Comentarios de Antonio Carvallo en el panel sobre Derechos Humanos: el Humanismo Universalista, en el Quinto Foro Humanista Europeo, Madrid 13 de mayo 2018.
El estado de la cuestión de los Derechos Humanos hoy:
Hace 25 años Silo escribió una carta acerca del tema de los DDHH, publicada posteriormente con otros asuntos de relevancia para la acción política y social bajo el título de “Cartas a mis amigos”.
Allí destaca la acción de los estados nacionales como principales perpetradores de las violaciones a los DDHH en el mundo, y de la supresión o negación de los mismos bajo los pretextos de su protección o defensa. En su análisis usa el informe de Amnistía Internacional para ese año, 1992: invasiones, migraciones forzadas, explotación, hambrunas, masacres, las guerras en los Balcanes, limpiezas étnicas, etc.
Si ustedes leen el informe de Amnistía para este 2017/18 no se observa diferencia: Imposición de la austeridad en muchos países y regiones (solo en el Reino Unido, Amnesty estima 120.000 muertes prematuras por los recortes presupuestarios al Sistema Nacional de Salud NHS), empobrecimiento de las poblaciones, explotación de género y esclavitud, millones de desplazados, expulsión de la nación Rojinha en Myanmar, indiferencia y maltrato a los cientos de miles de inmigrantes en Europa, continuación de guerras en el Oriente Medio con masacres de poblaciones civiles, usadas como escudos humanos… las guerras de la OTAN.
Y una vez más el principal perpetrador: los Estados Nacionales cuya función es precisamente la de proteger y garantizar los DDHH de las poblaciones.
El control de los Estados por el “Estado Profundo”, el cáncer que infiltra los mecanismos internos del estado.
Utilizando el estado para las grandes concentraciones de capital en manos de unos pocos, el 1%.
Con el pretexto de equilibrar las cuentas del estado (que ellos desequilibran en primer lugar) los grupos de poder reducen la seguridad social, los presupuestos de salud, vivienda, educación, servicios, infraestructura…todo lo que pertenece o beneficia a la gente. O lo privatizan encareciendo las tarifas o lo eliminan mientras aumentan los presupuestos militares, policía, vigilancia ciudadana etc.
¡Vaya paradoja en la que vivimos donde el protector es el asaltante!
El Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista
Afirma la libertad del ser humano. Define al ser humano no como un ser natural sino como un ser histórico, un ser intencional, lanzado al futuro. Hacia una mayor conciencia y libertad, transformándose y transformando el mundo a su paso, humanizándolo.
El principio ético y de acción por excelencia es la regla de oro: “Trata a los demás como quieres que te traten”. Está en la base de todas las grandes religiones y civilizaciones. Ya, en forma escrita desde hace más de 4000 años, y practicado, tal vez desde mucho antes.
Allí están implícitos los fundamentos de los DDHH. Y de ahí pueden derivarse también el trato hacia los demás, la compasión, la empatía, la solidaridad, la reciprocidad, el afecto y tantas cualidades que inspiran a los Derechos Humanos en su dimensión social.
Nosotros tenemos registro de nuestras acciones, hay acciones unitivas y acciones contradictorias como bien sabemos. La acumulación de acciones unitivas nos va liberando internamente del sufrimiento y la violencia. De modo que hasta por razones técnicas es también importante tratar bien a los demás.
Estos temas son esbozados en la Arenga llamada «La Curación del Sufrimiento» dada por Silo en Punta de Vacas, Argentina el 4 de mayo de 1969, fecha reconocida como la fundación del Movimiento Humanista.
Silo explicó en esa ocasión la distinción entre deseo y necesidad. Cómo la violencia existe en el fondo de nuestra conciencia alimentada por nuestros deseos, y cómo ésta es la base de nuestro sufrimiento. Debemos aprender a distinguir entre necesidad y deseo.
Explicó que la violencia no permanece en nuestra conciencia sino que se proyecta sobre los demás.
Distingue los distintos tipos de violencia y recalca que no hay partido ni movimiento en el planeta que pueda acabar con la violencia. Que es inútil buscar falsas puertas y que sólo puede uno acabar con la violencia en sí y en el mundo que le rodea por la fe interna y la meditación interna…
Se realizan amplios desarrollos de doctrina en los años siguientes, profundizando sobre estos temas, y que apuntan precisamente a la superación del sufrimiento en uno y en la sociedad.
El Humanismo Universalista puso en marcha a lo largo de los años, una serie de organizaciones de acción social para expandir en el mundo el mensaje de la no-violencia, de la superación del sufrimiento, de la transformación individual y social simultáneas al tiempo que actuaban en áreas específicas de cambio social: Así los Partidos Humanista y Verde, La Comunidad para el Desarrollo Humano, el Centro de las Culturas, la Internacional Humanista, el Centro Mundial de Estudios Humanistas, Clubes Humanistas, Mundo Sin Guerras, Marchas Mundiales por la Paz y El Desarme, Pressenza Agencia Internacional de Noticias y un sin número de acciones y campañas puntuales en todo el mundo.
Estas organizaciones, muy activas y distribuidas en todos los continentes siempre promovieron la no-violencia, la igualdad, la libertad y el cambio personal y social simultáneos y tocaron con sus campañas y acciones a millones de personas en todo el mundo.
Es decir, hemos estado ocupados…
Los Humanistas somos optimistas
La Nación Humana Universal es el futuro y es inevitable. Cada vez tenemos más en común porque somos más inter-dependientes. Esa situación abre la posibilidad de percibir y sentir al otro como un ser humano. Lo mismo ocurre aceleradamente en todo el planeta.
La historia avanza a ritmo creciente hacia una síntesis de razas de culturas, lenguas y sensibilidades, de sistemas políticos y experiencias sociales… estamos mas cerca que nunca de que los DDHH se constituyan en una nueva realidad.
La violencia ha sido una constante histórica. Producir una ruptura en esa constante, requerirá sin duda de un cambio mental, una conciencia más elevada. Ayudar a despertar esa conciencia debe orientar nuestros trabajos conjuntos hoy.
Intensificar la educación y difusión de los Derechos Humanos desde la más temprana edad en todos los niveles de la sociedad es esencial. Toda acción política o social debería tener en claro qué derecho defiende y fortalece y explicarlo así.
El mundo ha cambiado en los últimos 70 años
Una revisión y actualización de la Declaración Universal, es una tarea que merece atención. Incorporando los nuevos derechos o ubicándolos dentro de los que existen. Por ejemplo, el derecho al agua es vital para tantos pueblos; derechos medio ambientales; derechos económicos (por ejemplo, Renta básica universal); derechos de género (LGBT); derechos cibernéticos, y otros.
Los DDHH son en parte aún, una aspiración, una intención lanzada al futuro. Su cumplimiento pleno permitirá sustentar una sociedad verdaderamente humana.
De nuestros esfuerzos hoy, depende el que ese futuro sea más o menos distante.