Por Dalia Chiu
No es mediodía cuando diviso las tres grandes sillas elevarse al cielo porque esa es la sensación, que fueran a despegar del suelo y volar, – es el monumento a los profesores – me dice el chofer de la micro y queda en silencio. Yo también.
He cruzado de extremo a extremo la ciudad para asistir al homenaje en memoria de Nattino, Parada y Guerrero, militantes comunistas, allí, en el mismo lugar donde los asesinaron después de un par de días de haberlos raptado a plena luz y a las puertas del colegio donde estudiaban sus hijos, desaparecidos los tres, fueron encontrados en un descampado, cerca del aeropuerto, en el espacio que resta entre los parrones de una viña y la carretera. Allí se levanta el memorial a los profesores: tres grandes sillas que parecen clamar al cielo.
Es otoño y domingo de resurrección en Santiago de Chile, una ciudad que parece haber cambiado mucho los últimos 40 años pero estoy segura, por lo que ví en el viaje que hice de oriente a poniente por el lado sur de la Alameda, que por ese lado no ha cambiado nada, quizás por esas mismas calles circuló el vehículo policial que llevaba con los ojos vendados a José Manuel, Manuel y Santiago hacia este lugar donde en estos momentos escucho a su hija, al profesor Mario Aguilar, a los diputados Hertz y Vidal, a Jorge Coulon, a Daniela Vega y todas sus palabras me hacen sentido: la memoria es reparadora, la justicia imprescindible y la incitación al odio y a la violencia un atentado a los derechos humanos, porque en el camino yo también hice mi ejercicio de memoria y recuerdo perfectamente estar haciendo dormir a mi guagua cuando mi vecina me trae la terrible noticia: los mataron me dice ……no quiero escribir esa otra palabra que 33 años después me estremece, recuerdo me llevé las manos a la boca, aún sentíamos las réplicas del terremoto de 25 días antes y teníamos miedo a los temblores, pero este era otra clase de miedo, otra clase de impotencia, otra clase de terror, otros horrores muy pero muy distintos a la fuerza dinámica y reparadora de la naturaleza .
Las fotos son de Dalia Chiu: