Esta semana, la Directora Ejecutiva de ICAN, Beatrice Fihn, visita España para promover el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, con reuniones programadas con parlamentarios españoles -tanto nacionales como autonómicos- que han firmado el Compromiso Parlamentario en Apoyo del Tratado. Otros eventos incluyen un Foro con diplomáticos y estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid, una reunión con Manuela Carmena -Alcaldesa de Madrid-, para conversar sobre la participación de ICAN en el próximo II Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz, y una reunión con Rafael de la Rubia -de la organización Mundo sin Guerras y sin Violencia- para discutir el apoyo de ICAN a la II Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia.

Los españoles pueden pensar que están muy lejos de cualquier problema relacionado con las armas nucleares, pero ningún país es inmune al riesgo de accidentes como ilustra el incidente de Palomares de 1966. Parte del territorio español sigue contaminado con plutonio y una de las cuatro armas nucleares que ‘cayeron del cielo’ sigue en paradero desconocido, presuntamente en el fondo del Mediterráneo.

En este contexto, ICAN ha elaborado un documento informativo explicando por qué España debería apoyar activamente el TPAN que reproducimos aquí.

España y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares de la ONU

Antecedentes

  1. El 7 de julio de 2017, 122 naciones votaron en favor de adoptar un tratado mundial histórico para proscribir las armas nucleares, conocido como el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) de las Naciones Unidas. Se abrió para su firma el 20 de septiembre de 2017 y entrará en vigor una vez que 50 naciones lo hayan ratificado o se hayan adherido a él. Hasta que el tratado no entre en vigor, las armas nucleares seguirán siendo las únicas armas de destrucción masiva que no estén sujetas a una prohibición mundial explícita; por lo tanto, el nuevo acuerdo llenará un vacío importante en el derecho internacional.
  2. El TPAN les prohíbe a los Estados desarrollar, probar, producir, transferir, poseer, alojar, usar o amenazar con usar armas nucleares. También les prohíbe ayudar, alentar o inducir a cualquier persona a participar en cualquiera de estas actividades. Un Estado con armas nucleares puede unirse al tratado, siempre y cuando acepte destruirlas de conformidad con un plan que sea legalmente vinculante y que tenga plazos determinados. De manera similar, un Estado que albergue armas nucleares de otro Estado en su territorio puede unirse, siempre y cuando acepte eliminarlas antes de una fecha límite.

 

Por qué España debería unirse

  1. Las armas nucleares amenazan la seguridad de todas las naciones y causarían catastróficas consecuencias humanitarias si llegaran a usarse. El impacto en los civiles y el ambiente sería devastador. Los programas de modernización nuclear en curso de los Estados dotados de armas nucleares y la retórica incendiaria de ciertos líderes aumentan la probabilidad de que se usen las armas nucleares, ya sea por accidente o por intención. Esto pondría en grave peligro a España y al mundo.
  2. Es vital que los Estados que estén comprometidos con el desarme nuclear y con un orden mundial que se base en las reglas trabajen para fortalecer el tabú nuclear uniéndose al TPAN. Las armas nucleares no tienen ningún propósito militar o estratégico legítimo. El TPAN ofrece la mejor esperanza de poner fin a décadas de estancamiento en el desarme y en mover al mundo hacia la eliminación de las armas nucleares.
  3. España se ha unido a los tratados internacionales que prohíben las armas biológicas, las armas químicas, las minas terrestres y las municiones en racimo, tratados que se han basado en el impacto inhumano e indiscriminado de estas armas en la población civil. Como miembro responsable de la comunidad internacional, España debería unirse ahora al tratado de la ONU que prohíbe las peores armas de todas: las armas nucleares.

 

Política en relación con alianzas

  1. No hay nada en el TPAN que evite que España mantenga una alianza militar con un Estado con armas nucleares (de hecho, varios Estados en alianzas con los Estados Unidos ya han firmado y ratificado el TPAN). La base legal de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte, el Tratado del Atlántico Norte de 1949, no menciona las armas nucleares. Los miembros de la OTAN no están legalmente obligados a respaldar la política de «disuasión nuclear extendida».
  2. Si bien los primeros conceptos estratégicos de la OTAN no mencionaban en absoluto las armas nucleares, el concepto estratégico actual, finalizado en 2010, compromete a la OTAN al «objetivo de crear las condiciones para un mundo sin armas nucleares, pero reconfirma que, siempre que haya armas nucleares en el mundo, la OTAN seguirá siendo una alianza nuclear». El propósito del TPAN es precisamente «crear las condiciones» para un mundo libre de armas nucleares.
  3. Las decisiones sobre si se desmantelan, retienen o mejoran los arsenales de los aliados con armas nucleares de la OTAN no las toma el parlamento español, sino quienes deciden en Francia, el Reino Unido y en Estados Unidos. Sin embargo, en lo que respecta a la defensa y política exterior de España, el parlamento español es soberano. Los conceptos estratégicos de la OTAN en ningún caso son legalmente vinculantes.
  4. España no posee armas nucleares y, como parte del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) de 1968, se le prohíbe adquirirlas. Además, España ha mantenido durante mucho tiempo una política contra el alojamiento de armas nucleares estadounidenses en el territorio español. De hecho, en 1986, cuando el pueblo español votó si seguir siendo miembro de la OTAN o retirarse, el voto restante se basó explícitamente en la validez continuada de la prohibición de España del despliegue de armas nucleares en suelo español. Aunque, posteriormente, la validez de dicha prohibición se ha cuestionado, España se ha mantenido libre de armas nucleares hasta el día de hoy. Por lo tanto, España ya cumple con la mayoría de las prohibiciones contenidas en el TPAN.
  5. Desde el punto de vista legal, no está claro si España tendría que hacer algún cambio considerable en sus prácticas actuales si se uniera al TPAN. Lo más importante para España es el compromiso contenido en el TPAN de no «[a]sistir, alentar o inducir, de ninguna manera, a nadie a participar en ninguna actividad prohibida a un Estado Parte» en virtud del TPAN. En la práctica, tal compromiso obligaría a España a no actuar de una manera que pudiera considerarse como que respalda la posesión o el uso de armas nucleares. España tendría que renunciar a cualquier lenguaje en los futuros conceptos estratégicos de la OTAN que respalden las actividades prohibidas por el TPAN. Los miembros de la OTAN han optado en varias ocasiones por excluirse de declaraciones específicas o les han adjuntado comentarios adicionales a documentos de la OTAN que tratan sobre armas nucleares.

 

Eliminar las armas nucleares

  1. Como parte del TPAN, España estaría en una posición más sólida para trabajar con otros miembros de la comunidad internacional para avanzar en la no proliferación y el desarme nuclear. El TPAN contiene mecanismos para que un proceso diplomático mejore y amplíe el tratado. Rehusarse a unirse al TPAN y comprometerse con sus procesos arrojaría serias dudas sobre el compromiso de España con el objetivo de un mundo libre de armas nucleares y podría verse como un apoyo tácito a una nueva y peligrosa carrera armamentista nuclear.
  2. El TPAN está diseñado para ayudar a implementar el TNP, que requiere que todas sus partes, incluida España, continúen las negociaciones de buena fe sobre el desarme nuclear. Tales negociaciones, hasta el año pasado, se habían estancado por más de dos décadas. El propio TNP prevé la creación de instrumentos jurídicos adicionales para lograr un mundo libre de armas nucleares. Para ICAN fue una decepción que España decidiera no participar en las negociaciones del año pasado.
  3. En un momento de gran tensión mundial, cuando los Estados con armas nucleares están modernizando sus arsenales y amenazando con usar sus armas nucleares, es aún más importante que naciones como España declaren su oposición inequívoca a las armas nucleares y que ayuden a fortalecer las normas internacionales en contra de ellas. El silencio no debe ser la respuesta para las voces que claman «fuego y furia». Unirse al tratado es la única línea de acción responsable.