Producida por Lazy Film con Rai Cinema en coproducción con Sunday Films y ZDF/3Sat y en asociación con Bright Frame, la película documental Iuventa sigue la historia de un grupo de jóvenes alemanes que, ante las trágicas muertes en el Mediterráneo, deciden intervenir, fundando la ONG Jugend Rettet y salvando miles de vidas. Hablamos de ello con el director Michele Cinque.
¿De dónde surgió la idea de este documental?
Fue una especie de conmoción: en la primavera de 2016 leí sobre un grupo de muchachos alemanes que, ante la inercia, si no peor, de la Unión Europea, habían decidido no quedarse mirando las continuas tragedias que estaban ocurriendo en el Mediterráneo, sino actuar por sí mismos. Fundaron una ONG, la Jugend Rettet (o «la juventud salva»), que recaudaron utilizando el método de financiación colectiva unos 400.000 euros y compraron un viejo barco pesquero. Estaba buscando una historia para mi próximo documental y decidí que quería contarles sobre esto. Me impresionó el empuje utópico de estos chicos y la creencia de que las cosas pueden ser cambiadas al involucrarse directamente, algo bastante raro en estos días. Me puse en contacto con ellos por correo electrónico y teléfono, comprobé que nadie estaba haciendo una película sobre ellos y luego les dije: «¡Lo hago yo mismo!»
No fue fácil: estaban a punto de partir para su primera misión y no querían que los siguieran ojos externos. Fui a Malta con ellos y 15 minutos antes de partir me dieron el visto bueno. Era julio de 2016.
¿Cuál es el tema central de la película?
Iuventa habla sobre todo de utopía, de esperanza, de un proyecto que va más allá de los rescates en el mar y que choca con una dura realidad. Estuve en el mar con los voluntarios del Jugend Rettet durante 18 días y luego los seguí durante un año y tres meses en Berlín, Sicilia, donde conocimos a algunos de los muchachos salvados en esa primera misión y en Croacia, donde se llevaron a cabo las reparaciones del barco. Luego, en agosto de 2017, en medio de una campaña de denigración de las ONG, me llamaron desde Lampedusa, diciéndome: «Venga, está pasando algo grave». Me fui inmediatamente y fui testigo del secuestro preventivo de la Iuventa.
¿Pero de qué se acusa exactamente a los chicos?
Prácticamente nada. La incautación preventiva tuvo lugar en el contexto de una investigación para facilitar la inmigración ilegal, pero hasta la fecha no se han presentado cargos. Aunque un estudio de la agencia Forensic architecture de Londres ha desmantelado las acusaciones (aún contra lo desconocido), el barco sigue bloqueado en el puerto de Trapani. Habrá que entender cómo va a seguir, pero mientras tanto los chicos no se han dado por vencidos. Algunos de ellos han fundado una nueva ONG, Mare Liberum, y están dispuestos a participar en otras misiones de rescate.
¿Qué fue lo que más te impresionó de esta experiencia?
Como ya dije, la capacidad de no rendirse, el valor y la fuerza de estos jóvenes. La Iuventa era una especie de lugar fronterizo, donde se reunían niños de la misma generación, ricos y pobres. Jóvenes de mundos aparentemente muy lejanos, pero que luego encontraron una manera de comunicarse y establecer relaciones y contactos humanos profundos. Luego, cuando fuimos a Sicilia para encontrar en los centros de acogida a algunos de los muchachos rescatados en aquella primera misión, me sorprendió su situación de limbo, sin un futuro claro por delante.
¿Cuándo y dónde se estrenará la película? ¿Existe ya un calendario para las proyecciones?
Todavía no hay un distribuidor italiano. Iuventa fue presentada en Bolonia, durante el Festival Biografilm. Mañana, martes 19 de junio, habrá una proyección en Bolonia a las 22, en el Claustro Arena del Sole, Via dell’Indipendenza 44. El viernes 22 de junio a las 21:30 estaremos en el Angelo Mai de Roma y el miércoles 27 a las 19 en Casa Emergency, en Via Santa Croce 19 de Milán, donde será necesario reservar escribiendo un correo electrónico a casa@emergency.it, o llamando al 02/881881.
La criminalización de la solidaridad, con ataques a las ONG que salvan vidas en el mar y a las asociaciones que ofrecen asistencia jurídica y sanitaria a los inmigrantes, se está volviendo cada vez más violenta. ¿Qué cree que se puede hacer para contrarrestar esta ofensiva?
Soy narrador y me percato de la existencia de una narración facciosa, simplificada e instrumental de lo que sucede con los migrantes. Es necesario restablecer una narración más cercana a la realidad, que dé espacio a las ONG dispuestas a dar un impulso humanitario y a hacer cumplir los convenios firmados por los países europeos. Es necesario unir fuerzas contra la intolerancia, no dejarnos desanimar y actuar. Los chicos de la Iuventa nos han demostrado que esto es posible.
Todas las fotos son de Cesar Dezfuli
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