La Coordinación Nacional de Docentes en Derechos Humanos, con motivo del 15 de mayo, Día Internacional de la Familia, tiene como objetivo promover momentos de convivencia, recreación y reciprocidad entre las generaciones, a través de encuentros dentro de las escuelas que se planificarán al inicio del año escolar y cerca de los días festivos más importantes. Estos días podrían tener lugar a través de una serie de momentos culturales y recreativos (picnics al aire libre en la medida de lo posible; torneos de varios tipos, recitales y exposiciones realizadas por los niños, talleres interactivos dirigidos por los profesores) que se llevarían a cabo de la mañana a la tarde.
Los objetivos son muchos: sensibilizar a las familias sobre el funcionamiento de la educación digital en el aprendizaje de la Generación Z; aumentar las relaciones sociales y el sentido de pertenencia a la misma institución de formación; promover formas de solidaridad e inclusión; reducir la deserción escolar. «Happy Family School», título del «paquete didáctico» con un tema que cada instituto puede calibrar y estudiar en función de sus propias necesidades territoriales y de los usuarios, puede convertirse en una cita de bienvenida y en una oportunidad para crear nuevos itinerarios culturales sinérgicos, a través de posibles sugerencias provenientes también de padres y estudiantes.
En esta circunstancia, además, la Coordinación dirige su atención y solidaridad a los docentes que viven, incluso con sus seres queridos, días dramáticos por la medida de despido a la que han sido sometidos. Esperamos que se encuentre una solución diferente, diseñada para proteger a los profesionales que han trabajado con dedicación y seriedad en el desempeño de sus funciones y que tienen derecho al reconocimiento de su compromiso y serenidad.
Proteger a las familias implica «cubrir» muchos aspectos cruciales; entre ellos, un lugar central ocupa la dignidad de la persona, que tiene dificultades para preservarse en condiciones precarias. Proteger a las familias significa poner en práctica una serie de estrategias funcionales para garantizar su integridad; pensemos en todos los profesores ubicados en zonas geográficas alejadas de sus centros, con el consiguiente malestar psicológico, físico y «económico». La familia es la primera célula de la sociedad; las células enfermas suelen provocar el mal funcionamiento del organismo y, en casos extremos, el deterioro de toda la estructura. Proteger a la familia significa consolidar el Estado y la democracia. No se trata de «piedad asistencial», sino de previsión política, incluso antes que de solidaridad social. Recordemos eso, y no sólo el 15 de mayo.
Prof. Romano Pesavento
Presidente Coordinación Nacional de Docentes de la Disciplina de Derechos Humanos
Email: coordinamentodirittiumani@gmail.com
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