El PHI denuncia el ataque de EE.UU. a Siria como un acto más de prepotencia imperialista dirigida al latrocinio y saqueo por un lado y al control absoluto de los pueblos. No es casual que en la agresión del sábado 14 de abril último, la Casa Blanca haya tenido la ayuda incondicional del Reino Unido y de Francia, dos viejos países colonialistas.
El ataque de EE.UU. y sus dos aliados se hizo despreciando a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y otros compromisos internacionales.
Es sabido que en cada acción bélica hay fuertes intereses financieros, que ciertos gobiernos recurren a la guerra para imponer la violencia económica a países que resisten el imperialismo.
La humanidad enfrenta en este momento el riesgo de una guerra total, de una tercera guerra mundial que podría terminar con la vida en todo nuestro planeta, por el afán de poder y dinero de una minoría que sólo se mueve por los más egoístas intereses.
Muy cerca de Siria, el Estado de Israel continúa reprimiendo y expoliando al pueblo palestino, también haciendo caso omiso de numerosas resoluciones de la ONU y con el apoyo económico y militar de EE.UU.
El Partido Humanista Internacional repudia la violencia en todas sus formas y hace la advertencia de que la guerra, lejos de resolver los conflictos, los agrava aumentando a corto o largo plazo, la cantidad de víctimas. Sólo la estricta observancia de los acuerdos internacionales, el diálogo directo entre las partes de un conflicto y sobre todo, la renuncia de los gobiernos a utilizar la guerra para resolver diferencias, facilitarán el progreso de los pueblos.
Equipo Coordinador del PHI