En las entrañas de mi Pueblo vive un clamor, a veces como débil voz, otras como pasión expresada en ideal, en acción, en potente manifestación.
Ciertamente vista en esos tiempos especiales en que vibran las almas
fundidas en las anchas avenidas del encuentro.
En las entrañas de mi Pueblo anida aún el deseo de dignidad, de la frente en alto para los buenos.
Allí laten, aunque a veces inaudibles, las más elevadas aspiraciones humanas, que buscan vías para retumbar, para ser trueno, y lograr ser oídas más allá. Para conseguir los sueños, a veces dormidos en el fondo de la Historia, pero que una buena mañana despertarán…
De las entrañas de mi Pueblo brota una fuerza para enfrentar a la crueldad de los poderosos y a las injusticias de los insensibles.
Fuerza de pueblo, encuentro de luchas, ideales compartidos
¡Que vivan hoy más que nunca!
¡Que las sombras de los opresores no oscurezcan nuestros corazones!
Y será así que mi Pueblo, una vez más, logre despertar esa buena mañana, junto a los frutos de su clamor evolutivo, revolucionario, trascendente.