Asma Nawab tenía sólo 16 años cuando se quedó como la única sobreviviente de la masacre sufrida por su familia el 30 de diciembre de 1988, en la ciudad portuaria pakistaní de Karachi.
Fue acusada junto con su novio de aquella época: según las conclusiones de la investigación, los padres y el hermano de Asma habían sido asesinados porque se oponían al matrimonio de los dos muchachos.
En 2015, el abogado que defendió a Asma desde el principio hizo otro llamamiento desesperado a la Corte Suprema en apoyo de su inocencia.
Después de tres años, el caso fue examinado por el más alto tribunal de Pakistán y el 6 de abril Asma fue reconocida inocente y puesta en libertad.
Huérfana, después de 20 años en el corredor de la muerte, no será fácil para Asma empezar de nuevo. Pero ahora hay esperanza para el futuro.