Los trabajadores y trabajadoras están viendo reducido su espacio democrático, al tiempo que se incrementa la codicia empresarial sin control alguno, de acuerdo con el Índice Global de los Derechos de la Confederación Sindical Internacional que se publica anualmente. El número de países donde se registraron detenciones y arrestos arbitrarios de trabajadores ha aumentado, pasando de 44 en 2017 a 59 en 2018, y la libertad de expresión se ha visto limitada en 54 países.
“La democracia está siendo atacada en países donde no se garantizan los derechos de la población a organizarse, expresarse y emprender acciones. Brasil aprobó leyes que deniegan la libertad sindical, China restringe la libertad de expresión y en Indonesia se recurrió al ejército para reprimir disputas laborales”, indica Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional.
Cada vez más países excluyen a trabajadores de la cobertura de la legislación laboral: desde trabajadores/as migrantes a funcionarios públicos o empleados en empresas de plataformas, el 65% de los países excluyen a ciertas categorías de trabajadores de la legislación laboral.
“El trabajo decente y los derechos democráticos fueron debilitados en prácticamente todos los países, mientras que la desigualdad continuó en aumento. Se trata de un problema avivado por el comportamiento inaceptable de numerosas multinacionales, como Samsung, cuyas prácticas antisindicales deniegan a los trabajadores/as la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva, tal como quedó al descubierto en documentos incautados en sus oficinas en Corea. Y el poder empresarial de Amazon continúa creciendo sin freno alguno, con prácticas que van desde tratar a sus trabajadores como robots a amenazar con poner fin a su expansión en Seattle a causa de propuestas fiscales para la creación de viviendas asequibles”, dijo Burrow.
El Índice Global de los Derechos de la CSI 2018 clasifica a 142 países en función de 97 indicadores reconocidos internacionalmente, para evaluar dónde están mejor protegidos los trabajadores, tanto en la ley como en la práctica.
Las principales conclusiones del informe son:
- 65% de los países excluyen a trabajadores de la legislación laboral.
- 87% de los países han vulnerado el derecho de huelga.
- 81% de los países deniegan a algunos o a todos los trabajadores la negociación colectiva.
- De los 142 países examinados, 54 deniegan o limitan la libertad de expresión y de reunión.
- El número de países en que los trabajadores/as están expuestos a violencia física y amenazas aumentó en un 10% (de 59 a 65) incluyendo a Bahréin, Honduras, Italia y Pakistán.
- Los países donde se ha arrestado y detenido a trabajadores pasaron de 44 en 2017 a 59 en 2018.
- En nueve países se asesinó a sindicalistas: Brasil, China, Colombia, Guatemala, Guinea, México, Níger, Nigeria y Tanzania.
“Desde ataques a las libertades civiles, arrestos, detenciones y encarcelamientos arbitrarios de trabajadores, la erosión de la negociación colectiva y la creciente criminalización del derecho de huelga, a la exclusión de trabajadores de la protección laboral, se registra un incremento en las violaciones de los derechos de los trabajadores/as. Se trata de una amenaza global a la democracia y la seguridad. Los Gobiernos deben actuar en interés de los trabajadores y trabajadoras. Es necesario cambiar las reglas para poner fin a las violaciones y frenar la codicia corporativa”, afirmó Burrow.
El informe clasifica a Argelia, Bangladesh, Camboya, Colombia, Egipto, Guatemala, Kazajstán, Filipinas, Arabia Saudita y Turquía como los diez peores países para los trabajadores y las trabajadoras.
Haití, Kenya, Macedonia, Mauritania y España obtuvieron una clasificación peor en 2018, con un aumento de los ataques contra los derechos de los trabajadores/as, tanto en la ley como en la práctica.
La región de Oriente Medio y el Norte de África fue nuevamente la peor región en cuanto al trato que reciben los trabajadores y trabajadoras, con el sistema de la kafala en los países del Golfo que impone condiciones de esclavitud a millones de personas. La denegación absoluta de derechos básicos de los trabajadores sigue vigente en Arabia Saudita. Los conflictos en Libia, Palestina, Siria y Yemen derivan en la desintegración del Estado de derecho, privando a los trabajadores del derecho a encontrar un empleo decente. En Argelia y Egipto, se registró una violenta represión de protestas pacíficas y cualquier intento por establecer un movimiento sindical independiente sería sistemáticamente aplastado por las autoridades.
Las condiciones en la región de Asia-Pacífico se han deteriorado, con un incremento de la violencia, la criminalización del derecho de huelga y un aumento en el número de arrestos, detenciones y encarcelamientos de activistas y líderes sindicales. En los 22 países de la región se vulneraron los derechos de negociación colectiva y de huelga. Se registraron despidos colectivos de trabajadores por el ejercicio de sus derechos en Indonesia, donde 4.200 obreros fueron despedidos por la empresa minera PT Freeport; en Myanmar, donde 184 sindicalistas perdieron su empleo; y en Camboya, donde 588 trabajadores fueron despedidos después de una huelga en la fábrica Gawon Apparel.
En África, los trabajadores se exponen a sufrir violencia física en el 65% de los países de la región. Protestas fueron violentamente reprimidas por el ejército en Nigeria, y un trabajador fue asesinado por varios hombres armados no identificados durante una huelga.
En Europa, 58% de los países vulneraron los derechos de negociación colectiva y en tres cuartas partes de los países se vulneró el derecho de huelga.
Las Américas continúan siendo un continente plagado por un clima generalizado de extrema violencia y represión contra los trabajadores y sindicalistas; tan solo en Colombia fueron asesinados 19 sindicalistas el año pasado, lo que representa un aumento considerable respecto a los 11 registrados el año anterior.
La CSI ha venido recopilando información sobre las violaciones de los derechos de los trabajadores a la sindicalización y a la negociación colectiva en todo el mundo desde hace más de 30 años. Este es el quinto año en que la CSI presenta los resultados a través del Índice Global de los Derechos, que aporta un enfoque único y exhaustivo sobre la manera en que las leyes gubernamentales y las prácticas empresariales han deteriorado o mejorado en los 12 meses precedentes.
Las tres tendencias mundiales sobre los derechos de los trabajadores/as identificadas en el Índice Global de los Derechos 2018 son la reducción del espacio democrático, la influencia empresarial ilimitada y la importancia de la legislación.
“El poder de la democracia para cambiar las reglas quedó de manifiesto con los nuevos Gobiernos electos en Islandia, Canadá y Nueva Zelanda actuando en interés de los trabajadores/as, con la introducción de leyes para salvar la brecha salarial de género, la concesión de permisos remunerados a las víctimas de la violencia doméstica, y la introducción de incrementos salariales para los trabajadores/as del sector de cuidados. El desafío que se plantea a los Gobiernos es gobernar en beneficio de las personas, no de los intereses empresariales, y adoptar leyes que respeten las normas internacionales del trabajo y que mantengan abierto el espacio democrático que permite a los trabajadores tener una voz en su comunidad y en sus lugares de trabajo. A menos que esto ocurra, nos enfrentaremos a un mundo inseguro y fracturado”, declaró Burrow.
El Índice Global de los Derechos de la CSI 2018 clasifica a los países de uno a cinco en base a 97 indicadores, con una puntuación global que sitúa a los países en una de estas cinco categorías.
1 Violaciones esporádicas de los derechos: 13 países incluyendo Irlanda y Dinamarca.
2 Violaciones repetidas de los derechos: 23 países incluyendo Francia y Estonia.
3 Violaciones regulares de los derechos: 26 países incluyendo España y Macedonia.
4 Violaciones sistemáticas de los derechos: 38 países incluyendo Haití y Kenya.
5 Derechos no garantizados: 32 países incluyendo Honduras y Nigeria.
5+ Derechos no garantizados debido a desintegración del estado de derecho: 10 países incluyendo Burundi, Palestina, Siria y Yemen.