El 1 de junio de 2018, el Parlamento de Burkina Faso aprobó un nuevo código penal que ya no prevé la pena de muerte como posible sanción penal.
La última ejecución en este país africano tuvo lugar en 1988. Por lo tanto, Burkina Faso ha sido abolicionista de facto durante 30 años, pero ahora es abolicionista por ley.
El África subsahariana sigue siendo el continente más orientado hacia el abolicionismo. En los últimos 20 años, la pena de muerte se ha suprimido de los códigos de Benín, Burundi, Costa de Marfil, el Gabón, Guinea, Madagascar, la República Democrática del Congo, Ruanda, el Senegal y el Togo.
Burkina Faso es el 107º país en ser totalmente abolicionista mediante la legislación, a la que se añaden 28 Estados abolicionistas de facto y siete Estados abolicionistas para los delitos comunes.