Entrevista y texto: Jember Javier Pico Castañeda
Fotografías: David Montaluisa
“Huahua” (“niña/o”, “hijo/a”) es una propuesta cinematográfica que, a partir de una premisa real (el miedo a ser madre/padre), teje una narrativa ficcional con entrevistas a personajes reales sobre la identidad del pueblo kichwa: su situación y su historia en medio de la sociedad actual. Su pre-estreno en el 6 Festival de Cine La Orquídea – Cuenca (2017) la premió en la categoría Panorama Ecuatoriano (Premio del público) y el 17 Festival Internacional de Cine Documental “Encuentros del Otro Cine” – EDOC (2018) la ha incluido en su selección oficial.
Dialogamos con su director, Joshi Espinosa Anguaya, y su productora, Citlalli Andrango Cadena, en torno a cinco temas: su lugar de enunciación, su contenido, los dilemas socio-culturales que aborda, las propuestas que hace y algunas reflexiones a partir de su realización.
Lugar de enunciación: ¿Cómo nace el proyecto de “Huahua”?
Joshi Espinosa Anguaya (JEA): El proyecto nace en el marco de un grupo de trabajo que buscaba hacer un documental sobre las identidades kichwas de Otavalo (Provincia de Imbabura, Ecuador). En el cine que yo hago busco autoretratarme; somos pareja con Citlalli -llevamos 9 años juntos-, mis sobrinos viven en Francia, la mamá de Citlalli es mexicana y su papá es kichwa. Ante estas experiencias, las preguntas que guiaron este proyecto fueron: Si fuésemos padres ¿dónde le criamos al huahua? ¿Le hacemos crecer en Quito, que sería un kichwa urbano, citadino, quiteño? O ¿Nos regresamos a la comuna pensando en que podría ser un mejor espacio para crecer? De estas preguntas nace “huahua”.
Contenido de la película: En sus palabras, ¿Cuál es el contenido principal de “Huahua”?
Citlalli Andrango Cadena (CAC): La película abarca muchos temas, y busca mostrar no una verdad sino las posibilidades que hay sobre la identidad en el espacio en el que vivimos. Su pregunta recurrente es ¿Cómo te identificas? Kichwa, runa, indígena, longo, indio. Nuestra idea no es plantear cómo debería ser la identidad kichwa, sino mostrar las diversas posibilidades de ella.
JEA: Si ampliamos esto a la identidad ecuatoriana, la pregunta sería ¿Cuál es la identidad del ecuatoriano? Así, abordaríamos la tendencia social a esconder o rechazar la raíz indígena que tenemos todos los ecuatorianos.
Dilemas socio-culturales que aborda: ¿Cuáles son las realidades que “Huahua” representa?
JEA: Buscamos mostrar las vivencias de los jóvenes ante las diferentes maneras sociales de concebir a las personas kichwas, también su condición migrante que ha implicado moldear y apropiar elementos de otras culturas, como la música.
¿Por qué elegir los idiomas kichwa y castellano para “Huahua”? ¿Cuál es el rol de un idioma en la identidad de una comunidad?
JEA: El idioma para una comunidad es importantísimo: diferencia y marca el espacio y el territorio. No es sólo un medio de comunicación, sino que lleva dentro historias y vivencias. Hicimos la película de esta manera porque nuestro diario vivir es así: con mi madre siempre hablamos en kichwa, con mi padre siempre hablamos castellano -en la película, él mismo explica las razones para enseñarlo-.
CAC: Sobre el nombre de la película, decidimos escribirlo “Huahua” y no “Guagua” para reivindicar las raíces orales del kichwa y poner en discusión las unificaciones y estudios gramaticales actuales sobre este idioma.
Propuestas que realiza: ¿Qué propone “Huahua” al público espectador, a las realidades juveniles?
JEA: Lo que plantea “Huahua” al público en general es mostrar cómo es una parte del país, pues no llegamos a conocernos completamente. La mayoría de las personas que están en Quito no saben diferenciar quién es kichwa de Imbabura, del centro, saraguro. A las nuevas generaciones les plantea una reflexión sobre la identidad; un chico, después de verla dijo: “no sé ahora cómo decirles” (risas), “ahora no sé qué soy”. Comenzó a cuestionarse sobre su identidad: “¿Qué pasa si puedo asumirme de otra manera? Si les digo indígenas, no está bien. Si les digo kichwas ¿es más correcto?”.
CAC: Creo que también plantea un conflicto que nos atraviesa a todos: el hecho de ser padres y saber qué hacer con tus hijos en el mundo en el que vivimos ahora. Es una pregunta que en algún momento todas las personas que van a ser padres se hacen.
¿La película puede entrar en diálogo con las personas o parejas que piensan no ser padres/madres?
CAC: (silencio) Es una pregunta que no nos hemos hecho.
JEA: Ahora las parejas se cuestionan más el hecho de ser padres; antes no. La película puede reflejar estos cuestionamientos. Un chico mexicano que vio la película en Cuenca nos contó que unos amigos suyos decidieron tener un hijo en Bolivia. Se fueron de México a Bolivia para ello. Son las decisiones que ahora se toman. Si hubiese nacido en México, sería otra manera de educación del huahua.
Reflexiones a partir de la realización de la película
A partir de este ejercicio cinematográfico ¿Cuál creen sea el rol de la historia y la identidad colectivas en la vida de los individuos, y viceversa?
CAC: La identidad no es una camisa de fuerza. Mi mamá es mexicana, y he aprendido a convivir con todo esto. Creo que la vivencia de la comunidad es parte de la identidad que tengo. Los sobrinos de Joshi, por ejemplo, hablan kichwa en Francia: esa es su vivencia y su identidad. Creo que en la comunidad a veces se pierde un poco ser individuo; sin decir si es para bien o para mal, la importancia de la comunidad, de lo colectivo, marca la vida de una persona.
JEA: En mi caso, la comuna de mi mamá fue muy determinante. Al final, eres el resultado de todas las cosas que vives a diario y de la forma en que te educaron tus padres.
¿De qué manera el cine puede aportar a la construcción de culturas de paz y no-violencia?
CAC: A través del lenguaje audiovisual, el cine plantea mundos distintos a los nuestros. Esto permite ponerse en los zapatos del otro y entenderlo, para intentar ser menos violentos.
JEA: El cine visibiliza las conflictividades que existen en torno a la identidad kichwa. Por ejemplo, hay un término despectivo para referirse a las personas kichwa: “longo”. Puede ser que la gente que vea la película se cuestione si el uso de “longo” o “indio” sea un acto de violencia y no las vuelvan a utilizar contra los kichwas. En este sentido, el cine busca educar, compartir, informar.
¿Cuáles creen sean los aportes de las culturas indígenas, y la suya en particular, a la construcción de realidades pacíficas y no-violentas?
CAC: No obstante la conflictividad entre kichwas y mestizos, creo que nuestra historia, nuestras luchas ante las discriminaciones, nuestro estilo de vida de cercanía física en un espacio comunitario son aportes a una vida de paz.
JEA: Ante las discriminaciones sufridas en nuestra historia, creo que nuestro aporte son nuestras luchas noviolentas, desde el trabajo, para recuperar espacios en contextos urbanos, en la política, en las universidades, en el cine.
¿Esperan que la película vaya más allá de Ecuador?
JEA: La película ya tiene varias invitaciones, sobre todo de parte de organizaciones que están luchando por los derechos indígenas. Muy pronto iniciaremos esta distribución en estos espacios. El “huahua” inicia a defenderse solito.