Como humanista, Florcita Alarcón se oponía al régimen de Augusto Pinochet en Chile. El dictador murió hace mucho tiempo y Alarcón está más vivo que nunca. Como parlamentario del Frente Amplio, lucha por una nación humana universal.
En Chile Raúl Florcita Alarcón Rojas es más conocido bajo su nombre artístico Florcita Motuda. El popular músico fue uno de los fundadores del Partido Humanista del país. Hoy, como miembro del Frente Amplio de la Alianza de Izquierda, no sólo aporta cuestiones sociopolíticas al Parlamento, sino también color, felicidad y la idea de una nación humana universal. Maga Navarrete le habló del progreso para todos, de cómo él no deja de estar en contacto con la juventud y de por qué la crítica situación mundial podría ser favorable para la humanidad.
Maga Navarrete: Señor Alarcón, hoy estamos hablando de la situación social en Chile, de la política allí y, por supuesto, de la alianza de izquierdas Frente Amplio. Sin embargo, me gustaría preguntar su posición personal de antemano. ¿Se llamaría a si mismo anticapitalista?
Florcita Alarcón: Mi posición como humanista místico-político es más PRO que ANTI… más «propuesta» que «protesta»… puedo decir que estoy por la nación humana universal, donde proclamamos las ansias de progreso para todos, porque el progreso de unos pocos es el progreso de nadie. Como verá, estoy, en consecuencias y sin lugar a duda, muy lejano al capitalismo.
Usted no sólo es un músico y humanista muy conocido en Chile, sino que recientemente fue elegido diputado por el Frente Amplio. ¿Puede describir sus objetivos personales? ¿Qué quiere como parlamentario y qué quiere cambiar su partido en la política chilena?
R.- Aparte del programa de leyes que llevamos en el programa del Frente Amplio, como: Recuperar el Agua que está privatizada, Educación Gratuita y de buena calidad, la Salud al alcance de todos, también desde el Partido Humanista nos interesan muchas otras leyes como la Ley de Responsabilidad Política (donde el político podría ser eliminado de su cargo bajo ciertas condiciones).
También la Iniciativa Legislativa Popular, la Asamblea constituyente para cambiar la Constitución de Pinochet, también una ley que permita a los artistas callejeros expresar su arte en plazas y calles, etc. También decimos No Más AFP.
Queremos abolir las Administradoras de Fondos de Pensiones, el actual sistema de pensiones introducido en los años ochenta bajo la dictadura de Augusto Pinochet y basado en fondos de pensiones privados. Será sustituido por un sistema de reparto basado en la solidaridad. Un nuevo sistema de distribución y solidaridad, y de financiación tripartita por parte de los trabajadores, las empresas y el Estado, basado en principios de seguridad social generalmente aceptados y que sustituye al sistema de capitalización individual de las AFP.
En la ceremonia de juramentación en la Cámara de Diputados de Chile usted hizo una aparición bastante «extraña» para los estándares europeos. Venían en zapatillas, camisetas, tenían antenas en la cabeza y se habían puesto una capa blanca con lunas y estrellas negras. ¿Es el Parlamento chileno tan grotesco como para ser ridiculizado o qué quería decir?
Esa forma de vestir fue un «gesto político» que anunciaba, siendo un artista, que en ese espacio no cambiaría negativamente mi forma de ser, reivindicando también la existencia de una diversidad no solo política sino también ilustrada por las diversas vestimentas que existen en este país incluyendo incluso la forma de vestir de una Diputada mapuche que también fue elegida. Ese pintoresco traje que usé es mi vestimenta de canta-autor que llevo en todas mis presentaciones.
Usted está dentro de los fundadores del Partido Humanista de Chile que se opusieron al régimen de Augusto Pinochet como representantes del humanismo. En 1973, el presidente Salvador Allende, socialista marxista, fue expulsado de su cargo y se estableció una dictadura militar que fue destituida con la ayuda de la Constitución en 1990. La democracia se introdujo en Chile como si nada hubiera pasado. ¿Cómo valora hoy la dimensión histórica de esta ventana temporal? ¿Cómo siguen operando la imagen de Allende y Pinochet?
La imagen de Allende es recordada y respetada por un amplio margen de población, recordando por ejemplo la Nacionalización del Cobre, y la imagen de Pinochet totalmente degradada por los delitos descubiertos después de su muerte. Se le recuerda como un criminal que no pudo ser juzgado.
¿Se puede decir que las ideas de Salvador Allende han sobrevivido en la población, pero también en el Frente Amplio?
Efectivamente, sobrevive fundamentalmente en el espíritu libertario del FRENTE AMPLIO incluso en una época como esta, donde aparecen los nuevos problemas derivados de la tecnología como la robótica y la necesidad de una «renta universal».
Vayamos al presente. ¿Sus propuestas y los conceptos del Frente Amplio se van a debatir seriamente en el ámbito político?
Efectivamente, la mayoría del Frente Amplio está formado por jóvenes que se venían preparando desde el colegio y la universidad, con mucha energía y creatividad, aunque nos enfrentamos a la seria dificultad que en este sistema «presidencialista» es mucho más difícil generar leyes por lo que tendremos que, forzosamente, presionar desde las calles con los «movimientos sociales».
Desde mi perspectiva, la política siempre fue determinada por las necesidades materiales, poniendo fuerte énfasis en la Economía y en el ministerio de Hacienda como la dictadura de lo económico. En mi caso como artista estoy poniendo fuerte énfasis en las necesidades espirituales como la música, el teatro, la poesía, la literatura y todo aquello que hace al ser humano un creador accesible a la inspiración, que en el desarrollo del proceso creativo obtiene internamente una gratificación placentera generando un tipo de placer particular, el tipo de placer que se acumula en el ser humano, a diferencia de la persecución de un placer ansioso, que no tiene la propiedad de acumularse, como en el caso de la droga.
Esto se deriva y se propone como respuesta a las dos necesidades de la vida: alejar el dolor acumulando cada vez más efectividad en ese propósito y la necesidad de acercar el placer también agregando la efectividad dada por la temporalidad.
En octubre cumple 73 años. ¿Cómo es su conexión con los jóvenes del país? ¿Se están acercando a ellos o son bastante escépticos acerca de un veterano?
R.- En mi país Chile tengo una fuerte comunicación con la juventud desde el año 1977, participando en diferentes festivales de la canción nacionales e internacionales, y también en oportunidades de corte político como la Dictadura de Pinochet donde la música y la letra destacan, pues han sido muy poco convencionales, suscitando el asombro de muchísimos medios de comunicación, acompañado todo esto por las diferentes opiniones en entrevistas basadas en la experiencia como participante en el Movimiento Humanista, conocimiento y experiencia con un énfasis creativo en su traducción acerca del movimiento siloista.
Actualmente hasta antes de las últimas elecciones todavía se han realizado festivales donde asisto con el nombre de “Familia Motuda”, integrada por mis dos hijos y otros jóvenes amigos de ellos. Con la edad que actualmente tengo los jóvenes se refieren a todo esto cariñosamente, definiéndome como un «viejo loco y buena onda” (risas).
Coronando todo esto, tengo un compromiso público y familiar de vivir como mínimo hasta los cien años.
Actualmente estamos experimentando un trastorno de época. El equilibrio de poder está cambiando. Las guerras vuelven a ser rutinarias y, al mismo tiempo, la desigualdad social aumenta enormemente, también en los países industrializados occidentales y también en Europa. Todo se ve ensombrecido por una destrucción del medio ambiente que apenas se puede pasar por alto. Este plantea la cuestión de la perspectiva para la humanidad. ¿Cómo ve eso?
Esta situación paradójicamente podría resultar favorable, pues en la música la creatividad funciona mucho mejor en la «inestabilidad» que en la «seguridad del control». En la crisis social es lo mismo.
No me cabe la menor duda que el ser humano encontrará en su interioridad graciosas respuestas a estas sombrías dificultades, irradiando desde esa «inestabilidad» la creatividad y las bellas «inspiraciones» necesarias para una adaptación creciente con estas nuevas respuestas a los conflictos, manifestando poderosamente con la aparición de una nueva actitud social.
Esto incluye la no-violencia inspirada y creativa. «¡No a la guerra o a la provocación!», combinado con el deseo de paz, fuerza y alegría como respuesta bienvenida de la histórica «no-violencia activa» y con el saludo cordial de un rebelde de corazón tranquilo.