Por QuatroV (*)
Ver video AQUÍ: Ingreso básico universal (4 min 46 seg)
Texto del vídeo:
La humanidad está cerca de experimentar otra transformación histórica debido al desarrollo tecnológico. Muchos expertos advierten contra la futura escasez de empleos. Según ellos, dentro de 20 años, el 40% de los puestos de trabajo serán sustituidos por máquinas.
El capitalismo actual no garantiza empleo para todas las personas. Además, un trabajo no es garantía de una vida decente ni de una existencia libre. La política económica actual, incluidas las reformas laborales, es un ataque a las condiciones de trabajo y de vida de la mayoría, y está causando una inseguridad cada vez mayor. Como resultado, los despidos se multiplican y el número de trabajadores pobres aumenta rápidamente. Los efectos de estas reformas no son sólo económicos. Según la OMS, en 2020 los trastornos de ansiedad y la depresión serán las principales causas de enfermedades en el llamado mundo desarrollado.
La capacidad de los más ricos para controlar los gobiernos y los mercados ha dado lugar a desigualdades sociales a niveles sin precedentes. Debido a la actual distribución de la riqueza mundial, donde el 1% más rico tiene tanta riqueza como el resto del mundo, este modelo económico y político es insostenible. Necesitamos otra manera.
Renta Básica Universal
El ingreso básico universal es una cantidad por lo menos igual a la línea de pobreza que el Estado paga incondicionalmente a toda la población. La incondicionalidad trae muchas ventajas:
– Ahorra costes administrativos. En la actualidad, una gran parte de los impuestos se destina a la asistencia social. Se utilizan para que la burocracia decida quién merece recibirlos;
– Evita que las personas que reciben ayuda se queden atrapadas en la pobreza porque pueden buscar otros trabajos para aumentar sus ingresos sin temor a perder la ayuda para ello;
– Liberar de la estigmatización a las personas que reciben asistencia social. Y sobre todo;
– Es una garantía incondicional de recursos mínimos. Es una base para que la gente tenga más libertad y menos miedo de decidir cómo queremos vivir nuestras vidas.
Pensemos en el mundo del trabajo, los contratos de trabajo no se firman en pie de igualdad cuando una de las partes necesita recursos. No hay otra forma de aceptar el contrato. La Renta Básica Universal, por otro lado, nos permite elegir trabajos más dignos y mejor adaptados a quienes somos. También nos abre oportunidades para seguir adelante con nuestros propios proyectos.
Por otro lado, las personas que trabajan en casa sin recibir dinero por ello podrán liberarse de la dependencia material de sus parejas. En general, la renta básica universal nos permite vivir una vida que hemos elegido, en la que hay espacio para el ocio, para cuidarnos a nosotros mismos o a los demás, para el trabajo voluntario u otras actividades que no se imponen por necesidad o por dinero.
¿Pero entonces nadie va a trabajar?
Diversas encuestas y experiencias internacionales muestran que con un ingreso básico universal las personas no dejarían sus empleos. En Europa, sólo el 4% dijo que lo haría. La tendencia de la mayoría de los seres humanos es tratar de sentirse útiles. El ingreso básico universal es una palanca de activación. De aquellos trabajos, remunerados o no, en los que realmente nos desempeñamos como personas y en los que podemos ser mejores y más eficaces.
En cualquier caso, recordemos que no hay veneno para todos.
Pero, ¿cómo se financiará?
De los impuestos. El sistema tributario es el mecanismo fundamental por el cual aumenta o disminuye la desigualdad. Con un sistema tributario progresivo, el porcentaje de impuestos que una persona tiene que pagar aumenta a medida que su riqueza aumenta. Así financiado, el ingreso básico universal produce una redistribución significativa del ingreso de los más ricos al resto de la población. Los ricos, como ciudadanos, también reciben un ingreso básico universal. Pero, para que se les pueda pagar, pagan más de lo que reciben.
Vemos un mundo en el que se supone que los puestos de trabajo garantizan los ingresos: este mundo se ha desintegrado y los pequeños cambios ya no son suficientes. ¡Que el miedo no nos impida redistribuir! Es urgente redistribuir la riqueza de tal manera que nos dé a todos un poco más de libertad. El ingreso básico universal puede ser una oportunidad de una vez por todas para tomar el control de nuestras vidas.
(*) El autor,
QuatroV
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