El viernes 18 de mayo, la alcaldesa de Barcelona pasó por la Escola Casas, del barrio del Clot-Camp de l’Arpa, como parte de las visitas que se organizan cada 15 días en alguno de los 73 barrios de la ciudad, donde Ada Colau tiene la oportunidad de encontrarse con los vecinos y vecinas, que le pueden hacer las preguntas y comentarios que quieran sin ningún tipo de restricción.
En esta ocasión, la alcaldesa hizo una introducción donde explicó esta ‘campaña’, diciendo además que se hace sin convocar a medios de comunicación para que no se transforme en un acto institucional ni electoral. Comentó que cuando llegaron a la alcaldía, rápidamente se dieron cuenta que la agenda se llenaba fácilmente con actos institucionales y otras actividades obligatorias, con lo que no quedaba tiempo para encontrarse con los ciudadanos. Por ese motivo lanzaron esta iniciativa de encuentros en todos los barrios cada 15 días.
Entre los temas que plantearon los asistentes, el principal con diferencia fue la problemática con la vivienda que hay en la ciudad, donde se describieron algunas situaciones dramáticas. Ada Colau respondió que desde el Ayuntamiento tienen muchas iniciativas en marcha, pero que lamentablemente en muchos casos las competencias son de la Generalitat o del Estado, que además impone restricciones presupuestarias a la ciudad. A pesar de ello, hay en marcha la construcción de 4000 viviendas nuevas destinadas al alquiler social, que se sumarán a las 7000 que existen actualmente, que son las construidas en los últimos 40 años.
Entre las casi 50 intervenciones que hubo, surgieron otros temas como la convivencia entre bicicletas y otros medios de transporte personales con ruedas y los peatones, los excrementos de los perros, la falta de guardias urbanos, el consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes, el caso del tranvía por la Diagonal y, en un caso que afecta especialmente a la escuela donde se estaba desarrollando la charla, la preocupación por las consecuencias de la obra del túnel de las Glorias, y la posterior salida de humos de los coches que lo atravesarán. También tuvieron ocasión de expresarse una persona de Marea Pensionista y algunos niños del barrio.
La alcaldesa se mostró muy comprensiva con las peticiones de las vecinas y vecinos, respondiendo todos los temas planteados, recalcando que para una ciudad como Barcelona sería necesario un sueldo mínimo de 1000€ mensuales. En general, se trató de un encuentro muy amable y cercano; de hecho más de un participante agradeció mucho su presencia, diciendo que era la primera vez que tenían ocasión de charlar tan de cerca con un político con un cargo como este.