Querida Susana:
Esta carta se envía a todos los sindicatos, pero nos dirigimos en particular a ustedes, con quienes muchos de nosotros hemos participado en el movimiento «Salgamos del silencio».
El 4 de junio en la Casa delle Donne de Milán conocimos a Stefania Prandi, autora de «Oro rojo: fresas, tomates, acoso y explotación en el Mediterráneo». Hemos visto las imágenes de su investigación que atestiguan una situación no sólo de gran explotación económica, sino también de violencia sexual, sufrida por las mujeres inmigrantes, en Apulia y especialmente en Sicilia.
Conocíamos la situación, pero escucharla contada por un testigo que nos mostró imágenes y escuchó voces nos dejó atónitos y horrorizados.
Nos preguntamos: ¿qué hace el sindicato?
Necesitamos una fuerte intervención de las organizaciones de trabajadores que, si no adoptan una perspectiva de género, corren el riesgo de pasar por alto la naturaleza específica de la explotación de las mujeres.
Anticipando su respuesta y con la esperanza de encontrarnos para discutir también este tema, te saludamos con afecto.
Las mujeres presentes en la iniciativa celebrada en la Casa de las Mujeres de Milán el 4 de junio de 2018.