el país.
En declaraciones a The Guardian el lunes, un jefe de policía dijo que los recursos policiales solicitados por el gobierno para contener las manifestaciones masivas estaban en el nivel que se requeriría «si Londres se estuviera incendiando».
«A Donald Trump le gusta hacerse pasar por un tipo duro internacional, pero parece estar demasiado asustado para enfrentar a los manifestantes en Londres», declaró el grupo Stand Up to Trump en un comunicado, aludiendo a los planes del presidente estadounidense de mantenerse alejado de las calles de Londres. «Si es cierto, esto ya es una gran victoria para los manifestantes».
La Coalición Stop Trump, un grupo de organizaciones que desempeñó un papel en la planificación de las acciones a nivel nacional, proporcionó un mapa de las protestas que el equipo de Trump intentará evitar.
En medio de informes de que el gobierno está trabajando para traer una mayor presencia policial a las manifestaciones, Amnistía Internacional advirtió a las autoridades británicas contra el intento de acabar con la libertad de expresión en un esfuerzo por «apaciguar a sus visitantes».
Allan Hogarth, jefe de política de Amnistía Internacional del Reino Unido, dijo que la visita de Trump es una «gran oportunidad para que el Reino Unido demuestre que la protesta pacífica es un componente esencial de una sociedad libre y justa, no algo que se cierre como una vergüenza política».
Reconociendo que Trump debe «ser derrotado principalmente en los EE. UU.», el organizador de Global Justice Now, Sam Lund-Harket, escribió en una publicación de blog que los progresistas en el Reino Unido se muestran solidarios con sus aliados estadounidenses al acudir en gran número a denunciar la agenda destructiva y llena de odio del presidente.
«Bajo Theresa May, el Reino Unido es un aliado clave de Trump, por lo que es importante que no pueda entrar sin una oposición significativa», concluyó Lund-Harket. «Afortunadamente, decenas de miles, sino cientos de miles, estarán inundando Londres el viernes 13 de julio para marchar contra él».
Traducido del inglés por Alejandra Llano