Hace unas semanas, una cadena de televisión alemana proyectó un reportaje sobre la piña costarricense denominada «Sweet Gold» o MD-2 que se importa en grandes cantidades en Alemania. El reportaje se encuentra disponible en este enlace en You Tube y se titula «Costa Rica: el precio de la piña | DW Documental«).
Como bien es sabido, la variedad de la MD-2 se ha impuesto en el mercado mundial a partir de mediados de los años 2000, sustituyendo a otras variedades de piña, como la «Hawaiana» o la «Cayena«. En Costa Rica la «piña criolla«, con una pulpa clara y muy ácida, ha prácticamente desaparecido de anaqueles y góndolas, ocupados por la «Sweet Gold«. Nótese que gran parte del mercado local es abastecido de piñas que, por alguna razón, no califican para ser exportadas fuera de Costa Rica.
El contenido del documental en breve
En menos de 26 minutos, el reportaje presenta una imagen pocamente divulgada sobre lo que se denomina en algunos sectores económicos como el «dulce orgullo» costarricense, en referencia precisamente al sabor extremadamente dulce de la «Sweet Gold» o MD-2.
Denuncias de activistas pocamente atendidas por las autoridades, contaminación de suelos y de aguas de años que se mantienen sin sancionar a las empresas responsables, explotación laboral que se desprende de varios valientes testimonios de operarios en fincas piñeras, efectos negativos del cultivo en la ganadería circundante (proliferación de la mosca de establo), y opciones alternativas a la piña convencional pocamente apoyadas por las autoridades constituyen el menú del reportaje.
Este último es completado de forma muy interesante con muestras analizadas en un laboratorio alemán independiente (a partir del minuto 22:36): entre varios hallazgos, el técnico de laboratorio recomienda tener extrema precaución a la hora de manipular la fruta en una cocina, al contener sus hojas sustancias químicas sumamente dañinas para la salud humana que se desprenden (y que no impregnan la pulpa ni la cáscara de la fruta exportada a Alemania).
¿Análisis de laboratorio que puedan dar pie para una controversia? No sería la primera vez que sector productivo y autoridades estatales no detectan lo que sí detectan laboratorios independientes cuando de piña costarricense se trata: se leyó en un informe del Estado de la Nación que: “En mayo del 2014 el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA recomendó suspender el abastecimiento por camiones cisternas, ya que desde el 2012 los laboratorios privados contratados no han encontrado residuos de plaguicidas en las fuentes de agua para consumo humano en las comunidades involucradas. Sin embargo estudios efectuados por el Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas (Larep) del IRET-UNA, en marzo del 2014, detectaron concentraciones de 2,8 Mg/L de bromacil, 0,1Mg/L de triadimefón y otros plaguicidas” (XX Informe del Estado de la Nación (2014), p. 192).
Foto extraída de nota de prensa del Tico Times (2017) titulada «Environmentalists demand halt to pineapple expansion»
A partir del minuto 15:09 del reportaje de la DW, se documenta cómo el sector productivo (Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña o CANAPEP) es solicitado para una entrevista, la cual al final no se logró materializar con el equipo de periodistas alemanes.
Extremadamente llamativo (minuto 16:10), los periodistas tuvieron acceso a un documento suscrito por el máximo funcionario del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) enviado en agosto del 2017 solicitando a la Embajada de Costa Rica en Alemania proceder a «arreglos» (sic.) antes de la difusión de dicho documental. Se desconoce si este tipo de misivas constituye (o no) una «première» por parte de un titular a cargo de la cartera de agricultura y ganadería en Costa Rica.
Más allá de lo hacendoso que puede resultar a veces un jerarca, es de destacar en contraposición la omisión del Estado costarricense con relación a aspectos y efectos relacionados a la piña desde varios años: una ponencia preparada por tres investigadores para el Estado de la Nación del 2016, titulada precisamente «La expansión por omisión: territorios piñeros en los cantones Los Chiles, Upala y Guatuso, Costa Rica (2004-2015)» (véase texto completo) explica el beneficio que algunos sacan ante esta actitud omisa por parte de varios entes estatales.
Un documental crítico antecedido por varios cuestionamientos previos
No es la primera vez que la piña costarricense es cuestionada en el ámbito internacional. En octubre del 2010, un artículo publicado en The Guardian titulado «Bitter fruit: The truth about supermarket pineapple» ya advertía al consumidor británico sobre algunos aspectos pasados por alto por las autoridades y por el sector productivo costarricense.
En el 2015, cansadas de promesas desde el 2007, las comunidades del Cairo y Milano (región de Siquirres) cuyas aguas fueron contaminadas por empresas piñeras, lograron que la piña costarricense fuera objeto de una audiencia ante la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos / Com IDH (remitimos a nuestros estimables lectores a nuestra nota titulada «La piña de Costa Rica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos«, editada por el OPALC el 7/04/2015).
Con relación a los empleos generados por la actividad piñera en Costa Rica (presentados por el sector productivo y por las autoridades como una justificación incuestionable para expandir la producción) en el 2016, la ONG Oxfam implementó una campaña en Europa contra la comercialización de la piña de Costa Rica por los supermercados alemanes con base en un informe que detalla las condiciones inhumanas que prevalecen («inhumane conditions which prevail«) en las plantaciones de piña (véase informe en inglés titulado «Sweet fruit, bitter truth«). No se tiene conocimiento de drásticas medidas legales de control / prevención tomadas desde el 2016 para erradicar las prácticas laborales denunciadas por los integrantes de Oxfam en fincas piñeras. En cuanto al supuesto «desarrollo» que aporta a las comunidades, al medirlo recurriendo a indicadores internacionales, los cantones piñeros de Costa Rica aparecen entre los cantones con el menor Indice de Desarrollo Humano (más conocido como IDH).
Durante su estadía en Costa Rica en el 2016, se pudo leer por parte de los miembros de OXFAM que: «Nos impresiona mucho ver que desde la primera investigación que hicimos hace ocho años, casi no han cambiado las cosas. Igualmente, en marzo vinimos a hacer una segunda indagación y todo sigue igual: problemas de salud como cáncer y enfermedades de la piel, contaminación de acuíferos y faltas a las garantías laborales de las personas que trabajan en estas fincas» (véase artículo de DiarioExtra titulado «Alemanes denuncian malas prácticas en piñeras ticas. Advierten a consumidores sobre hallazgos» del 25/10/2016).
El auge de la piña costarricense en el mercado mundial
Según un informe de la UNCTAD del 2014, Costa Rica lidera la exportación de piña a nivel mundial con 2.126.929 toneladas métricas exportadas, seguida en América Latina por Panamá con tan solo 67.038 toneladas y Ecuador con 57.380 (véase gráfico Table 3 ubicado en la página 13): hemos revisado detenidamente esta tabla para detectar algún error de dígitos. Al parecer, Costa Rica es el único Estado en el mundo cuyas autoridades se muestran dispuestas a favorecer y a expandir el cultivo de la piña de exportación en esas proporciones.
En un reciente reportaje se indicó que en los últimos 4 años, las exportaciones de piña en Costa Rica aumentaron en un 19% (véase nota de La Nación).
Foto extraída de artículo de prensa de la agencia EFE de noticias, titulado «Costa Rica revisará permisos otorgados en el último año para siembra de piña» publicado por Elpais.cr (edición del 17/05/2017)
Nótese que durante la última contienda electoral vivida por Costa Rica en los primeros meses del 2018, el tema ambiental no pareció ser tema de campaña. Precisamente en un artículo publicado en Pagina Abierta (DiarioExtra) y en el sitio de Hablando Claro (Radio Columbia) el 24/10/2017, titulado “Candidatos y ambiente: ¿Cuándo se va a hablar en serio?“, su autor, el Dr. Allan Astorga, ex Secretario General de la SETENA y connotado especialista en evaluación ambiental escribe con relación a la piña (véase texto completo del artículo):
“El censo agropecuario del 2015 del MAG indicando la existencia de 37.200 hectáreas de piña debe contraponerse a un estudio reciente con fotos satelitales en las que ascienden a más de 58.000: una diferencia que hace ver el poco control y fiscalización del Estado, y el alcance de un monocultivo implantado con fuerza a partir del 2007 y que debe ser considerado como una verdadera vergüenza social y ambiental“.
La piña MD-2 de Costa Rica, ¿»vergüenza nacional» o bien «orgullo nacional«?
No cabe duda que el tema de la piña en Costa Rica requiere de una discusión nacional que se ha pospuesto desde hace mucho tiempo por parte de las autoridades. El aumento exponencial de este monocultivo en tan pocos años constituye un hecho notorio pocamente analizado. La ausencia de sanciones a empresas responsables de contaminar aguas y suelos es otro dato que llama poderosamente la atención. Desde el 2007, Costa Rica lidera el mercado mundial, importando grandes cantidades de sustancias químicas (varias de ellas prohibidas por la misma Unión Europea) para producirla. Estos y otros argumentos han sido objeto de numerosas publicaciones y artículos de opinión en medios de prensa. Un artículo de El Financiero del 2009 ya advertía del carácter insensato del crecimiento de la piña (véase artículo titulado «Insensatez piñera. Miopía empresarial y estatal abonaron graves secuelas«).
¿Cómo explicar tan vertiginoso aumento pese a la existencia de normativa ambiental como la vigente en el ordenamiento jurídico costarricense? La respuesta está en la SETENA (Secretaría Técnica Nacional del Ambiente), en la que se originan la mayor parte de los grandes escándalos en materia ambiental en Costa Rica, en particular los «orquestados» durante el periodo 2006-2010. En el 2009, la SETENA optó por eximir a las piñeras de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). En setiembre del 2011, se leyó en un artículo publicado en La Nación titulado «La cuestionable sostenibilidad ambiental de la piña» y escrito por el mismo Dr. Allan Astorga que: «La sustitución operada en la resolución 2286 – 2009 Setena del 25 de setiembre del 2009 del EDA por el EIA (por una Setena intervenida, como bien se sabe, por el Ministerio de la Competitividad) contradice nuestro ordenamiento jurídico y los principios de prevención que incluye nuestra normativa. Tratándose de un estudio «expost» no se entra a valorar elementos esenciales, como por ejemplo si el sitio seleccionado para el cultivo era el apropiado, ni tampoco puede valorar si al momento de desarrollar del cultivo se afectaron biotopos sensibles que no debieron haberse afectado«. Nótese que ninguna de las aseveraciones hechas en este artículo fueron objeto de alguna solicitud de rectificación y/o aclaración por parte de alguna autoridad estatal.
En octubre del 2017, ni el sector productivo ni tampoco las autoridades accedieron a un foro al que fueron invitados a debatir públicamente, convocado por la Universidad de Costa Rica / UCR (remitimos al lector a nuestra breve nota titulada «A propósito de un reciente foro sobre la expansión piñera en Costa Rica» publicada en Elpais.cr el 29/10/2017).
A modo de conclusión
De cara a los efectos del cambio climático, un reciente artículo de Ojo al Clima en Costa Rica, advierte desde el mismo título que «Cultivo de piña quiebra los escudos contra cambio climático«.
Por alguna razón, este documental difundido en Alemania y en el resto del mundo a través de la plataforma de DW ha sido objeto de muy escasas referencias en la prensa costarricense. Encontramos una de ellas en la parte final de esta nota del medio digital del comunicador Diego Delfino del 4/4/2018 (véase enlace) y en la parte final de esta nota del Semanario Universidad (UCR) sobre posible fraude con piña orgánica (véase nota del 16/05/2018).
Una de las pocas notas periodísticas publicadas en la prensa costarricense sobre el documental alemán como tal (véase nota de AMPrensa del 6/05/2018) se titula: «Reportaje europeo deja por el suelo imagen de Costa Rica por cultivo de piña«.