“Este es el desafío que tenemos por delante el movimiento de mujeres. Poner todo nuestro esfuerzo en conseguir que se exprese y desarrolle un gran movimiento de lucha por la aprobación del proyecto de ley de la Campaña”, dice la autora a propósito del inicio del debate en el Congreso Nacional.
Por Julieta Katcoff*
Este martes, 10 de abril, comienza el debate en las comisiones de Legislación General, Salud, Familia y Legislación Penal del Congreso Nacional del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado por la Campaña Nacional ya en siete ocasiones, y otros presentados por diputados del oficialismo y peronistas.
El proyecto de la Campaña establece la despenalización y legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación. Además, determina que la interrupción voluntaria del embarazo debe ser cubierta por las obras sociales y prepagas, y que debe ser una práctica que se garantice en hospitales públicos y en el sector privado. Este proyecto cuenta con el apoyo de más de 70 diputados y diputadas de todos los bloques políticos, y representa la demanda de mayor consenso del movimiento de mujeres, que surge de la articulación de más de 500 organizaciones en la lucha por este derecho. Así lo expresamos en las multitudinarias movilizaciones del 8 de marzo.
Del otro lado, la Iglesia intenta organizar algunos adherentes y hace lobby en el Congreso para impedir que conquistemos este derecho. No son los únicos. Cambiemos puso una agenda de audiencias donde expondrán especialistas y activistas a favor y en contra de la legalización del aborto a lo largo de dos meses, para dilatar el debate. Y el resto de los bloques se encuentran divididos entre quienes se manifestaron a favor y en contra de la legalización, y los que aún no han definido su voto. Estas posiciones son transversales a todos los interbloques, con excepción del Frente de Izquierda, que tiene una posición unánime a favor de la aprobación del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
El aborto, una demanda con fuerte apoyo popular
Según una encuesta realizada por Amnistía Internacional en Argentina, el 60% de los encuestados expresó estar de acuerdo con la legalización del aborto. El tema se ha incluido en la agenda pública y, a partir de la histórica lucha de las mujeres, se ha comenzado a discutir desde la perspectiva de la salud pública. A ello se suma que el 63% de la población cree que la Iglesia no debería opinar sobre el tema. Este sentimiento se expresó con fuerza el 8M, cuando una marea de mujeres inundó las calles del país: “legalización del aborto” y “separación de la Iglesia y el Estado” fueron dos de los reclamos más escuchados en la jornada.
El derecho al aborto legal y gratuito en los hospitales ha sido conquistado a partir de la lucha de las mujeres en más de 50 países del mundo, y solo en 32 no está permitido bajo ningún concepto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe del año 2017, devela que desde 2010 a 2014 se produjeron en todo el mundo alrededor de 55 millones de abortos y que la mayoría de los abortos inseguros tuvieron lugar en países de Asia, Africa y América Latina.
Las tasas de abortos inducidos son similares tanto en países donde es legal coomo donde está penalizado. Lo que no es similar son las muertes que se generan a consecuencia de la clandestinidad y de la falta de equidad en el acceso a la salud, debido a que las mujeres con mayores recursos practican la interrupción del embarazo en condiciones seguras, mientras que las mujeres pobres y trabajadoras lo hacen en condiciones de absoluta insalubridad que lleva a graves consecuencias sobre su salud, e incluso a su muerte.
Redoblar movilización, para conquistar el derecho al aborto
A las mujeres nunca nos han regalado nada, todos nuestros derechos los hemos conquistado con la lucha. El aborto legal se votará en el Congreso, pero la pelea se gana en las calles frente a quienes en contra de nuestros derechos, como las iglesias católica y evangélica junto a otros sectores conservadores, ejercen todo su poder de presión para evitar la aprobación del aborto legal. Debemos entonces redoblar nuestra movilización en las calles.
Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas, llamamos a impulsar una gran campaña en nuestros lugares de trabajo y estudio por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, conformando comités de apoyo al proyecto de la Campaña, para que realicen acciones e iniciativas que desplieguen desde las escuelas, facultades, fábricas y hospitales la fuerza de las mujeres para conquistar este derecho, construyendo una multitudinaria movilización en las calles para el día de su tratamiento en el recinto legislativo.
Este es el desafío que tenemos por delante el movimiento de mujeres. Poner todo nuestro esfuerzo en conseguir que se exprese y desarrolle un gran movimiento de lucha por la aprobacióndel proyecto de ley de la Campaña.
No queremos más muertes de mujeres y afecciones en su salud, por abortos clandestinos e inseguros. Queremos que cada una de nosotras pueda decidir libremente sobre su cuerpo. No queremos más subsidios a los credos religiosos, y vamos a seguir peleando por la separación de la Iglesia del Estado. Queremos mostrar que esas estadísticas que dicen que la mayoría está a favor de la legalización del aborto, tiene caras, cuerpos, nombres. ¡Esa fuerza existe y muestra que está dispuesta a movilizarse para conquistar nuestros derechos!
(*) Referente de la secretaría de las Mujeres, Hospital Castro Rendón – Agrupación de Mujeres “Pan y Rosas”.