El traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén ha desatado un polvorín en la frontera de Israel con el territorio palestino de Gaza. Hasta el momento el Ministerio de Sanidad habla de 52 muertos y más de 2.400 heridos.
Más de mil personas han sido heridas con balas de plomo provenientes de las fuerzas armadas israelíes, que tienen francotiradores disparando a discreción sobre los manifestantes.
La inauguración de la nueva embajada de Estados Unidos contó con la presencia de la hija del presidente Donald Trump, Ivanka y su marido, Jared Kushner, además del Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu también participó de la ceremonia, al igual que el presidente Reuvén Rivlin.
Desde la Casa Blanca, Trump envió un video en el que dijo que “Israel es una nación soberana con el derecho a determinar su propia capital”.
Cientos de personas fueron expulsadas por la policía cuando se manifestaban en las afueras de la sede diplomática.
La organización política Hamás ha llamado a la población a resistir la instalación de las embajadas extranjeras en Jerusalén y a lo largo de la frontera se han desarrollado protestas que fueron reprimidas a tiros, ocasionando las muertes.
Desde el ejército aseguran que se trata de una “operación terrorista bajo cubierta de masas de gente en diez localidades de Gaza” y confirman que se trata de un procedimiento estándar. La ONU inmediatamente le exigió a Israel que abandone “el uso desproporcionado de la fuerza”. A ambos lados de la frontera hay intereses de que la violencia escale y se derrumben los intentos pacíficos y noviolentos para encontrar una solución a este añejo conflicto.
Uno de los ejércitos más poderosos del mundo sigue masacrando a civiles. Así lo describía Médicos Sin Fronteras desde Gaza «Hay al menos 55 muertos y 2.271 heridos, incluidos 1.359 por munición real. Son cifras abrumadoras. Es insoportable ser testigos de una cantidad tan grande de personas desarmadas recibiendo disparos en tan poco tiempo.
Nuestros equipos médicos están trabajando sin parar, brindando atención quirúrgica y cuidados postoperatorios a hombres, mujeres y niños. Seguirán haciéndolo hoy mañana y hasta que sea necesario».